Nepal y el Apoyo de los ETs
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 27/06/2015 12:19:10
por Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Uno de estos días, en un trabajo espiritual que llevo a cabo en el Centro Espírita Hermana Esmeralda, estuvieron presentes unos seres extraterrestres que traían a varios médicos aprendices. Observad los relatos de algunos médiums, integrantes del equipo.
Baltazar dice: “un grupo de médicos en prácticas observaban los trabajos realizados y tomaban anotaciones. Cada médium trabajaba con uno o dos médicos, que hacían pequeñas intervenciones en las personas asistidas, he podido ver a varias personas que salían con suero, vendajes y parches por el cuerpo.
Había presencia de naves espaciales, he podido percibir un pequeño dron sobre nuestras cabezas, así como un E.T. detrás de cada uno de nosotros, trabajando en nuestros cerebros, ajustando y organizándonos. Ellos “hablaban” mentalmente sobre la necesidad de reposo aquella noche, y si posible, la no ingestión de bebidas alcohólicas.
Ese trabajo, dice Joyce, fue una de las mejores experiencias que he tenido desde que me inicié como médium.
Yo sentía a los médicos andando por la cámara de pases. Los estudiantes en prácticas aprendiendo con los grandes médicos del plano espiritual. Estaban preparándose para una gran tarea que tendrían que hacer. No fui capaz de interpretar completamente el mensaje.
Notaba algo muy extraño en mi brazo, algo frío, helado en mi antebrazo, como si en él tuviese una bolsa de hielo. No sé cómo explicarlo. A veces me daba “desesperación” notar aquello, sentía deseos de quitar algo que estaba allí. Pregunté a Baltazar qué era lo que tenía allí y él me dijo que estaba donando sangre.
Y lo más extraño era que yo tenía conciencia de lo que estaba sucediendo, pero no tenía ningún dominio sobre mi cuerpo. Aunque quisiese levantarme, no lo conseguiría, no era capaz de sentir mis piernas y mis brazos.
Una sensación increíble. Muy buena.
Dice Lucía Helena. Todo era muy diferente. Sentí una energía muy intensa en la sala. Cerré los ojos y al abrirlos tuve la impresión de que la sala estaba siendo ocupada por muchos espíritus. La orientación que teníamos era que los médiums fuesen al salón y eligiesen “su” paciente. En otros días el paciente es encaminado al pase. Preguntamos al E.T. cómo sabríamos quién sería asistido. “Lo sabréis”. Salí como pisando huevos, con la mirada extraña, pero “sabía” exactamente a quién debía atender.
Me acerqué a un muchacho, le di un pase aún allí fuera y empecé algunos procedimientos en él, llevándolo a la sala de pases. Al entrar, un susto (soy novata). La sala olía a quirófano, a éter mezclado con otras cosas. La sala estaba helada. Todo era muy extraño.
En momento alguno sentí miedo, todo lo contrario, me sentía bien y confiada. Tuve la percepción de que mi asistido tenía problemas de infancia, bloqueados, tanto en el pecho como en el cerebro; le pedí que dejase a aquel niño vivir más, pues lo veía perfectamente correr por un campo y mirar hacia atrás llamando a su padre. Él dijo que no conseguía traer al niño para ayudarle. Parecía que tenía puesta una armadura que no era capaz de alterar. Era extraño, porque sabía lo que era, lo que él sentía, intenté por la glándula Timo traer a su niño interior, pero él no lo permitió.
Fue cuando me di cuenta de que no sabía cerrar el proceso en la Timo, que había abierto. Fui en busca de E.T. para que me ayudase, pero María Bonita (Espíritu que estaba incorporado en Eli) me vio y ha venido en mi socorro.
Le rogué que me ayudase a cerrar la Timo del chico y finalizase el proceso, pues yo no sabía qué hacer. Ella me ayudó y cerró el proceso.
A continuación, he empezado a sentirme muy débil, tanto que he tenido que tenderme en la hamaca. El E.T. se acercó a mí inmediatamente y pidió a Cris que ayudase, ya que iba a operar mi cabeza. Hicieron todas las intervenciones en mí. Pero aún continuaban interviniendo en mi cabeza, avisé a Cris sobre eso; él volvió y dijo que formaba parte del proceso.
Entonces fuimos avisados por María Bonita de que lo que yo notaba era la operación que estaban haciendo en la cabeza de mi asistido. La sensación permaneció hasta el final.
En fin, nunca me había sentido tan bien. Fue un momento mágico para todos, para mostrarnos a cada uno de nosotros nuestra importancia en el equipo y también para que creamos en el apoyo de los médicos espirituales.
Patricia también participó en la reunión, coordinada por mí, como médium, por el Chinés y por el E.T. Ella dice: me conecté a una señora que afirmaba tener depresión y durante el proceso recuerdo haberle pedido que modificase la frecuencia de sentimiento y vibración pensando en algo que la hizo muy feliz en la vida. Al final, la veo sonriendo. Ella dice: “he sido muy feliz en mi matrimonio, pero hoy recordé a un gran amor que tuve en mi juventud”. Ese recuerdo disipó en ella las nubes mentales. Las personas forman parte de nuestra vida y nos marcan profundamente.
Procede con inteligencia, guarda sólo lo mejor que hayas tenido de cada uno. Estos sencillos recuerdos sanan tu mente.
Se sentía en el ambiente como si algo fuese a suceder, algo grande. Era necesario que tanto los médicos como el grupo estuviesen listos para ayudar.
El sábado, vi la noticia del gran terremoto ocurrido en Nepal, y sentí una gran opresión en el corazón.
¿Hay alguna conexión con lo que presenciamos y vivimos el viernes durante el trabajo, con los acontecimientos del sábado en Nepal? ¡Pienso que sí!
Vivimos tiempos de gran ebullición emocional y de grandes turbulencias y es preciso mantener siempre nuestra serenidad, porque Dios ampara a todos sus hijos.
Y el amparo espiritual/energético para el pueblo nepalés ha venido, sí, de este sencillo y pequeño grupo que realiza trabajo espiritual en Brasil. ¿Privilegio? Lo entiendo como oportunidad, cuando se afirma: ¡Estoy listo y disponible!