Perdonando la insensibilidad de los adultos
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 03/01/2012 10:24:34
por Andre Lima - [email protected]
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Atendí a una amiga que se quejó de varias situaciones en el presente donde se sentía en una situación injusta. Situaciones que tienen que ver con su trabajo, en su momento actual de vida.
Pensé que iríamos a comenzar a aplicar *EFT para disolver esos sentimientos del presente y que sería ese el punto de partida de la sesión.
Sin embargo, a medida que fue contándome las situaciones del presente, rápidamente fue recordando eventos de allá lejos de la infancia, donde ella había sufrido injusticias. Es común que haya esa ligazón y repetición de sentimientos de la infancia.
Al recordar esos eventos de la infancia, la carga emocional era mucho más intensa que la carga de los eventos actuales. Por eso, comencé a aplicar EFT para trabajar las cuestiones del pasado más distante. Cuando aplicamos EFT, no hay orden cronológica que sea “mejor”. Comencé por la infancia apenas por cuenta de la carga emocional muy intensa de esas memorias.
Un evento que puede parecer una tontería del punto de vista de un adulto, queda profundamente marcado en el niño. Los adultos tienden a olvidar como se sentían cuando eran niños y acaban por no reconocer y respetar los sentimientos infantiles.
Y el niño, por no saber expresarse, no consigue asumir una postura y defenderse. Fue lo que sucedió con esta amiga mía.
El evento con ella se dio en la escuela, cuando tenía, creo yo, menos de ocho años de edad. Lucia (nombre ficticio) había recibido de regalo una bolsa de caramelos y los levó a la clase. Una compañerita se interesó por los caramelos y quiso comprarlos. Siendo así, la compañera agarró un dinero que había recibido y le ofreció como pago a cambio de la bolsita de caramelos. Lucia aceptó el pago, le dio los caramelos a la amiga y fue para casa feliz de la vida con el dinero en el bolsillo. Cuando llegó en casa, le dio el dinero a su abuela para que se lo guarde.
Sin embargo, la madre desconfió de aquel dinero, como si ella le hubiese robado algo a alguien. Lucia se sintió entonces muy mal con el juicio de la madre, pues ella se veía como una niña de buena índole que jamás perjudicaría a una compañera. Pero la historia continuó en la escuela. Y ella fue juzgada por las maestras, sintiéndose cada vez más herida y agraviada. Por suerte un chico había visto la “transacción comercial” y la defendió diciendo que Lucia había vendido los caramelos.
Aún así, para su madre y para otros adultos, fue como si ella hubiese sacado alguna ventaja. El resultado es que ella fue obligada a devolver el dinero. Se sintió avergonzada y triste por eso. Y lo peor, la amiga no devolvió la bolsa de caramelos. El sentimiento de injusticia fue aún peor. Era como si ella hubiese cometido un crimen y estaba siendo sancionada.
Puede parecer un hecho bobo para un adulto. Pero la verdad es que la emoción de un niño es tan intensa cuanto la de un adulto. El trauma causado al pasar por una situación como esa en la infancia se asemeja al trauma que un adulto tendría al ser acusado injustamente de robar o intentar llevar algún tipo de ventaja de alguien. Cualquier adulto se sentiría muy mal. El niño también siente, y tal vez en una intensidad mayor, pues no tiene claridad y madurez suficiente para defenderse. ¿Y va a argumentar contra quién? ¿Contra la madre todo poderosa? ¿Contra las maestras que saben todo? El niño siente, entonces, una mezcla de sentimientos de injusticia, rabia y culpa. Si, culpa porque si personas maduras y adultas lo acusan, él en el fondo se cuestiona si hizo algo malo.
Y ese fue uno de los eventos que surgió durante la sesión, donde ella relataba que había quedado una herida profunda. Trabajamos pacientemente hasta disolver cien por ciento los sentimientos de rencor, rabia e injusticia. El resultado fue excelente.
Muchas veces no damos importancia a esos sentimientos que quedan en nosotros de allá lejos en la infancia, por creer que es una tontería. Pero no son. Son tan intensos y tan importantes que seguramente en algún momento iré a lanzar un curso de EFT para tratar solamente de situaciones emocionales de la infancia, pues ese contenido guardado se refleja de forma profunda aún en la vida adulta.
En el caso de mi amiga, el sentimiento de injusticia se repetía en diversas situaciones de la vida adulta. Y esa repetición ocurre por una combinación de razones. Una de las razones es que, cuando guardamos sentimientos negativos del pasado, como el sentimiento de injusticia por ejemplo, nuestra mente tenderá a ver más situaciones de injusticia. Ya que se trata de una herida abierta que tenemos dentro de nosotros, todas las veces que observamos una injusticia (sea con nosotros o con terceros) esa herida será tocada y por eso prestaremos más atención a esas situaciones y ellas nos marcarán más intensamente.
El otro mecanismo que lleva a la repetición de las situaciones es el que llamamos de sincronicidad o coincidencias. El sentimiento negativo dentro de nosotros es como un imán que atrae nuevas situaciones negativas. O sea, sentimientos de injusticia atraen más situaciones para que nos sintamos nuevamente agraviados. Y ahí, cuando las situaciones suceden, iremos a actuar de una forma más intensa, debido a la acumulación de injusticias del pasado. El sentimiento entonces se intensifica y nuestra mente tenderá a ver más injusticias e irá reaccionando cada vez peor…
Creo que es posible percibir el circulo vicioso que ayuda a empeorar la negatividad acumulada. Ese mecanismo sucede en cualquier tipo de sentimiento negativo. Es de esa forma que el ego se fortalece y domina nuestra vida y acaba causándonos mucho sufrimiento.
Ya traté centenas de eventos como esos y vi cuanto trae mejoras en la vida adulta la disolución de esos sentimientos. Nunca subestimes los sentimientos que fueron generados en la infancia. Sentimientos no tienen edad. Pueden ser generados en el nacimiento y perpetuarse por toda una vida.
Todo eso también sirve para que nos recordemos como es que un niño se siente, y así tengamos la conciencia de cómo tratarlos, respetando sus sentimientos. Es difícil que los adultos tengan esa claridad. Es raro ver alguien pidiendo disculpas por haber cometido un error con un niño. Es común ver a los padres diciendo y haciendo cosas que humillan a los hijos delante de otras personas. Piensa como un adulto se sentiría en situaciones como esas. Es de la misma forma que el niño se siente, pero él puede no parecer, por no saber como lidiar con la situación y no saber expresarse como un adulto.André Lima - EFT Practitioner. *EFT - Emotional Freedom Techniques –
Es la acupuntura emocional sin agujas. Enseña a desbloquear la energía estancada en los meridianos, de forma fácil, rápida y extremamente eficaz, proporcionando la cura para cuestiones físicas y emocionales. Tú mismo puedes auto aplicar el método. Para bajar un manual gratuito de esa técnica y comenzar ya a beneficiarte, haz clic aquí.