Observa tu realidad y descubre tus creencias
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 25/11/2012 09:50:06
por Andre Lima - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Damos crédito a muchas cosas negativas que influyen de forma profunda en nuestra vida. Buena parte de las veces ni siquiera tenemos conciencia de nuestras creencias limitantes y de cuánto poder tienen ellas para dirigir nuestros pensamientos y acciones, dando origen a varios tipos de problemas en las más diversas áreas.
Algunas personas consiguen reconocer sus creencias, pero consideran que son verdades.
Otros reconocen y tienen conciencia de que son negatividades que pueden ser curadas (mejor así, pues el auto-sabotaje es menor). Y algunos no tienen siquiera idea de las creencias negativas que arrastran y de cuántos problemas les están originando. Vamos a explicar mejor este tercer caso.
Esas personas que no tienen ni idea de sus creencias pueden decir cosas tipo: yo me siento merecedor de prosperar, yo quiero prosperar, tener una vida abundante, una estupenda renta, y miro el dinero como una herramienta maravillosa que solo puede traer cosas buenas.
Pero ¿cuál es la realidad de esa persona? Trabaja mucho, gana poco. Nunca consigue crecer. Cuando empieza a mejorar financieramente, sufre un golpe y pierde. Por más que lo intente, no consigue crear la realidad abundante que dice desear y merecer.
Cuando esto ocurre, nuestra realidad está diciéndonos que tenemos creencias negativas contrarias a aquello que estamos diciendo de boca para afuera. La realidad está gritando, informándonos de que esa persona tiene varias creencias que pueden decir: Yo no merezco o no me siento digno de una vida confortable. Para ganar bien tendré que matarme a trabajar y yo no quiero eso. El dinero podría traerme una serie de problemas que no quiero tener. En mi profesión, no es posible ganar bien. En el fondo, yo no quiero ganar mejor. Me da miedo crecer por tales y tales razones…
Y aun puede haber otras muchas creencias limitadoras asociadas a ese problema que ella no ve: si yo gano mejor es posible que empiece a envidiarme; no puedo tener una vida más feliz que la de mi padre que sufrió tanto; si gano mucho estoy quitando oportunidades a otras personas; la culpa de la pobreza es de los que tienen mucho; quién soy yo para querer tener una vida confortable; yo no tengo competencia; yo no soy lo suficientemente bueno; ¿y si me sitúo bien y después lo pierdo todo?
La realidad es quien manda. Es ella quien nos da los indicios de aquello que guardamos en nuestro interior. Una realidad saludable, abundante, llena de buenas relaciones muestra que guardamos poca negatividad. De forma análoga, una realidad de escasez y sufrimiento refleja que tenemos muchos pensamientos, creencias y sentimientos que deben ser curados.
¿Quieres tener una idea de todo lo negativo que guardas? Haz el siguiente ejercicio. Observa las áreas problemáticas de tu vida, sea en la parte profesional, de relaciones sociales o amorosas. Describe detalladamente esos problemas y cómo se manifiestan. Después, como si estuvieses analizando la vida de otra persona, haz la siguiente pregunta: ¿qué pensamientos, creencias y sentimientos negativos una persona que tiene esa clase de problemas puede llevar en su interior? Deja surgir las respuestas. No censures nada. Es posible que te sorprendas con la cantidad de cosas negativas que vas a descubrir respecto de ti mismo. Es importante hacer el ejercicio como si estuviésemos analizando la vida de otra persona.
Rencillas y disgustos ¿se producen con frecuencia en tu vida? Es posible que encuentres sentimientos y creencias que digan: el ser humano es muy difícil; las personas no son confiables; todo el mundo quiere pasar por encima del otro; es muy difícil tener una amistad verdadera. Y en cualquier área en que tengamos problemas, siempre va a haber también cuestiones de autoestima que contribuyen negativamente: No lo merezco; no soy lo suficientemente bueno; no es para mí; no estoy capacitado; los otros pueden pero yo no; me siento inferior… Y todo esto es originado y alimentado por sentimientos guardados de un pasado de rechazo, pérdidas, críticas, fracasos, etc.
A veces vemos las creencias, pero las tenemos como verdades incontestables, o sea, ni siquiera nos damos cuenta de que solo son negatividades que pueden ser curadas.
Voy a poner un ejemplo. Muchas mujeres se quejan de que es muy difícil entablar una relación. Y justifican esa dificultad indicando varias “verdades” que observan en la “realidad”: hay escasez de hombres en el mercado; los hombres no valen nada; todos los hombres son iguales; no hay más que mujeres; todos los que valen algo ya están casados o tienen pareja; los que están solteros no quieren nada con la vida o bien en el fondo soy gais.
Mientras tanto, hay alguna mujer que tiene una estupenda relación. Hay otras que acaban una relación y ya empiezan otra. Y paralelamente, hay alguna que pasa años soltera, que es siempre rechazada, nadie quiere emparejarse con ella. El mercado es el mismo para ambas. Solo que este segundo tipo de mujer cree píamente en las creencias descritas en el párrafo anterior y quizá en otras más (muchas de ellas relativas a la autoestima, sin duda).
El primer tipo de mujer tiene algo que las otras no tienen. No es cuestión de belleza física ni de suerte. Son características emocionales y en su autoestima que la llevan a crear una realidad diferente de las otras que no tienen éxito.
Las que no triunfan no son capaces de ver la verdadera causa de su dificultad para encontrar y mantener una buena y sana relación y acaban culpando a factores externos que no está a su alcance modificar. Eso es un grave error. Si modifican su interior, curando sentimientos negativos guardados, inseguridades, temores, rechazos del pasado y una serie de otras emociones negativas, su pensamiento cambiará, sus actos también se modificarán y su realidad reflejará todo este cambio.
Sin embargo, cuando estamos en ese estado negativo, los pensamientos y creencias limitantes nos convencen todo el tiempo de que ellos son muy verdaderos y que nada depende de nosotros, originando un alto grado de auto-sabotaje. La negatividad tiene todo un mecanismo propio de demostrarnos su falsa verdad. Nos vemos perdidos, presos, culpando al exterior y perdemos la oportunidad de descubrir y curar la verdadera fuente de los problemas, que está dentro de nosotros.
Al atender a esas personas con la *EFT (técnica para auto-limpieza emocional, véase al final del artículo cómo recibir un manual gratuito) mi trabajo como terapeuta es encontrar, a través de los problemas que la persona relata, sus creencias, pensamientos negativos y problemas de autoestima que pueden estar por detrás de aquellas dificultades. Y así que encontramos algo, vamos pacientemente empleando la EFT para disolver esa negatividad. Los resultados de esa cura interior se reflejarán cambiando la realidad de la persona.André Lima - EFT Practitioner. *EFT - Emotional Freedom Techniques
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