¿No sabes qué hacer? Simplemente déjate llevar...
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 25/11/2017 10:46:15
Traducción de Teresa
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Aprendí, desde muy pronto, a comportarme como quien “lo sabe todo”. Y descubrí que esa creencia servía para sentirme fuerte, protegida, alejada del dolor. Pero descubrí también que era sólo una creencia limitante. Primero porque yo realmente estoy muy lejos de saberlo todo. Y después, porque aun cuando creyese en esa mentira, nunca he sido de hecho fuerte por creer en ella y tampoco nunca he estado realmente protegida y alejada del dolor.
Todo lo contrario. Cuanta más fuerza hice, más me torcí, más veces me rompí. Cuanto más me protegí, más me dolió. Cuanto más aposté a estar lejos del dolor, más dolorida, más triste y más lejos de la alegría y del placer estuve.
Y entonces, busqué ayuda. Aprendí a soltar. Por algunos instantes que de tan intensos parecieron una eternidad, dejé de endurecerme y simplemente me dejé desarmar. Los muros cayeron y la delicadeza quedó expuesta. Los amores inflaron. El placer y la alegría me hicieron estremecer. ¡Me sentí pulsar de vida!
De repente, me di cuenta de que no sabía y me sentí fantástica por ello. Yo estaba simplemente conectada con el flujo. No sabía qué decir, qué hacer, cuál era la respuesta. Descubrí que no había preguntas. Ni lagunas, ni dudas. Estaba en plenitud. Plena de mí misma. Completamente en sintonía con mi cuerpo, mi alma, mi mente y mis emociones.
Y por más que ese sea el lugar perfecto para quien yo puedo ser, para quien yo realmente soy, descubrí que él desaparece en el exacto instante en que yo pierdo la conexión con mi sabiduría esencial. En el exacto instante en que me olvido de que muchas y muchas veces, aun sin percibirlo, levanto de nuevo los muros para protegerme.
En el momento en que lo hago, los amores se mustian. El placer y la alegría disminuyen considerablemente y yo pulso de miedo, de braveza y de la ilusión de que yo “lo sé todo”. Y de la mentira de que así estaré protegida contra el sufrir. El ciclo del dolor se activa de nuevo.
¿Ya te has sentido en tu ciclo de dolor? ¿Ya has percibido que aun haciendo todo lo que consideras que funciona para protegerte, el sufrimiento invade tu vida? ¿Ya te has pillado sin saber qué hacer ni qué decir ante tus sentimientos y simplemente te has endurecido, te has cerrado más todavía? O, por el contrario, te has expuesto demasiado, te has perdido y te has lastimado de un modo casi insoportable?
¿Quieres entrar en tu ciclo de amor? Mi sugerencia es que simplemente te dejes llevar por el flujo del Universo. Confía. Un día de cada vez. Un paso de cada vez. Mantén tu conexión no con lo que estás pensando, sino con lo que deseas en el fondo de tu alma. Y sólo sigue a tu corazón.
Respeta tu tiempo y el tiempo del otro. Haz honor a tu historia y a la historia del otro. Permanece íntegra, entera e intensamente sumergida en lo mejor que existe en ti, y cree: lo que no sucediere es aprendizaje y evolución. ¡Y lo que tenga que ser, simplemente será!