No padezcas por el mañana, de todas formas vendrá
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 22/04/2012 14:35:50
por Nelson Sganzerla - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
La gran preocupación de la mayoría de la gente tiene relación con el mañana. Recuerdo que cuando era pequeño mi madre me advertía de que pensase en el mañana. Me parece que nos ocurre a todos, siempre alguien de nuestra familia o entorno nos advierte respecto del tal día de mañana.
Esa preocupación la almacenamos en nuestro subconsciente y la cristalizamos hasta el punto de frenar todo nuestro movimiento en relación a cualquier cambio de vida. A la señal de un cambio cualquiera, sea o no repentino, pronto surge nuestra preocupación por el día de mañana.
Lo mismo que yo, seguramente conoces personas amargadas en el trabajo desde hace años, sin nunca haber pensado en algún cambio en la vida que les fuese beneficioso, personas que pasan veinte años o más en el mismo empleo, en aquel trabajo aburrido y tedioso.
Es posible también que conozcas personas conformadas con su vida mediocre, que viven hace años en la misma casa donde nacieron y se criaron, y que jamás han pensado en mudarse, por miedo a salir de aquel ritmo de vida, pero siempre quejándose y diciéndose infelices; pero no se mudan, al fin y al cabo, vete a ver que mañana puede salir mal.
Es obvio que en nuestro país hay grandes diferencias sociales y que la mayor parte de la gente vive mal, pero no porque así lo desee, o que soporta tal empleo porque le guste sufrir.
Me refiero a personas que tú también conoces, que tienen un horizonte muy corto, incluso estando en cierta condición social, pero que no admiten ningún cambio de vida, de empleo, de marido, de esposa, de barrio, ciudad o país, que pasan la vida quejándose, pero se conforman por temor al mañana. En cierto modo es una postura cómoda, hay quienes viven así.
El punto es: ¿En qué cambiará tu vida el miedo al mañana? ¿Estás de acuerdo conmigo en que de todas formas el mañana vendrá? Y es muy bueno que estés en él, al fin y al cabo estar vivo es recibir con mucha alegría siempre lo que la vida nos ofrece, exactamente el mañana… Entonces ¿por qué el miedo, el recelo, la preocupación que atormenta tu día de hoy? Tú tienes que ser feliz ahora, en caso contrario, hay algo equivocado.
Miedo al cambio, que quizá te pueda exigir algo más de esfuerzo en tu día a día, miedo a mañana perder el empleo, miedo a ir a la lucha y buscar, quién sabe, un empleo mejor que te dé un bienestar financiero, miedo a decidir definitivamente tu felicidad en el amor, miedo a buscar quizá una casa mejor para vivir con tu familia. Qué infinidad de miedos, ¿verdad?
Puedes creerlo, el tiempo sigue siendo el mejor remedio para todas tus aflicciones, pues está hecho del mañana, no vale de nada preocuparse o luchar contra él. El mañana vendrá y esto ya no es tu voluntad, es la voluntad divina, escapa a tu control; me refiero al mañana de todas las criaturas vivas en nuestro planeta Tierra, desde la criatura menor en que puedas pensar, hasta la más grande, que quizá nunca hayas tenido ocasión de ver.
Lo que sí depende de tu control y de tu capacidad es el hecho de luchar, de no tener miedo y no preocuparte. Esa preocupación mental tuya es lo que te hace sufrir, y consume tu ahora impidiéndote ser feliz; líbrate de ella cuanto antes, no te hagas dependiente de ese ciclo de pesimismo que te aflige; mientras sigas preocupándote por cosas que son pequeñas comparadas con tu existencia aquí y ahora, siempre habrás de patinar en tu camino y siempre habrás de considerarte una persona infeliz.
¡Atiende! Yo no hablo aquí de no pagar las facturas, hace falta un trabajo para educar a los hijos y tener una vida digna que es un derecho de todos; hablo de buscar un medio de hacerlo mejor, de tratar de progresar en la vida, de vivir confortablemente, de querer mejorar no preocupándose por el mañana, sin tener miedo, enfrentando lo que haya que enfrentar, poniendo en práctica los proyectos de vida, cambiando lo que parezca necesario cambiar.
Hablo de que pases a comandar tu vida, con garra, procurando eliminar de tu mente toda la negatividad que quizá hayas almacenado en tu subconsciente durante años, aquel rancio de una educación machista y llena de prejuicios, de personas que quizá no fueron felices, de acontecimientos de la vida que posiblemente te hayan hecho daño, sin quizá estar preparado en aquel momento para enfrentar situaciones adversas y difíciles. Como te he dicho, el tiempo sigue siendo el mejor remedio para todas las aflicciones, por eso procura no sufrir por el mañana, ya que de todos modos vendrá y, será gracias a Dios y principalmente a ti mismo, como estarás luchando por la vida, pero felizmente sin sufrir por el mañana que vendrá.
Piensa en ello…
