¿Para qué juntar tantas cosas? ¡Conoce el Trastorno de Acumulación!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 20/04/2017 13:09:43
Autor ROBERTO DEBSKI
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Traducción de Teresa
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Personas que padecen el Trastorno de la Acumulación (TA) adquieren compulsivamente objetos innecesarios, viven en ambientes desordenados y sienten enorme dificultad en deshacerse de sus pertenencias.
Pueden acabar solitarios, enfermos y con su calidad de vida altamente comprometida.
El Trastorno de Acumulación puede verse desencadenado por varias causas. Entre ellas pueden identificarse la predisposición genética, ya que ciertos estudios determinaron la alta prevalencia en gemelos con dicho trastorno y también hay mayor porcentaje de trastornos psiquiátricos en sus padres. También puede ser desencadenado por trastornos biológicos y traumas vivenciados, como privaciones materiales o emocionales en la infancia, que actúan conjuntamente para iniciar y mantener ese comportamiento disfuncional y altamente perjudicial.
Únicamente a partir de la 5ª edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DMS 5), de 2013, el Trastorno de Acumulación viene siendo considerado, aunque todavía sin consenso, como patología independiente. Hasta entonces, ni en las ediciones anteriores del Manuel ni en la Clasificación Internacional de Dolencias (CID 10) de la Organización Mundial de la Salud había esa individualización, y ese trastorno era clasificado como Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) y Trastorno de la Personalidad Obsesivo-Compulsiva (TPOC).
Existe una alta prevalencia de co-morbilidades, o presencia de esas otras dolencias concomitantemente al Trastorno de Acumulación, y también la presencia del comportamiento de acumulación de objetos en el TOC y en el TPOC, lo cual requiere hacer un diagnóstico diferencial e independiente para dichos trastornos.
El trastorno puede iniciarse en la juventud y edad adulta, y se acentúa durante el envejecimiento cuando las dificultades adaptativas y de relación se hacen más evidentes, agravando el cuadro de la dolencia.
Hay varias clasificaciones del Trastorno de Acumulación.
Existen los acumuladores compulsivos, que acumulan todos los objetos imaginables en sus casas, convirtiéndolas en inhabitables y perjudicando su convivencia familiar y social; están los acumuladores coleccionadores, que se especializan en coleccionar objetos específicos, y mantienen un lado saludable de la personalidad con organización en el ambiento donde viven, y hay los acumuladores de animales.
Los coleccionadores de animales adquieren o recogen de las calles una gran cantidad de animales, gatos y perros, decenas y hasta cientos de ellos, movidos de compasión por los animales abandonados y que han sufrido maltrato.
Según investigadores esas personas que acumulan animales pasaron por experiencias en sus vidas de apego disfuncional, y cuando envejecen, fase en que el apego humano se convierte en un problema más grave, se vinculan a los animales.
Obviamente ellos mismos no consiguen cuidar adecuadamente de esos animales, que acaban mantenidos en condiciones insalubres e inseguras, hecho que el propio acumulador no percibe debido a su trastorno.
En su mayoría son mujeres de mediana edad y solteras, que viven solas y pueden tener otros rasgos de trastornos de personalidad y psiquiátricos.
En esa fase de la vida, por el agravamiento de los síntomas y las dificultades sociales y de relación, se incrementa la necesidad de cuidar y controlar, agudizando el Trastorno de Acumulación.
Un trabajo realizado por David Tolin, de la Universidad de Yale en los EUA, evaluó el cerebro de acumuladores a través de imágenes de Resonancia Magnética Funcional.
Los acumuladores presentaron alteraciones cerebrales en áreas como el córtex cingulado anterior, que está asociado a errores en decisiones y también en la denominada ínsula anterior, relacionada con la evaluación de riesgos y decisiones.
Posibles conclusiones de ese trabajo refieren que los acumuladores evitan decidir qué hacer cuando piensan en librarse de los objetos acumulados por miedo a tomar decisiones erróneas, lo cual origina sufrimiento.
Hay teorías que relacionan algunos neurotransmisores cerebrales con la condición de los acumuladores. El uso de medicamentos como los Inhibidores Selectivos de Recaptación de Serotonina (ISRS), y también las benzodiazepinas y otros antidepresivos atípicos producen grandes mejorías en los síntomas del Trastorno de Acumulación, reforzando y potenciando las obtenidas con la terapia psicológica.
El acumulador, contrariamente a los portadores del TOC, no presenta pensamientos intrusivos, rituales ni ansiedad al deshacerse de los objetos que acumula. Lo que sienten los acumuladores es enojo por tener que librarse de ellos. Ese sentimiento no es compatible con las características de las obsesiones, pero diversos autores afirman que el Trastorno de la Acumulación es un diagnóstico asociado al Espectro Obsesivo-Compulsivo (EOC).
La persona con Trastorno de Acumulación sufre con la idea de deshacerse de esos objetos porque está en la creencia de que ellos tendrán utilidad en el futuro, que tienen valor afectivo o económico y se sienten seguros guardándolos.
Nuestras creencias definen nuestro mapa de mundo y nuestro comportamiento; siendo así, para ellos librarse de esos objetos es causa de un gran sufrimiento.
Si conoces a alguien con esas características, has de saber que esa persona puede ser ayudada a mejorar, y necesita acudir a un tratamiento médico y psicológico adecuados.
¡Mucha paz y salud para ti y los tuyos!
Dr. Roberto Debski
Médico CRM SP 58806
Especialista en homeopatía y acupuntura por la Associação Médica Brasileira
Psicólogo CRP/06 84803
Coach y Master Trainer en Programación Neurolingüística
