OPTANDO POR SALIR DEL SUFRIMIENTO
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 20/07/2010 12:38:58
por El Morya Luz da Consciência - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
“El desapego divino se manifiesta cuando el yo inferior se aleja del drama que él mismo ha creado y permite que el yo superior observe y comente ese drama con clareza y sin emociones; honradamente, sin vacilación, de modo completo e irrestricto. Sabrás cuando ese proceso está funcionando para ti, porque ya no habrá ninguna negatividad, enjuiciamiento, rabia, vergüenza, culpa, miedo, recriminación, ni sensación de haber sido engañado. Habrá solamente una afirmación simple acerca de las cosas reales. ¡Y esa afirmación puede construir una gran iluminación!”
Neale Donald Walsh, en el libro Conversación con Dios
De cada evento de mi vida, dentro de mis relaciones, he procurado comprender la lección que conllevan. Y la mayor de ellas, quizá la más difícil, es siempre la aceptación. Aceptar al otro tal como es. Saber distinguir y saber separar dentro de los hechos, lo que es real de lo que es imaginación, o sea, el hecho en sí, lo que es realidad y lo que puede ser reflejo de lo que ya he vivido en esta vida, o incluso en otras etapas reencarnatorias.
Muchas veces quedamos estancados en una circunstancia dramática que estamos viviendo, olvidándonos de mirar hacia otros aspectos positivos. Aquello que nos roba la paz de espíritu es siempre culpa de algo o de alguien, menos nuestra. No hemos sido entrenados para mirar el acontecimiento y encarar el aprendizaje que está por detrás, y ver lo que es tan obvio: si me está sucediendo a mí… soy yo quien tiene que aprender algo. Lo negamos y permanecemos en el dolor. Eso nos limita, produciendo un enorme dolor emocional. Nos iludimos y estrechamos todavía más nuestra visión. Un ejemplo muy común de esto es el juzgar a una persona, que posee innumerables cualidades y actitudes positivas, solamente por una que nos parece inadecuada. Muchas veces es alguien con un enorme currículo positivo, pero que será recordado tan solo por algo equivocado (a nuestros ojos) que ha cometido.
La negación de nuestra responsabilidad destruye la realidad positiva y cuando elegimos permanecer en ella, consideramos que eso que sentimos, vemos o pensamos es la verdad. Percibimos solamente aquello que queremos ver o creer y adoptamos la postura de víctimas, pero nunca la de verdugos. Es mucho más cómodo, no cabe duda, ¡pero menos constructivo!
Contemplar la vida a través de una lente imaginaria nos presenta una realidad distorsionada, esa que no acepta la responsabilidad, los hechos y las personas tal como realmente son, y eso nos perturba. Si realmente practicamos la fe que decimos tener, alcanzaremos una comprensión misericordiosa, aquella que entiende que todo ocurre exactamente tal como debe ocurrir. Ponemos nuestra fe por encima de cualquier obstáculo, aceptamos la vida y aprovechamos el aprendizaje. Nada puede aportarnos más paz y serenidad que esa actitud positiva. Cualquier otra será siempre la de intentar manipular y controlar la propia creación divina.
Aceptar es reconocer la realidad y salir de la ilusión auto-creada.
Entrégate al Camino Interior sin racionalizar. Procura sentir las energías y comprender con el corazón las “señales” que tu alma envía”.
Maestro El Morya, del libro Mensajes de los Maestros.
