Palabras de Chico Xavier – Parte 1
por Acid em STUM WORLDAtualizado em 16/07/2007 13:02:29
Traducción de Teresa - [email protected]
Me gustaría agradecer públicamente a Om Shanti por los libros que me ha enviado, de Carlos A. Bacelli. Aprovecho para compartir el regalo con mis lectores, en fragmentos seleccionados que mucho me han interesado. El libro que estoy leyendo es “Chico Xavier, à sombra do abacateiro”. (Chico Xavier, a la sombra del aguacate).
De 1980 a 1985, todos los sábados, habitualmente Chico Xavier realizaba un culto evangélico, a la sombra del frondoso aguacate, en pleno corazón de la Naturaleza, en Uberaba. Bacelli y colaboradores han escrito, a mano, lo que Chico decía, intuido por Emmanuel. Es una recopilación de frases y lecciones preciosas pronunciadas a cielo abierto, para un público heterogéneo, que incluía desde médicos sedientos del pan espiritual de Chico/Emmanuel, hasta pobres muertos de hambre que iban en busca del pan material (distribuido en el lugar). Aunque Chico (o Emmanuel, nadie lo sabe seguro) hiciese una salvedad: “Jesús multiplicó los panes. Nosotros repartimos las migajas.”
Para los pocos (creo yo) que aún no sepan quién fue Chico Xavier (en el futuro dirán que él fue tan sólo una leyenda, como algunos dicen de Buda o incluso de Jesús), hago aquí una breve reseña histórica, basada en la tradicional y conceptuada enciclopedia electrónica, la
Desciclopédia
Francisco Cándido Xavier (también conocido por el alias de Profesor X) es un renombrado mutante psicógrafo y también líder de los X-píritas. Xavier posee la facultad de ver muertos, oírlos, conversar con ellos vía MSN, añadirlos al Orkut y recibir Torpedos MMS de ellos.
Chico había tenido una infancia difícil, debido al miedo y a la incomprensión de sus poderes, que le llevaron a alejarse de la sociedad y a refugiarse en el movimiento punk, como líder de la banda Ramones. Para sobrevivir, hacía chapuzas como Detective Sobrenatural, resolviendo aquí casos de espíritus que huían del Umbral para la Tierra.
Ya en 1931, Chico Xavier entró en contacto con una entidad del Ultiverso, conocida como Emmanuel, que acabó amplificando sus poderes, convirtiéndolo en uno de los mutantes más poderosos del planeta. Guiado por Emmanuel, Xavier dedicó su vida a enseñar a los mutantes a lidiar con sus poderes, ayudando a mutantes, muertos y humanos normales a coexistir sin miedo.
Ahora que ya conocemos mejor este fenómeno mediúmnico, vamos a los fragmentos de sus charlas a la sombra del aguacate:
Sobre las reuniones espíritas
Chico empezó afirmando que “durante trescientos años, casi, los cristianos se reunían al aire libre. (…) El Sermón de la Montaña, el documento más importante de la humanidad, no fue producido entre cuatro paredes; sino al aire libre, junto a aquellos que son los herederos del Evangelio, que somos todos nosotros, a través de los tiempos”. Aprovechó entonces para referirse a las reuniones de carácter elitista, frecuentes en las filas espíritas, no dejando pasar la oportunidad de advertencia en cuanto al mismo error en que ha incurrido el Cristianismo al metamorfosearse en Catolicismo. Añadió que las “reuniones cerradas” son también necesarias, pero nos hace falta ir al encuentro de los más sencillos “para que todos sepan, y nosotros también, que somos hermanos los unos de los otros. (…) Cuando desencarnemos, nos encontraremos con la familia de la idea, del corazón…”
Repitiendo que, en la esencia, somos todos hermanos, Chico nos advirtió en nombre de la Espiritualidad Superior: “El cumplimiento del deber establece la diferencia; la igualdad absoluta sólo existe en el origen y en la llegada. (…) Los más fuertes son llamados a ayudar a los más débiles; los que tienen más salud pueden ayudar a los enfermos…”
Y dijo que las reuniones “fuera de nuestras especificidades son buenas y necesarias…”, por la aproximación real que promueven… por el formalismo que queda arrinconado…
“Tenemos el precursor del ‘cielo abierto’ en Jesucristo, que enseñó en las plazas públicas y dejó el Sermón de la montaña en pleno aire libre, hablando a millares de personas de todas las condiciones, enseñando el amor, la misericordia, la mansedumbre, la paz. El Sermón de la montaña representa para muchos estudiosos del progreso humano, el mayor documento de la humanidad, en el cual Jesús nos enseñó, ante todo, a despertar nuestro corazón para el amor, y Allan Kardec continuó esa tarea legándonos El libro de los espíritus, que contiene las enseñanzas del amor”.
“Jesús enseñaba en barcos prestados, enseñaba en bancos públicos, en las plazas a que acudía, en los montes, en los hogares de compañeros… La única propiedad de Cristo fue la cruz. No se habla de una casa del Cristo, de un territorio del Cristo, pero la Cruz del Cristo es muy recordada”.
