¿Por qué sufrimos injusticias?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 19/11/2016 09:56:13
Autor Hee Jin Myung - [email protected]
Traducción de Teresa
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Si Dios es justo, ¿por qué sufrimos injusticias?
La verdad es que uno sólo recoge lo que siembra y si no lo hemos sembrado en esta vida es porque lo sembramos en vidas pasadas. La principal causa de las injusticias que sufrimos es que no entendemos el significado de la siguiente frase: “No juzguéis para que no seáis juzgados”.
Todo ser humano tiene la manía de juzgar, criticar y tomar partido por nuestros amigos (aunque estén equivocados). Siempre que juzgamos estamos cometiendo injusticia. ¿Cómo es eso?
Solamente Dios conoce los corazones, las intenciones, si el testigo está diciendo la verdad o no, si la prueba es verdadera o no.
El ser humano habita en una carne, tiene una visión carnal (limitada a lo material), juzga por las apariencias. Por tanto, siempre que el hombre juzga está sujeto a error.
No debemos juzgar, porque siempre estaremos cometiendo injusticia y esa injusticia volverá a nosotros. Solamente un individuo 100% espiritual, que tenga la visión y el pensamiento de Dios podrá juzgar según la recta justicia. Solamente alguien del mismo nivel espiritual de Moisés o Jesús podrían juzgar correctamente.
La paciente T.L., 54 años, acudió a mi porque le parecía que la vida era injusta con ella. Tenía dos hijos con esquizofrenia, su marido la había abandonado y padecía depresión. Su vida era una sucesión de desgracias y miserias.
En la primera vivencia, T. L. fue un obispo de la Santa Inquisición que tenía como tarea la de juzgar y condenar a los herejes. Era un obispo despiadado, codicioso e injusto. Acusaba a inocentes, aceptaba testigos falsos, condenaba a la hoguera y se apropiaba de los bienes de sus víctimas. No creía en Dios y sólo se hizo de la Iglesia para poder obtener poder y riquezas. Bebía tanto que un día murió de cirrosis.
En la segunda vivencia fue un juez en una ciudad de Italia. Vendía sentencias, oprimía a los pobres, cometía muchas injusticias. Un día murió de cáncer.
En la tercera vivencia, fue dueña de un burdel que explotaba a mujeres pobres. Se hizo muy rica pero nunca ayudó a los pobres.
Supón que un individuo esté debiendo 1 millón de reales. Es evidente que mientras no pague lo que debe, su vida no va a mejorar ni podrá contraer nuevas deudas.
De la misma manera, si el individuo no quema su karma (deuda de vidas pasadas), su vida no saldrá adelante y sus obsesores tendrán la total libertad de destruirlo a él y a sus hijos.
Por eso la Terapia de Vidas Pasadas es tan importante para la evolución espiritual y material.
1) Es preciso saber qué hemos hecho mal.
2) Debemos arrepentirnos y pedir perdón (a Dios y a nuestras víctimas) por nuestros errores.
3) Debemos deshacer el mal practicando el bien (hacer lo contrario de lo que hicimos en vidas pasadas).