NUESTRO PODER MENTAL
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 20/10/2014 09:14:12
por Carmem FARAGE - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Los seres vivos poseen, sin duda, poderes mentales. Vamos a llamar a esto impulsos magnético-emocionales de ligazón-rechazo. Tales impulsos son responsables por la realización de nuestros deseos a través de nuestros pensamientos.
Por eso debemos ser responsables con nuestro poder mental, pues él está bajo el efecto de la ley de acción y reacción y puede causar daños de los cuales podríamos arrepentirnos más tarde.
Esto lo sabemos, puesto que normalmente decimos: Si medito, Dios, o el poder de mi inconsciente, me ayudará. Siendo así, voy a visualizar la casa que quiero y sé que conseguiré. Entonces, me concentro, tengo fe en aquello que quiero y… ¡lo consigo!
Estos fenómenos del plano material son fuerzas que tenemos dentro de nosotros y nos hacen alcanzar el triunfo anhelado. Con ello hemos podido hacer nuestra vida en este planeta menos dura a lo largo de los tiempos. A decir verdad, eso es lo que el ser humano viene siendo capaz de hacer: controlar la materia y crear condiciones cada vez más propicias de existencia en un mundo hostil a él. En función de eso, hemos dado alas a nuestros deseos y hemos llegado a un punto tal que, si no es posible alcanzar tales deseos, entramos en una sintonía menos buena, como si la vida no valiese.
¿Cuántos de nosotros, tras haber realizado nuestros deseos materiales, no nos hemos deparado con los límites emocionales? Entramos entonces en una montaña rusa y todo se derrumba sobre nosotros: salud, armonía, paz de espíritu. Y en tales momentos perdemos nuestra fe interior. La capacidad de realización ha estado aparejada a nuestro universo emocional personal comprometiendo nuestra visión de aquello que realmente importa.
Estamos todos sometidos a nuestra mente, por tanto. Estando atentos a eso, hemos de aprender a utilizar nuestro poder mental de forma constructiva, balizado en ideales más elevados con los cuales podremos, entonces, controlar nuestras emociones.
En vez de ser reactivos, egocéntricos, impulsivos ante las situaciones incómodas, debemos cultivar el pensamiento creativo, inteligente, ponderado.
Debemos querer ir más allá de nuestro ego. Despertar para lo que hay allende nuestras emociones.
¡En dirección a la luz!
Jesús pide que aprendamos a “morir para nosotros mismos”. Acallar la voz del ego y sentirse seguro, protegido, alimentado y curado por la conciencia de la Vida Divina, ¡sin que importe mucho lo que piensan de nosotros!
Tenemos que aprender a no rechazar la personalidad del otro, pues sabemos que todos estamos en proceso de crecimiento y auto-conocimiento. Lo que realmente importa es estar atentos a nuestros propios errores y, conociéndolos, liberarnos de ellos, uno a uno, escalando los peldaños hacia la liberación mayor.
Liberarse es salir de la esclavitud del breve espacio de tiempo de nuestra actual vida humana, que continuamente nos lleva a experiencias que no nos satisfacen.
¡Alégrate con ello!
¡Utiliza tus pensamientos como rayos de luz blanca para alcanzar una Vida Divina! Sal de lo ordinario. ¡Desea ser una persona extraordinaria!
