Por qué no me gusta el Día de las Madres
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 29/05/2017 11:22:33
Autora: Paula Machado
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Traducción de Teresa
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Una vez más ha llegado el Día de las Madres – y no es que la fecha pueda pasar desapercibida, con tanto recordatorio donde quiera que se mire. La justicia sea hecha, el comercio sabe hacer su trabajo.
Y, tal como ocurre con otras fechas especiales – Navidad, Día de los Enamorados, Día de los Padres… - hay a quien le encante y quien deteste celebrarlo. Si estás leyendo este artículo, probablemente te has identificado con aquellos a quienes no les gusta el Día de las Madres O BIEN te sientes curiosa por saber cómo es posible que alguien aborrezca ese día.
Por extraño que pueda parecer a los entusiastas del Día de las Madres, muchas personas pasan el día llorando o deseando ardientemente que se termine pronto. Otras sienten aquel extraño e indefinible malestar de no estar cómodas para celebrar la fecha. Hemos de convenirlo. Esta es una fecha que no es posible pasar con indiferencia – a fin de cuentas, todo el mundo tiene un origen, una madre.
Hay quien tiene muchos deseos de ser madre, pero por la razón que fuese, no tiene hijos. Hay quien ha perdido a un hijo y aun teniendo otros, está obligada a recordar que nunca más le llamará “mamá” aquel que se ha ido.
Hay quien perdió a su madre (o a la que haya representado ese papel) y en ese día el sentimiento de abandono golpea sin duelo ni piedad. Hay quien vive lejos de la madre o de los hijos y en este día la añoranza es una compañera insistente. Hay quien no tuvo una buena relación con la madre. Hay quien no se relaciona bien con los hijos. Hay quien se pone triste al ver que los hijos no se llevan bien entre sí. Hay quien no soporta el clima de la casa donde los padres no se entienden.
Hay la madre que trabaja duramente toda la semana y sabe que no va a tener asueto sólo porque es su día. Hay la mujer que se siente un fracaso como madre y no quiere que nada se lo recuerde.
Hay quien no tiene el menor deseo de ser madre y esta es la fecha perfecta para tener que oír a los que tratan de convencerla de las maravillas de la maternidad.
Hay a quien no le gusta ser obligado a demostrar afecto sólo porque es una fecha en el calendario que exige hacerlo.
Hay la madre perfectamente feliz y realizada a quien no le gusta la manera en cómo el día de las madres puede ser doloroso para otras mujeres.
Estoy segura de que hay otras muchas, pero considero que esas son razones suficientes para ayudarte a comprender que hay muchas mujeres ahí afuera con esos sentimientos, muchas de ellas disimulando – simplemente porque consideran que no es apropiado sentirse así.
Por alguna de esas extrañas casualidades del Universo, algunos de los acontecimientos más tristes de mi vida se produjeron el día o en torno al día de las Madres. Durante mucho tiempo huí, marcando viajes o compromisos de trabajo precisamente para ese período. Hasta que al fin comprendí que no hay nada acertado o equivocado en que guste o disguste el Día de las Madres (o cualquier otra fecha conmemorativa). Y me propuse enfrentarme a la realidad con más coraje.
Si tú también deseas hacer algo positivo sobre los sentimientos desagradables que esa fecha evoca, siguen algunas ideas.
- Ignórala hasta que el día pase – no importa lo que el mundo diga, tú NO necesitas celebrar el día de las Madres. No es preciso forzarte a fingir una felicidad que no sientes. Si no quieres que te lo recuerden, permanece ajeno a los medios sociales, desconecta la TV, el teléfono. Sal a dar una vuelta por el parque o simplemente quédate en casa. Pasa el tiempo haciendo algo que realmente te apetezca, en lugar de sentirte infeliz. Sólo es un día más – 24 horas, como cualquier otro. Al día siguiente la vida retoma el ritmo normal.
- Olvídate de ti mismo y sirve al otro – seguramente ya habrás oído decir que la mejor manera de sentirse bien es mirar fuera del propio ombligo y contemplar al prójimo. Elige a alguien que pueda marcar para ti la diferencia. Si no tienes madre, por ejemplo, visita a una madre que no recibe visitas. Si no tienes hijos, ayuda a una madre que lucha ella sola, para que ese día pueda descansar un poco… Incluso si no quieres hacer nada relacionado con el tema del día, gente a quien ayudar es lo que no falta. Es sorprendente cómo nos olvidamos de nosotros mismos cuando nos enfocamos en el otro.
- Encuentra a otras personas que se sienten como tú – si prefieres no olvidar tu dolor, puedes ir por el camino opuesto. Hay cientos de hombres y mujeres que piensan exactamente como tú. Por qué no reunirte con algunos de ellos para hablar (y escuchar sus historias) sobre por qué no os gusta ese día. Hay algo de catártico en compartir sentimientos. Sólo no lo hagas delante de aquellos que sí quieren divertirse en esa fecha. Todo el mundo – incluso los amigos ardorosos del día de las Madres – merece ser feliz.
Y para quien ama el día de las Madres
Si quieres conmemorarlo, celebra MUCHO.
Telefonea a tu madre, mándale una tarjeta, ve a visitarla, llévala a almorzar, deja que tus hijos te mimen, ten un día súper feliz.
Pero, por favor, no juzgues a quien no le gusta ese día, prefiere ignorarlo o no desea celebrar contigo. Nosotros tenemos una buena razón.
Como ya dijo el poeta, “cada uno sabe el dolor y la delicia de ser lo que es”.