Podrías haberlo hecho mejor. ¿Será?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 24/09/2011 00:23:44
por Andre Lima - [email protected]
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Muchas veces rumiamos mentalmente algo que hicimos o dejamos de hacer en el pasado diciéndonos a nosotros mismos que podríamos haberlo hecho mejor o que deberíamos haberlo hecho diferente. Cada vez que tomamos alguna acción, ésta es siempre la mejor que conseguimos tomar en aquel momento, por peor que haya sido. Nuestros actos dependen de nuestro estado de conciencia, y ese estado, a su vez, depende de nuestra experiencia de vida, de los sentimientos negativos que acumulamos y de los sentimientos que se están manifestando en aquel momento.
Inconscientemente consultamos rápidamente todo ese material interior y tomamos nuestras decisiones a cada instante. Cuando nuestro estado emocional cambia para peor, nuestras acciones sufren la influencia de este cambio. Cuando cambiamos emocionalmente para mejor también vemos que se refleja una mejoría en la calidad de nuestros actos.
Todas las veces que analizamos nuestros actos pasados, estamos juzgando nuestras actitudes anteriores, que fueron realizadas de acuerdo con el estado de conciencia de aquel determinado momento, teniendo en cuenta nuestro estado de conciencia actual que muchas veces es muy diferente que el anterior. Y eso puede acabar creando sentimientos de auto reclamo y culpa.
“Yo debería haberlo hecho diferente” o “podría haberlo hecho diferente”. No, no podrías. Solo si tu estado de conciencia fuese diferente en esa época, pero no lo era. Era exactamente de aquella manera que fue en el pasado y no hay como volver y cambiar.
Tal vez se fuese hoy la misma situación del pasado que se repitiese tú tendrías una actitud diferente, pues en la actualidad puedes haber madurado y quien sabe estés en un estado de conciencia mejor. Pero, en el pasado, tu estado de conciencia era aquel que fue en esa época y si volviese el tiempo atrás harías todo de la misma forma.
“Ah, pero si yo tuviese en aquella época la experiencia que tengo hoy”… Pero no la tenías. El dialogo mental de la autoacusación y el lamento sirve apenas para causar sufrimiento. No cambia lo ocurrido en el pasado y crea una negatividad que acaba generando más consecuencias para nuestra vida Cuando más negatividad cargamos, peor es la calidad de nuestras acciones y más sufrimiento causaremos para nosotros mismos y para las personas que están cerca.
Atendiendo a una alumna durante un curso de ETF (técnica de auto limpieza emocional, fíjate como recibir el manual gratuito al final del articulo), ella trajo el siguiente pensamiento: “Yo me odio por las elecciones que hice en mi vida. Me odio por haber aceptado las criticas de mi padre diciendo que no iba a ser nadie. Yo me odio por la elección equivocada que hice en mi casamiento, por la segunda vez”…
Todos esos pensamientos y sentimientos venían acompañados de la sensación de que ella debería y podría haber hecho diferente. Además de todos los problemas del pasado, la mente creó otro problema más que es la auto condenación, el auto reclamo, la culpa, la rabia de si misma. Y cuando sentimos rabia de nosotros mismos, iremos a sabotearnos y castigarnos, llevándonos a más elecciones negativas.
Todo sucede de forma inconsciente. Pensamos que la autocritica irá a impulsarnos a no repetir los errores, pero sucede justamente lo contrario. Ella nos pone en un estado tan negativo que tiende a paralizarnos y dificultar aún más el cambio. Autocritica es diferente de auto análisis. En la primera, puede haber lamento, auto juicio y negatividad. En el auto análisis hay apenas una constatación de nuestras acciones pasadas, insights y aprendizaje.
Cuando alguien llega en este estado emocional lo primero que hago es aplicar bastante EFT para limpiar esos sentimientos de auto condenación y arrepentimiento de una manera lo más profunda posible. Fue lo que hice con la alumna durante la atención en el curso. Listamos los eventos y actitudes del pasado que la hacían sentir rabia de si misma y los limpiamos uno por uno. El efecto de esta limpieza hizo brotar un sentimiento de paz interior, auto aceptación, auto perdón y una comprensión mayor de que lo que fue hecho en aquella época fue basado en sentimientos y madurez de ese momento.
Es un sentimiento parecido al de la mirada que tenemos hoy en la vida adulta al respecto de nuestras acciones cuando éramos niños. ¿Como es posible condenarnos? En aquella época, éramos infantiles, inmaduros, sin experiencia. Deberíamos mirar para atrás y vernos como si fuésemos niños en aprendizaje, aún con las actitudes que tomamos ayer.
Todos esos sentimientos de auto condenación acumulados nos dejan deprimidos y pesimistas. Al librarse de este peso enorme, surgió en la alumna una confianza interior de que las cosas podrían ser hechas de forma diferente a partir de ahora. Restó el aprendizaje de la experiencia del pasado, sin el peso del odio de si misma y toda la negatividad que había sido creada.
A veces me encuentro recordando cosas del pasado y pensando y pensando lo que hubiera sido si yo hubiese hecho de esta o de aquella forma y como las cosas hoy podrían ser diferentes. En la mayoría de las veces, tomo conciencia que es apenas un viaje mental inútil y el dialogo pierde fuerza. “Ah si lo hubiera hecho diferente”… Pero no lo hice. “Ah si yo hubiera tenido más madurez en esa época”. Pero no tenia. “Como hubiera sido el desenlace de mi vida si lo hubiese hecho de otra forma”. Pero no lo hice diferente y nunca sabré y es inútil especular.
Si quieres hacerlo diferente, nada mejor que el ahora, el momento presente para comenzar a actuar diferente. Abandona completamente los lamentos del pasado pues ellos sirven exclusivamente para crear sufrimiento. Ese es apenas un mecanismo más de fortalecimiento del condicionamiento mental antiguo que alimenta la negatividad y viene pasando de generación en generación. La humanidad entrenó para eso sus mentes inconscientemente por siglos. Es necesario despertar ahora para romper esa perpetuidad.
Es necesario estar atento para no dejarse llevar por esa corriente de pensamientos negativos que surgen. Cuanto más intensos son esos sentimientos, más precisamos estar alerta para que ellos no ocupen completamente nuestra mente.
Muchas veces es difícil no dejarse llevar por la negatividad. En esos momentos, podemos usar EFT para disolver la energía de esos pensamientos. El resultado acostumbra ser rápido y profundo.André Lima - EFT Practitioner.
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