No escondas quien eres...
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:54
Traducción de Teresa - [email protected]
Recientemente he tenido señales tan claras de que estaba escondiendo una parte de mi naturaleza. por miedo. o por memorias equivocadas. en fin, por cualesquiera motivos que trataban de impedir que yo me expresase por entero. y eso me fue revelado con tanta fuerza y clareza que comprendí que. mientras obstaculizamos el flujo de nuestra naturaleza estamos obstaculizando también el flujo de la abundancia en otras cosas de nuestra vida.
Esta vez el recado que ya había venido antes. llegó con tanta fuerza, que no tuve otra opción. y me decidí a aceptar esa parte de mí. decidí trabajar profundamente para ello.
En la última vivencia del Don. antes de ir a las montañas, buscando en el altillo de un armario, vi un manto colorado hecho por mí hace mucho tiempo, pero que no sé por qué narices abandoné. Lo vi. pero lo dejé allí.
Llegado el día del trabajo. después de estar el salón todo preparado. con tejidos o velos. y las imágenes. vi que había llevado la imagen de una de las mujeres sagradas que dibujé, la que se me apareció por primera vez en una jornada del tambor y me dijo: Yo soy aquella que calla. y de sus manos salían rayos verdes de Luz.
Entonces, cuando la dibujé, le di el nombre de Señora de los Rayos o Aquella que Calla. y siempre la relaciono, también, con el viento. con la fuerza del viento. con la fuerza de transformación de los rayos. y con una energía muy especial de lo Sagrado Femenino.
Y esa mujer viene siempre con tanta fuerza. y se me aparece en ocasiones tan especiales y fuertes. que ya me había fijado en que yo tenía cierto miedo en relación a alguna parte mía que se identificaba con ella.
Y tomé la imagen impresa en tejido. y en vez de colocarla junto a las otras adornando el salón. la coloqué bien escondida. detrás de muchos velos que formaban una cortina allá al fondo del salón.
En el día del trabajo. el tiempo puso un aspecto que yo nunca había visto. parecía que había humo o polvo en el aire. y la gente hizo comentarios sobre eso.
Por la noche. cuando me despedí de la mujer de la montaña para ir a dormir, se levantó un viento con una fuerza tan grande. y tan de repente. que apresuré el paso y recorrí corriendo el pequeño camino bordeado de florecillas azules y blancas que conduce al soportal de mi cuarto. entré deprisa y cerré la puerta.
El viento imprimía tanto movimiento a todo el entorno que tuve la seguridad de que estaba limpiando aquel humo o polvo que se había manifestado, y limpiando en todos algo bastante antiguo que había salido a la superficie. Noté que el viento lavaba el Alma.
El trabajo fue muy especial. con muchas manifestaciones y sincronías. empezando por una música que llegó 2 o 3 días antes por e-mail. de un lector del Somostodosum que formateó un texto mío con tanta sensibilidad que hasta lloré cuando escuché la música y vi la imagen. cuando fui a buscar la traducción de la canción no me lo creía, de tan perfecta que era.
El trabajo era del Don y la canción de Susan Boile se llama "Yo soy aquello que nací para ser" y empieza hablando del viento.
"Cuando yo era un crío
Yo podía ver el viento en los árboles."
Al final de la vivencia. para clausurar y para agradecer puse el "Gracias a la Vida". y, cuando la canción terminó, me volví para desconectar el aparato de sonido. oprimí el botón y volví al grupo. En ese exacto momento. al mismo tiempo en que un viento fuerte entraba agitando los velos que colgaban del techo. la voz de Betania clamaba en alto y buen sonido '¡Vamos a llamar al viento!'... de la canción "La dueña del rayo y del viento".
Fue algo tan inesperado y tan fuerte que no tuve otra alternativa más que retirar la Señora de los Rayos de debajo de los velos. del fondo del salón donde la había escondido. y colocarla delante. mientras la música tocaba.
Y eso caló tan hondo. que percibí claramente que siempre he intentado esconder esa parte de mí, debido a un miedo antiguo. Me acordé de que el manto colorado, que también escondí, tenía que ver asimismo con ella. Era tan obvio lo que el Universo me revelaba que cayeron varias fichas.
Vi que. por miedo a asumir nuestro poder personal, de asumir quienes verdaderamente somos. muchas veces nos servimos del ego para defender lo que no tiene necesidad de ser defendido.
Comprendí que. si escondemos partes de nosotros que traen Dones, que traen la fuerza de nuestra naturaleza. de nuestra esencia, estamos interrumpiendo el flujo. e impidiendo la manifestación plena de la abundancia.
Puede que estemos escondiendo nuestra mayor fuerza. impidiéndonos asumir nuestro poder personal. No un poder empleado para controlar. sino para ayudarnos a cumplir nuestro propósito Divino.
Agradecí al Gran Misterio por la perfección y la clareza. que me hizo tener coraje para no volver a esconder a la Señora de los Rayos y consiguientemente lo que Ella representa para mí.
Por la noche. tomé un libro que estoy leyendo, llamado "El retorno de las Tribus-Pájaro" de Ken Carey, precisamente en este fragmento.
"Confiar en Dios es confiar en el Dios que vive dentro de vosotros, confiar en la habilidad de vuestro espíritu para responder con perfección en cada situación, impecablemente, individualmente, creativamente. Cuando dudáis de vuestras habilidades naturales para inhalar el aire del espíritu dentro de vuestro mundo y crear conforme a vuestro pensamiento divino, estáis dudando de Dios y del Universo. Estáis rechazando la dádiva más preciosa que la vida os ha dado - vuestro saber interior - e intentando sustituirla por valores, juicios y opiniones que habéis adquirido de segunda mano."