Organizando los recuerdos y los pensamientos
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 15/04/2014 08:33:11
por Bernardino Nilton Nascimento - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Para fijar una experiencia visual y compleja debemos utilizar más composiciones parciales, tratándolas como elementos de una visión más amplia. Más tarde, la imagen del conjunto, la imagen de la definición, se convierte en un pensamiento de hoy, que puede ser clara y bonita como también confusa, pero prende nuestra atención.
En un recuerdo lógico, procura retener menos los acontecimientos que las relaciones, porque busca retener los acontecimientos en la proporción de sus relaciones y por medio de éstas.
En tal sentido, el recuerdo de las ideas se encaja casi enteramente en los recuerdos lógicos.
Desde que la inteligencia analiza, clasifica, asimila, desde que construye un pensamiento positivo. Un pensamiento negativo puede intervenir en datos lógicos, que vienen para obstaculizar el progreso de las buenas ideas y de los buenos pensamientos.
La inteligencia, facultad de las relaciones, en parte alguna se halla más a gusto que en las relaciones entre causa y efecto o entre principio y consecuencia. Por eso, a fin de organizar eficazmente nuestros pensamientos, no hay nada mejor que organizar nuestros recuerdos, es decir, recordar solamente las cosas que nos hacen bien.
Hay un profundo parentesco entre comprender y aprender. Fijar, con efecto, fácilmente, lo que se comprende, es decir, aquello cuyas conexiones se completan en satisfacción interior de nuestras almas, de lo cual se puede deducir lo que es ordenado y que “permanece”, gracias a nuestros buenos pensamientos en el pasado.
Debemos acordarnos de una escena buena y exacta para fines de una futura descripción de nuestra vida, así eliminamos las amenazas contra nosotros. Para ello trataremos de envolver todos los buenos pensamientos y colocarlos en el orden prioritario de nuestros deseos presentes. Todas las amenazas tienen una causa que puede resquebrajar nuestro carácter, el tono de las palabras dichas en el pasado, los malos pensamientos y otros acontecimientos menores.
Poniendo todos nuestros recuerdos en orden y dominando nuestros pensamientos actuales, los acontecimientos se hallan rodeados por determinaciones según las cuales ninguna imagen desagradable va a afectar a nuestros deseos, sueños, objetivos de una vida mejor, tanto para uno mismo como para toda la humanidad.
Reconocer los sacrificios de nuestros antepasados y mantener el crecimiento del ser humano como prioridad va a traer buenos recuerdos, y consiguientemente, buenos frutos en nuestras vidas. Poco se piensa en las grandes y buenas ideas que nos ofrece el confort de hoy, nos acordamos poco de los predicadores del amor, que dejaron sus vidas de lado para luchar por una causa que hoy estamos disfrutando, que es el camino del amor.
Los acontecimientos son un conjunto de pensamientos y palabras que a menudo dejamos en el aire; ellos forman un cuadro rígido que es difícil deshacer. Sólo buscando el “amor” en las profundidades de nuestra alma, y haciéndole salir fuera por nuestras miradas, por nuestras respiraciones, por nuestros poros, por nuestras palabras y actos, podremos revertir cualesquiera situaciones angustiosas.
Las relaciones, ley esencial de la memoria, hemos de cuidarlos con todo cariño y compasión, pues siempre habrán de estar vivos en nuestros recuerdos.
El arte de organizar las relaciones y los pensamientos permite que se formen suaves senderos en nuestras vidas, capaces de resistir a la acción disolvente del tiempo. En las relaciones se ligan la lógica y un elemento que han de fijarse en nuestras vidas. Hacen posible escorar los recuerdos frágiles con una compleja unidad de los recuerdos esenciales ya adquiridos y familiarizados, para beneficiarnos en nuestra estabilidad.
Organizar consiste en constituir activamente, en el interior de los recuerdos, un orden y una doctrina que también reata los recuerdos a otros ya existentes, que proporcionarán un cuadro de nuestras recordaciones, de ellas recibiendo una protección divina que facilitará la reconstrucción de nuestro camino.
¿Qué papel debemos atribuir a la repetición? La repetición se emplea, principalmente, en el recuerdo-hábito, en el recuerdo mecánico. Además interviene asimismo en los recuerdos concretos y en la memoria de las ideas. Por ejemplo: un Mantra, una oración que viene siendo repetida desde decenas, cientos o miles de años, crea fuerza universal para recorrer nuevos caminos de fe, abre espacios y aleja los malos pensamientos, las barreras y fantasmas de la mente y del alma. El repetir las buenas palabras y acciones nos trae fe, y la certidumbre de que podemos revertir cualquier situación adversa que pueda estar obstaculizando nuestros sueños, nuestros deseos e incluso nuestro poder de creación.
Eligiendo los buenos recuerdos, dominando los pensamientos, repitiendo las buenas acciones, las buenas palabras, surge la luz del camino a seguir. Podemos afirmar con toda seguridad que estamos en el camino de la evolución humana, y quienes se encuentren en ese camino tienen como seguro el viento universal de la prosperidad y del amor.
BNN
