Perfil del Número 7: El Pesquisidor
por Sonia Weil em STUM WORLDAtualizado em 04/06/2008 11:40:27
Traducción de Teresa - [email protected]
Él entra en casa. Se quita los zapatos, pone una música tranquila y regula la luz para que ilumine suavemente el ambiente, creando un clima intimista. Se sirve una bebida y se acomoda en la butaca preferida, con un libro en la mano. Listo, ahora él puede hacer lo que más le gusta: leer y reflexionar sobre la vida. Analizar a las personas. Pensar acerca de los misterios del universo. Al fin y al cabo, él es un perfil Número 7.
Él necesita paz y sosiego. Si le es posible, se va a vivir a una quinta. O a una casa con patio, con árboles y mucho verde en el entorno. En una calle tranquila, en la que se oiga tan sólo el sonido del canto de los pájaros. Pues él necesita de silencio y del contacto con la naturaleza, para recargar sus baterías.
Todo esto para proteger su inmensa sensibilidad. Que le da la habilidad de “sentir” a las personas, y percibirlas en su interior. Su sentido natural de la psicología es ensanchado por su capacidad de observación; mientras las personas hablan, el 7 muchas veces permanece quietecito, sólo observando y analizando – para comprender cómo funcionan. Y cómo son las cosas.
A su alma de pesquisidor le encanta desvendar lo desconocido. Él no extrae conclusiones precipitadas: paciente, sabe esperar para llegar a sus verdades. Él busca un punto, levanta hipótesis, y va deshilando la trama, desmenuzando, reflexionando, depurando, hasta llegar al cierne de la cuestión. Su pensamiento se alía a la sensibilidad y a la intuición, en una forma toda propia de hacer sus descubrimientos.
Por eso mismo, no logra funcionar bien bajo la presión de las personas o del tiempo. Prefiere hacer las cosas con calma, para conseguir exactamente lo que quiere. Detallista, él necesita tiempo para pensar, pues le gusta planificar sus estrategias. Sabe esperar el momento oportuno, y se prepara para la acción. Como el arquero, que entesa la cuerda con cuidado, para disparar la flecha al blanco exacto.
Tiene la capacidad de escuchar al otro con calma y atención, y de la misma forma, ama la música – clásica, new age, popular – que lo transporta a otros universos en su imaginación y sensibilidad. Por otra parte, nada lo incomoda más que el ruido ritmado de una gota de agua goteando en la pila o el ruido fuerte de los lugares de mucho movimiento.
Le gusta el arte, y además de la música, muchas veces se liga a la danza, a la pintura y al diseño. Su trabajo será siempre minucioso, como sólo un perfeccionista dedicado a los detalles puede hacerlo.
Introvertido, prefiere charlar individualmente o en un pequeño grupo de amigos en un restaurante tranquilo, que salir a fiestas y centros comerciales. Se viste discretamente y con colores neutros, pues no le gusta llamar la atención. Es delicado en su trato, pero reservado en lo que atañe a su vida personal, y confía solamente en los más cercanos.
Tiene necesidad de ayudar a las personas y muchas veces “se duele con sus dolores” y sufre con ellas. Esto puede desequilibrarlo, toda vez que su sensibilidad puede a veces funcionar como una “antena para-rayos”, catalizando hacia sí mismo las energías negativas de los demás. Es importante que él aprenda a ayudar sin envolverse tanto en los problemas ajenos. Y que utilice su “antena” como un sensor, que le informe sobre la energía de las personas y ambientes, y le muestre hasta dónde puede ir, sin perder la armonía.
Esta misma sensibilidad psíquica también le permite acceder a altas sintonías, y muchas veces el 7 se ve inundado por un sentimiento de paz, que hace irradiar a su alrededor, como si estuviese inmerso en un océano de tranquilidad, silencio y luz.
Y entonces, él siente la Presencia Divina casi palpable, tan cercana que se convierte en su búsqueda constante. Místico o religioso, el 7 está siempre en busca de lo sagrado. Y aunque no lo sepa, un vacío interior constante le indica la necesidad de la búsqueda de algo mayor.
Rezar, orar, meditar, hacer yoga – todo esto forma parte de su universo. El universo de las cosas del Espíritu. Del soñar con las respuestas. De las Revelaciones que trae la intuición. Del sentimiento de formar parte de algo mucho mayor, descrito por la Madre Teresa de Calcuta, un típico 7:
“No soy nada, soy apenas un instrumento, un pequeño lápiz en manos del Señor, con que Él escribe aquello que desea. Por más imperfectos que seamos, Él escribe magníficamente.”