Oraciones, cánticos sagrados, mantras e invocaciones ¿tienen más efecto en voz alta?
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 15/02/2017 09:19:40
Traducción de Teresa
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¡Sí! ¿Y sabes por qué? La tercera Ley Hermética explica el motivo. Dice: Nada está parado, todo se mueve, todo vibra. No siempre conseguimos ver esa vibración, pero aquellos que son más sensibles a la manifestación de los planos sutiles, ciertamente ya la habrán sentido. Por lo regular, los nativos de los signos de Agua perciben mejor esas vibraciones, pero todo depende del mapa como un todo. Es un hecho, no obstante, que si colocamos un vaso de agua sobre una mesa de madera y sacudimos ligeramente esa misma mesa, podremos percibir fácilmente las vibraciones que se forman en el agua. Existen vibraciones todavía más sutiles, como las que emanan la luz o los sonidos. Y otras aún más imperceptibles, como las que advertimos cuando entramos en un local con malas vibraciones.
Reconocemos que el movimiento de todo lo que es manifestado en el Universo es un movimiento vibratorio. Por tanto, para comprender el Principio de la Vibración hemos de entender que EL TODO se manifiesta a través de vibración. Pero esa vibración se produce a escala tan sutil y rápida que es prácticamente imperceptible para nosotros. Sabemos también que el Espíritu se manifiesta a través de la vibración más rápida y sutil que existe y se propaga a través del Éter (el Quinto Elemento) y que la Materia posee una vibración más lenta y más grosera. Entre esas dos escalas de vibración hay otras innumerables escalas de vibración, con millones y millones de grados.
La ciencia moderna ya ha descubierto que lo que llamamos Materia y Energía son simplemente modos de movimiento vibratorio, y ya se estudian fenómenos de la Mente como siendo fenómenos vibratorios. Si recordamos que el Primer Principio Hermético es el Principio del Mentalismo (Todo es Mente, el Universo es Mental) podemos concluir que la Mente se manifiesta a través de la vibración, desde la más sutil y rápida hasta la más densa y lenta. Otra cosa que la ciencia nos enseña es que las vibraciones son procedentes de la temperatura o calor. No importa si un objeto es caliente o frío, al vibrar manifiesta calor. El movimiento vibratorio es circular, o sea, gira en torno a un núcleo central. Lo mismo sucede con el átomo y también con los planetas. Las moléculas de que están formadas las especies particulares de la materia se hallan en constante vibración y movimiento, unas alrededor de las otras.
Ya hemos visto alguna vez un dibujo o representación del átomo, ¿no es así? Y ¿no se parece a un micro-sistema solar? El Micro ¿no es igual al Macro? Por tanto, podemos aplicar el Principio de la Correspondencia: Lo que está arriba es como lo que está abajo, y consiguientemente, podemos asimismo aplicar ese principio a nuestra propia vibración energética, a la vibración de nuestra mente y de nuestro cuerpo físico.
La ciencia moderna ha descubierto recientemente que la luz, el calor, el magnetismo y la electricidad son formas de movimiento vibratorio, probablemente emanadas del éter y que existe en el universo un principio de atracción molecular que crea una afinidad química que es el principio de la atracción atómica. Y ese descubrimiento explica también el principio de la gravitación, que es el principio de atracción por la cual una partícula o masa de materia es atraída por otra partícula o masa.
Ahora podemos hacer una analogía: si nosotros tenemos pensamientos negativos, nuestra mente estará emitiendo señales vibratorias negativas; entonces ¿qué tipo de vibraciones estaremos atrayendo hacia nosotros? Negativas, sin duda. Estamos cansados de oír esto, pero nuestra mente continúa emitiendo señales de odio, ira, envidia, frustración, etc. Todas esas son vibraciones negativas. En realidad, es bastante fácil comprobar ese principio: la guerra atrae la guerra, el odio atrae el odio y el dinero atrae el dinero, ¿no es cierto? Sí lo es. Pero amor atrae amor, bondad atrae bondad, prosperidad atrae prosperidad. ¿Cómo hacer entonces, para atraer tanta cosa buena para nuestra vida?
Hemos visto que la vibración se propaga a través del éter y las enseñanzas de los ocultistas y de las filosofías orientales principalmente nos enseñan a modificar y purificar esa sustancia, a través de ceremonias: externas, con velas, incienso y aromas, colores suaves, ambientes armónicos y en contacto con la naturaleza; e internas, con meditaciones y vibraciones de tranquilidad, florales y aromaterapia, o alineamiento de chakras. No obstante, nosotros tenemos la voz, ¡que es nuestro instrumento más poderoso! Cuando oramos, recitamos mantras y oraciones, o entonamos cánticos sagrados, estamos vibrando positivo para el cosmos. La música sacra y clásica, especialmente la de Johann Sebastian Bach tiene ese poder: ¡transmutar lo negativo en positivo! Los movimientos vibratorios más armoniosos, en la escala planetaria siempre corresponden a energías más sutiles.
El Hermetismo nos enseña que la manifestación de pensamiento, raciocinio, voluntad, deseo, no es más que una vibración manifestada: siendo así, ésta puede afectar a la mente de otras personas. Por esa razón debemos tener gran cautela con nuestros pensamientos, pues aun involuntariamente, estaremos esparciendo vibraciones similares a aquellas que están en nuestra mente. Vibremos amor, recibiremos amor, vibremos armonía y viviremos en armonía. Con persistencia y voluntad podemos modificar nuestras vibraciones negativas, comprendiendo cuán poderoso es ese instrumento llamado Voz cuando asociado al poder de la Mente. Aplicar el Principio de la Vibración para atraer prosperidad, paz, bienestar, armonía, requiere dominio de la mente y disposición mental. Ese es el Secreto.
Hermes enseña que el Arte de la Trasmutación Mental es una Alquimia Mental: Aquel que comprende el Principio de la Vibración ha alcanzado el Cetro del poder.
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São Paulo, 6 de febrero de 2017
