¿Por qué sufrimos? - Parte 1
por Rosemeire Zago em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:12
Traducción de Teresa - [email protected]
A menudo nos preguntamos: ¿Cómo soportar tanto sufrimiento frente a algunas situaciones en la vida? ¿Qué duele más, el dolor físico o el emocional? Cada persona tiene su respuesta según su historial de vida y la experiencia que haya acumulado con el paso de los años. Y tú ¿has sufrido y por qué motivos? ¿Por un amor que se fue, por amar a quien no te ama, por la falta de empleo, por enfermedad en la familia? ¿O por motivos más sutiles, pero que en el fondo están haciéndote mucho daño? ¿Sufres por falta de reconocimiento, falta de atención, decepción e infinitos otros ejemplos? ¿O bien has estado sufriendo por los demás? Cuando la persona a quien amamos está sufriendo, parece que sufrimos más todavía.
Lo importante es que cada uno mire bien dentro de sí y busque los motivos por los cuales ha venido sufriendo, desde los menores hasta los mayores. A fin de cuentas, lo que es mucho para mí puede ser poco para ti y viceversa. Proponte escribir sobre esto, pues a veces, al ponerlo en un papel puede cambiar nuestra percepción e identificar lo que nos hace sufrir. Para ayudarte a buscar las preguntas, pues hemos de aprender a preguntar para que las respuestas vengan, dejo a continuación algunas quejas frecuentes entre las que me llegan, que pueden ayudarte a identificar tus motivos, al fin y al cabo sólo podemos cambiar aquello que identificamos.
Él no me ama.
Mi relación afectiva se ha acabado.
No recibo atención y cariño de mi compañero.
He sido traicionado, abandonado.
Ya no soporto tantas riñas, pero tampoco soy capaz de terminar.
Él ya no quiere mantener esta relación y yo todavía le quiero.
No soy reconocido en el trabajo.
Mi madre no percibe mi valía, no reconoce nada de lo que hago.
Y otras muchas.
Como podemos percibir, las quejas versan mucho más sobre las relaciones afectivas, a fin de cuentas nuestras emociones pueden equilibrarnos o desequilibrarnos. Pero ¿serán esos los verdaderos motivos? A menudo aquello que consideramos que nos hace sufrir es tan sólo la punta del iceberg, pues los reales motivos por lo regular están ocultos, sumergidos, inconscientes, y sólo conseguimos identificarlos con mucha reflexión y análisis.
Vamos a explorar algunas posibles causas del sufrimiento:
- Pensamientos negativos tales como: "nada puedo hacer, las cosas son así." ¿A dónde te llevarán los pensamientos de ese tipo? Claro que hay momentos en que somos impotentes, pero incluso en esos momentos podemos elegir entre no hacer nada y aceptar esa condición de impotencia, o bien permanecer sufriendo con lamentaciones. Hay personas que tienen el vicio de los pensamientos negativos, aunque su vida vaya bien. Los pensamientos simplemente brotan, lo que marcará la diferencia es a cuáles de ellos vas a alimentar, los negativos o los positivos. Siempre que surja un pensamiento negativo, identifica su origen y después piensa en algo positivo, una situación alegre que hayas vivido; esto ayudará a neutralizar los efectos de los pensamientos negativos. Recuerda que son nuestros pensamientos los que crean los sentimientos. Por tanto, que sepas que puedes elegir a cuáles quieres alimentar.
- No ser oído: Queremos, sí, ser oídos, esperando o imponiendo el momento para expresar nuestros sentimientos; pero ¿estamos así de dispuestos a oír los problemas de nuestro amigo, hermano, padre, esposa, etc.? A menudo la dificultad para oír al otro es la misma que tenemos para oírnos a nosotros mismos. Y tú ¿has observado cuánto te oyes a ti mismo? Quizá esto suceda por no haber tenido esa referencia cuando eras pequeño y nadie te oía. Pero puedes empezar a ejercitarla oyéndote más a ti mismo, y después a los que tienes al lado.
- No aceptar: Algunas personas tienen grandes dificultades para aceptar conductas diferentes de las que considera acertadas, principalmente entre padres e hijos o parejas. Ser diferente no quiere decir estar equivocado. Pero ¿qué es lo acertado y lo equivocado? ¿Por qué no aceptamos la manera de ser del otro, sin querer ser los dueños de la verdad, tratando de que el otro cambie? La aceptación forma parte del amar. Tú no aceptas al otro, ¿o es que en realidad no te aceptas a ti mismo? Claro que la aceptación está directamente relacionada con nuestras creencias y valores, pero no siempre nos damos cuenta ni las actualizamos.
Hablaré sobre esto en el próximo artículo.