Nuestro mundo es el reflejo de nuestras creencias interiores
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 13/04/2019 07:43:35
Autora ANA PAULA DE JESUS
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Traducción de Teresa
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La fe tiene poderes curativo y creativo. Creer en algo nos conecta a esa creencia. Si tú crees que puedes cambiar, sea lo que fuere lo que necesites cambiar, ya tienes medio camino recorrido. Del mismo modo, si tú crees que no puedes, estás conectado a esa realidad creada por ti.
Si bien las cosas no son tan simplistas como las he expuesto, se produce una atracción de aquello que "pedimos al universo" cuando creemos en que aquello es nuestro, ya sea algo bueno/positivo o malo/negativo.
La fe en tiempos mejores, pudiendo aquí ser sustituida por esperanza, hace que una situación difícil se haga un poco más llevadera, ya que es como si al mirar hacia delante se pudiese ver una luz al final del túnel. Mantener esa actitud ante los problemas ayuda a pasar los días difíciles.
A medida en que modificamos nuestro interior, nuestras creencias y valores, las situaciones pueden incluso continuar siendo las mismas, pero nuestra manera de verlas cambiará respecto de ellas.
Para hacer ese cambio de foco, a menudo necesitamos una ayuda profesional. Si tienes interés en construir nuevas formas de mirar y en crear otra historia para ti, partiendo de tus recursos (internos), trabaja tus cuestiones en una terapia.
El profesional responsable por ayudarte en esa travesía de un estado de conciencia a otro es el Psicólogo(a), pero su tarea sólo es facilitar el proceso. Todo el recurso es tuyo y ya existe dentro de ti. Invierte un tiempo en ti mismo y haz una psicoterapia, con ello puedes tener acceso a recursos internos que siquiera sabías que existiesen.
Modificar la forma de pensar, de contemplar el mundo, es posible aunque exige un trabajo interior y tiempo, también. La disposición para hacer esa travesía de un estado de ánimo a otro es indispensable, pues la terapia puede darte el mapa, pero el recorrido es todo tuyo.
¿Te dispones a caminar?
¡Estupenda semana a todos!
¡Namasté!!!
