¿Por qué es tan difícil cambiar?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 14/05/2019 06:51:00
Autora Aline Lisboa Farias
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Traducción de Teresa
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En los últimos meses me ocupa el incesante pensamiento: "¿Por qué es tan difícil cambiar?" Los psicólogos lidian diariamente con esa problemática y a menudo se sienten frustrados. En círculos de conversación de amigos psicólogos es muy natural que surja el comentario: "¿Me estaré equivocando en algo?" Sé que la respuesta depende también del abordaje teórico seguido. Pero en este artículo quiero exponer la conclusión a que he llegado respecto de la dificultad de cambiar, pero en un lenguaje que alcanza a todos los psicólogos. Considero que discutir esa temática ayuda a todos. Entonces, allá vamos.
1 - "Así nací, así crecí, así soy yo".
Pese a que los pacientes acuden a nosotros en busca de cambios para sí, muchos de ellos en medio de muchas palabras, siempre sueltan algo como: "Ya nací así". "Esa es mi personalidad". "Yo soy así". Creencias de ese tipo son absolutamente limitantes, pues impiden cualquier cambio. Impiden incluso las tentativas de cambiar.
2 - Salir de la zona de confort.
Cambiar genera angustia y desasosiego. Pocas personas están dispuestas a entrar en la zona del desasosiego. Pocas personas, a decir verdad, están dispuestas a pagar el precio por la transformación.
3 - Cambiar ¿para qué?
Puede parecer tonto, pero muchos no consiguen explicar por qué anhelan determinado cambio. Es como si reprodujesen un modo de hablar ajeno. Y lo que debería ser "yo quiero cambiar" acaba siendo "yo tengo que cambiar".
4 - Beneficios secundarios
Diversas veces se mantienen patrones de conducta que generan sufrimiento, como la ansiedad, pero aun así el individuo continúa en su sufrida repetición. Y no es anormal descubrir que pese al sufrimiento, también hay otros beneficios de los cuales el sujeto no se da cuenta. Por ejemplo, un joven adulto con dificultad para adquirir su autonomía descubre que se mantiene dependiente porque así permanece más cerca emocionalmente de su madre.
5 - "Parar para pensar, eso ni pensarlo"
Muchísimas personas viven en un completo automatismo. Es como la famosa frase de Lya Luft "Parar para pensar, eso ni pensarlo". ¿Cómo es posible cambiar sin una mínima reflexión acerca de tu modo de estar en la vida. ¿Será posible?
6 - Victimización
Frente a la insatisfacción y los deseos de cambiar, muchas personas gastan mucho más tiempo y energía lamentando y haciéndose las víctimas que pensando en su cambio. La verdad es que mientras alguien permanezca en su postura de víctima, el cambio difícilmente será posible.
7 - Miedo a lo nuevo
Esta es un cliché, lo sé. Pero no deja de ser una realidad. Frente a lo nuevo, a lo inesperado, se empieza con las creaciones para llenar las lagunas. El problema es que hay personas que inician un proceso de imaginación muy negativo, o sea, piensan en todo lo que puede salir mal. Fatalmente, esos pensamientos les llevan a desistir rápidamente.