¿Por qué el amor cura el amor?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 18/07/2010 10:05:51
por Maria Silvia Orlovas - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Cuando decidí trabajar por primera vez la energía de la Llama Rubí Dorada en un grupo, no sabía a ciencia cierta por dónde empezar. Solo sabía que era preciso despertar en las personas mucho amor, pues esta es la llama, la fuerza espiritual en sintonía con la energía crística. Aunque también sabía que las personas no están demasiado interesadas en el amor incondicional. A decir verdad, las personas lo que quieren es ser amadas, preferentemente por una pareja atenta y apasionada. Así, hablar de amor incondicional podría ser un fracaso.
Recordé también que cuando era pequeña oía a la gente decir que un dolor de amor solo se cura con otro amor. Así, las niñas encadenaban un enamoramiento con otro sin siquiera darse tiempo para reflexionar sobre el tema. Por cierto, ese es un fantasma que puede seguir persiguiendo a cualquiera en la edad adulta.
Mucha gente necesita sentirse colmada, ocupada en una relación, no dejando espacio alguno para escucharse o sentir las propias dudas. Pero ¿por qué tener tanto miedo a nuestra propia sensibilidad, por qué tener miedo de oírnos? ¿Por qué permanecer al lado de personas sin contenido, por qué permitirnos mantener relaciones desagradables o poco respetuosas?
En esa sintonía me parece mucho mejor otro refrán que dice: “Mejor sola que mal acompañada”. Porque sola puedo aprender a ser una buena compañía para mí misma. Ya que cuando estamos tristes, cuando estamos airadas contra nuestra pareja, o enfadadas con las cosas pesadas a que tenemos que hacer frente en una relación, seguramente nos convertimos en personas desagradables. Sin darnos cuenta nos hacemos pesadas. Y ¿por qué no aprovechar la soledad para cultivar también el amor propio? ¿O para aprender a oírnos y a respetarnos?
Aunque para encontrar esa fuerza hemos de desocupar nuestro cuerpo emocional y mental. Tenemos que dejar de retener el pasado, y de sentirnos lastimadas por cosas que nos han hecho. Es preciso hallar un espacio vacío.
Considero que mucha gente permanece en soledad, sin lograr mantener una relación, precisamente para encontrar ese espacio vacío donde el amor debe nacer despacito. Bien cuidado, como una madre dedicada que atiende a las necesidades de su bebé.
Si estás en soledad piensa en la lección que hay por detrás de este momento de tu vida. ¿De qué necesitas abrir mano?
¿Qué amor es el que debes desarrollar?
Y descubriendo tus propias carencias no te permitas guiarte por ellas. Las carencias no son buenas consejeras. La carencia puede hacerte sentir pena de ti mismo, y prenderte todavía más al sufrimiento.
El amor cura el amor porque así que pasa por nuestro corazón va limpiando todo cuanto encuentra.
Y solo para que lo sepas, mi taller fue un éxito. ¿Quién sabe si en una próxima ocasión participas tú también?