No es preciso que seas fuerte
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 15/02/2015 11:16:19
por Paulo Tavarez - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
No es preciso que seas fuerte, simplemente porque tú ya eres la propia fuerza, sólo que no lo sabes. Tú eres una factoría de fuerza conectada con la Fuente Universal, ¿para qué fortalecerte más?
Tú vives completamente identificado con un personaje que actúa sólo en la esfera mental, sin advertir que con eso permanecerás sujeto a los condicionantes de una realidad estrecha; y que fortalecerte, protegerte o intentar salvarte es inútil, pues ese yo inferior que encuentras en el espejo nunca será lo suficientemente fuerte como para vencer las embestidas y arrastramientos que son tan corrientes en el mundo de la mente.
Las tentaciones estarán siempre en mayor número y aunque huyas por medio de mecanismos habituales de fuga como la religión, el trabajo, el placer, la ocupación extenuante, nada de esto podrá librarte del embate de estas fuerzas. Al menor descuido, aquella bola que has ocultado bajo la piscina se erigirá con fuerza y te alcanzará. El camino está equivocado, no es reaccionando ni luchando contra esas fuerzas como alcanzarás la felicidad; a decir verdad, es preciso no actuar, o mejor dicho, actuar mediante la no acción, dejar de reducir el propio ser a ese prototipo mental.
La mejor solución, por tanto, es trabajar en el sentido de dejar de identificarte con ese personaje, librarte de aquel que conoces como tú-mismo y dejar de sufrir en ese ambiente que por desgracia se ha convertido en el único que conoces: el mundo mental.
Sé que mis textos son leídos por occidentales y comprendo las dificultades para promover cambios tan radicales en un modelo de pensamiento con raíces judeocristianas tan arraigado, pero pese a todo, podemos también servirnos de las propias enseñanzas de Jesús para dar respaldo a esa nueva forma de entender el propio Ser.
El Nazareno enseñaba que quien intente salvar su vida la perderá. Pues bien, ¿qué era lo que exactamente quería decir con eso? ¿Os habéis parado a pensarlo? ¿No estaría Jesús refiriéndose a esa vida mental, a ese yo inferior frágil y arrastrado por los vientos de las circunstancias, al que tanto valoramos, y por cuya realización tanto luchamos? ¿No estaría proponiendo que buscásemos una identificación con la propia Naturaleza Divina en lugar de sufrir en la esclavitud de la mente? Me parece que sí, incluso por el hecho de encontrar repetidas veces en sus enseñanzas la máxima que dice que el Reino de Dios está en el interior de cada ser, o sea, Dios está en nosotros, lo mismo que está en todo. Todo es Brahmán. Ah, ¿entonces vosotros no os encontráis divinos? Pues si pensáis así es mejor romper todos los Evangelios, pues está escrito: “Sois dioses...”. ¿Cómo un hijo de Dios podría no ser Divino? ¿Cómo un hijo de pez no sería un pececito? Somos dioses, sí, y vivimos como réprobos, totalmente inconscientes de nuestro poder, arrastrados por las inclinaciones del mundo ficticio y aterrador, viviendo como esclavos de los propios miedos y esa es nuestra triste realidad.
Nada hay que cambiar en este mundo, pues continuará siendo un mundo virtual, un espacio creado para nuestras proyecciones, a decir verdad, un gigantesco parque infantil, hecho para que juguemos y no para tomarlo tan en serio, por eso los orientales emplean el término Leela, que básicamente significa juego; es preciso contemplar las cosas con el Tercer Ojo, con la mirada de la conciencia y no con los ojos del ego encarnado.
La angustia, el miedo y las preocupaciones, sólo existen en la mente; y quien lidia con ellas es nuestro yo inferior, precisamente aquel que se ha convertido en nuestro punto flaco, pues vamos a tientas por la oscuridad, viviendo totalmente inconscientes de nuestra Verdadera Naturaleza.
Los grandes avatares que nos han precedido han insistido siempre en la idea de la renuncia, pues no hay forma de librarse del dolor sin librarse de la identificación que tenemos con este mundo.
No seas tú, para poder ser TÚ.
