Patologías, desequilibrios y obsesiones
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:20
por Aurora de Luz
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Traducción de Teresa
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He notado que las causas de diversas patologías y consiguientes obsesiones son inherentes al ser en sí. La propia persona crea un ambiente interno que la convierte en campo fértil para el surgimiento y desarrollo de tales patologías, que impiden e incomodan, y mucho, el correcto desarrollo de una vida proficua para el espíritu allí encarnado.
Estas personas andan lejos de ser únicamente pasajeros víctimas de las vicisitudes de la vida, sino que son conductores del vehículo que es este cuerpo que habitan en el momento. Ellas mismas llevan a su cuerpo y a sí mismas hacia estos deplorables acontecimientos, por los cuales a menudo destruyen su vida y la de otros a su alrededor.
Destruyen, sí, pues aun alegando no ser más que pasajeros en este cuerpo que habitan, son en realidad conductores insensatos llevando inadecuadamente sus vidas por caminos que cualquiera, con algo más de equilibrio y observación, puede ver que son equivocados y que habrán de ir a parar en algo nada agradable.
Lo peor de todo es que estas personas no se consideran responsables por sus propios actos.
Son personas ya desesperadas con la secuencia repetitiva de errores que les afectan, y que ellas normalmente atribuyen a la casualidad o a alguien de su convivencia cercana. Y cuando ese estado de espíritu se adueña del ser, la persona toma caminos todavía más perniciosos que la llevan de cabeza al fondo del pozo.
Todos sabemos cuáles son los caminos que conducen al fondo del pozo y sus consecuencias diversas, que llevan a esas personas, después de mucho expiar los resultados de sus errores, y aún sin llegar a la luz del conocimiento de que ellas mismas son su propio verdugo, a desencarnar en deplorable estado, abarrotando aún más los umbrales en los entornos de la Tierra.
Abarrotando, sí, pues a personas en este estado no hay cómo socorrerlas; a fin de cuentas, no han tenido el mínimo despertar para poder hacer desandar su patología y así derramar luz sobre ese espíritu que ya ha cometido tantos errores.
Normalmente estas personas acaban por pasar varias décadas, si no más, en el umbral, echando la culpa de sus propios errores a cada uno de los que convivieron con ellas. Van decayendo poco a poco, hasta que sus fuerzas acaben con su orgullo ya tocado y podamos al fin acercarnos para llevar linimento a sus heridas. Pero después de eso, es la persona la que tiene que crear fuerzas, para salir de esa situación y enfrentarla por medio de nueva encarnación en la Tierra, para que, quién sabe esta vez, aprenda a tener responsabilidad por sí y por sus actos, a fin de seguir adelante, sin llanto ni crujir de dientes, enfrentando la vida como lo hacen los fuertes.
Dictado por Alberto