Sobre la aflicción (estrés)
“A medida que la Providencia Divina determina mejoras para nosotros, en la Tierra inventamos aflicciones. (…) Para cultivar el suelo tenemos el auxilio del tractor, antes sólo poseíamos los carros de bueyes. Hoy, tenemos vehículos motorizados, acortando distancias, pero no nos contentamos con los 80 km/h; antes se andaba a pie. Hoy, la nevera conserva casi todo; antes, se plantaba en el huerto…”
Habla entonces del confort en que vive el hombre y de su comodonería espiritual:
“Es que hemos de contentarnos con lo que tenemos; estamos ricos, sin saber aprovechar nuestra felicidad. Antes, las personas ancianas desencarnaban con nosotros, hoy las mandamos a los asilos. Teníamos un poco de charla durante el día, la oración por la noche. Ahora hemos inventado dificultades y después vendrá el complejo de culpa e iremos a los psiquiatras. (…) Si estamos en una cola y una señora enferma nos pide el lugar, hemos de cedérselo. Recordemos la plegaria patrón para todos los tiempos que es el Padre Nuestro, cuando Jesús nos dice: El pan nuestro de cada día… ¿Por qué acumular tanto? Existen personas que poseen 35 pares de zapatos; ¡¿a dónde irán a buscar 70 pies?! (…)Estamos sufriendo más por exceso de comodidad, que por exceso de incomodidad. (…) Muere mucha más gente de tanto comer y de tanto beber, que por falta de comida. (...) La inflación existe porque queremos lo que está de más…”
Y concluye:
“Esta es la opinión de los Espíritus. Perdonadme si he hablado mal, pero si he hablado mal, ha sido en lo que hablé por mí.”Paciencia
“…Apenas un recuerdo de parte de nuestro Bienhechor Emmanuel. Él me pide que os recuerde un ítem sobre la lección de la paciencia que nunca se me había ocurrido antes: paciencia que nace del verdadero amor predicado por Jesús, ¡la paciencia con la felicidad de los demás! La felicidad de un adversario de nuestras ideas; a veces, creamos dificultades en torno a la persona que se siente feliz de un modo diferente del nuestro. Estamos hablando de las personas operosas, que sirven al Bien.”
“Entonces, muchas veces es un hijo, que queremos que sea abogado, pero él se siente feliz siendo labrador… ¡¿Por qué, entonces, imponerle la obligación de estudiar ciencia, en libros, bajo pretexto de ser feliz como queremos?! Otras veces es el matrimonio… ¡¿Por qué procedemos de esa manera si nuestro hijo o nuestra hija están felices con ese tipo de unión?! Otras veces, es un amigo que recibe una casa… Dios mío, ¡¿por qué fulano ha recibido la casa y no yo?!
Debemos sentir la felicidad de tener a nuestros amigos felices.
La felicidad debe reinar con todos y para todos.
La felicidad es un patrimonio que debe pertenecer a todos.
Cuántas veces habremos perdido grandes oportunidades para aprovechar las lecciones de la vida, cuando nos hemos dejado perder por la envidia, por los celos, por el espíritu de antagonismo… Todos podemos ser alegres dentro de nuestro propio lugar. Muchas veces hemos errado por la falta de paciencia con la felicidad de los demás, especialmente con aquellos que están conviviendo con nosotros en lo cotidiano.
Si nuestro amigo está feliz, si nuestro hermano está feliz con determinado camino, pidamos a Dios alegría, aunque tengamos pensamientos negativos acerca de la opción que han realizado, porque también queremos respeto para nuestras opciones. ¡¿Cuántos suicidios y cuántas fichas de Sanatorio no existen por falta de paciencia con la felicidad de los familiares?!
Dios no da xerocopias. Cada cual es un mundo por sí”.
Sobre la palabra
“Las palabras son una red de seda, tras la cual nos escondemos, pero quien nos conoce nos ve.”
Trabajar y esperar
Chico Xavier contó una leyenda hindú, en que dos hermanos deseaban conquistar la pureza, seguir la senda de los Mahatmas:
Acordaron que, después de veinte años, ambos deberían encontrarse en aquel mismo lugar.
Cada cual siguió su camino.
Uno se aisló del mundo, recogiéndose en la meditación y en la plegaria.
El otro se volvió a su casa, luchando con las dificultades naturales de la familia.
El tiempo corrió.
Veinte años habían pasado, cuando los dos hermanos, fieles a la palabra empeñada, se reunieron en el mismo lugar.
El primero, el que se había aislado, no reconoció al segundo, tal el estado deplorable de inmundicia en que se encontraba: estaba sucio, harapiento, seguido por un gran séquito de necesitados…
El primero exhibía una túnica muy blanca y reflejaba gran seguridad.
Después de identificarse, fueron a presencia de un Ángel del Señor, que sumaría las dudas en cuanto al aprovechamiento de ambos, en las luchas de la Vida.
La elección recayó sobre el segundo, el que había vuelto a la convivencia familiar, exponiéndose a las tentaciones. “Pero, Buen ángel – dijo el primero – yo he alcanzado la pureza máxima, mientras que mi hermano trae las rodillas deshechas por las sucesivas caídas… Yo he conseguido atravesar el Ganges sin siquiera tocar con los pies en el agua…”.
El Espíritu iluminado, tras escucharlo, habló melancólicamente:
“¡Ah, hermano mío, para atravesar el Ganges sin mojar los pies, te bastaría haber construido una chalupa!”
La lección nos tocó muy hondo en el alma.
Con la plegaria final, hemos ido todos a dar nuestro abrazo de amistad a los hermanos que nos aguardaban, en la certidumbre de que el mejor proceso de avanzar será siempre trabajar y esperar.