Perdón...
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 16/01/2014 09:20:35
por Affonso Celso Gonçalves Jr.
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Qué es perdonar? ¿Debemos perdonar? ¿Y ser perdonados? El perdón ¿ha de otorgarse con palabras o con actitudes? Cuando alguien nos hace daño, nos trata de forma injusta o incluso nos desea mal, ¿somos de veras capaces de perdonar a esta persona? ¿De veras debemos perdonarle?
Es lógico que el perdón tiene que venir de nuestro corazón y no simplemente de nuestras palabras, pero lo más importante no es si seremos capaces o no de perdonar a alguien, sino que la primera cuestión a levantar es: la persona que te hizo el daño ¿querrá de veras ser perdonada? Y más, ¿tendrá ella la humildad de pedirte perdón?
La clave del acto de ser perdonado está en la humildad de la acción de pedir perdón. Esta actitud ciertamente hará que el ciclo malévolo de actos a menudo impensados se rompa, y una nueva energía dé origen a un nuevo ciclo carnal entre los implicados, siendo esta la oportunidad de crecimiento para ambos.
Cabe resaltar que toda esta reflexión sobre el perdón es personal y retrata mi manera de ver el desarrollo humano en la actualidad. Parto del presupuesto de que nadie es dueño de la verdad, y siendo así, ¿por qué debemos creernos con derecho a perdonar y a ser perdonados?
Considero que todos buscamos un camino suave de resignación, aprendizaje y progreso espiritual e intelectual, pero no siempre contamos con la receptividad de todos; y así, a menudo, nuestro perdón es manifestado de diferentes maneras y una de ellas es el olvido total de aquello o de aquellos que nos hicieron daño.
Así seguimos adelante, con la mente y el corazón limpios de cualquier pensamiento negativo con relación a quien nos lastimó; y eso no deja de ser una forma singular de haberle dado nuestro perdón, pero debemos tener el derecho de alejarnos de todo aquello que haga menguar nuestra franja vibratoria y nos traiga recuerdos amargos.
El sabio Chico Xavier dijo que “aunque nadie pueda volver atrás y hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede empezar ahora y hacer un nuevo final” y la interpretación de esta bella reflexión puede ser de diversas maneras; una de ellas es que podemos limpiar nuestra alma de resentimientos innecesarios y continuar de frente nuestro camino sin que por fuerza tengamos que convivir con personas que se han alejado de nosotros, pero eso no significa que no hayamos perdonado y olvidado todo lo que ocurrió.
A cada día que pasa intento renovar mis actitudes con todos aquellos que han cruzado mi camino en esta encarnación, y así, estoy depurando mi alma con la resignación de quien intenta corregir fallos y superar resentimientos que por ventura haya causado a otros.
Conozco muy bien a los hombres, para ignorar que a menudo el ofendido perdona, pero el ofensor no perdona jamás…
Jean-Jacques Rousseau