¿Por qué algunas personas simplemente no se ven?
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 18/09/2013 13:13:44
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Te ha pasado conocer a alguien que es guapo, inteligente, buena gente de veras, pero que simplemente no lo cree así? Todo lo contrario de aquellos ‘que no se enteran’, que llenos de arrogancia y prepotencia se vuelven inconvenientes y pelmazos. Esas personas a que ahora me refiero son realmente interesantes, pero por algún extraño motivo ¡no consiguen valorarse! Llegan hasta el punto de considerarse feas, sin gracia y con pocos o ningún atributo que les haga dignas de ser elegidas por la vida.
Amigos y familiares insisten en resaltar las cualidades de esa persona, no se cansan de repetir que es muy querida, pero sus ojos siguen apagados para sí misma. Se miran al espejo y todo lo que son capaces de darse es un suspiro. ¡Un largo y profundo suspiro que revela su dificultad de gustarse, de quererse!
¡Sí, hay personas que no se quieren! Y eso es muy triste, porque pierden la ocasión de desvendar lo mejor de sí, de ofrecer al mundo sus exclusivas y preciosas características. Y desperdician sus días enfocados en lo que consideran defectos y más defectos. Imperfecciones que les quitan razones para vivir con propiedad y autoridad.
Así, empiezan relaciones en las cuales no creen. No entienden qué ha visto el otro en ellos. Consideran que van a terminar de un momento a otro. No se creen merecedores de tal felicidad. Otros, no se atreven a ocupar su puesto en el departamento en que trabajan, siempre callando y dejando los créditos para sus colegas, siempre ocultándose tras la mesa, el ordenador, lo que quiera que sea, simplemente porque no soportan la idea de ser reconocidos por algo que ellos mismos no vislumbran en sí.
¿Por qué será? ¿Qué falta? ¿Gafas? ¿“Espabilina”? ¿Autoestima? ¡Puede ser! Pero creo que lo que de veras falta es retirar las gruesas capas de protección que personas así van colocando sobre su imagen a lo largo de la vida. Falta identificar de qué y de quién están defendiéndose y qué defensas (creencias) son esas.
¿Será que verse guapo significa tener que lidiar con el asedio y el interés de los demás? ¿Será que admitirse inteligente es tener que arriesgarse a cometer errores? ¿Será que considerarse interesante es tener que ‘destacar’ más que alguien a quien se ama? ¿Será que ocupar su lugar en el mundo y permitirse desear y ser diferente significa disgustar a alguien importante? ¿Será que ser delgado y tener un cuerpo llamativo es atraer situaciones con las cuales no se sabe lidiar?
La estupenda noticia es que para todos esos miedos existen soluciones. Quizá pueda pasar cierto tiempo antes de encontrar, dentro de sí, los caminos y las herramientas para vivir en un mundo que incluye, sí, todos esos riesgos. ¡Pero son únicamente riesgos y nunca certezas! La única certeza es la de que, mientras tales personas no se vean, continuarán como sin ser de verdad. Como un jugador que nunca entra al terreno de juego. Como un actor que nunca sube al escenario. Como un invitado VIP que nunca se acerca a la pista de baile o a la mesa donde está servido el banquete.
Si tú te sientes así, no dejes pasar más tiempo sin hacer algo por cambiar ese escenario. Busca ayuda. Reflexiona. Al menos considera la posibilidad de estar equivocado en lo que a ti se refiere. Reconoce, aunque no sea más que para ti mismo, lo que tienes de bueno para ofrecer al mundo, ya sea en el trabajo, en las relaciones o en el amor. Vive un día de cada vez y, paso a paso, ¡ocupa tu lugar!
