Presencia
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 21/09/2007 15:39:28
Traducción de Teresa - [email protected]
No dejes que tu vida suceda sin ti. Escuché esta frase recientemente en un anuncio de TV y me llamó la atención porque encierra, en mi opinión, un mensaje muy profundo.
Aunque haya sido acuñada con un objetivo meramente comercial – la venta de automóviles – considero que, inconscientemente, el creador de la campaña la ha recibido de su canal intuitivo, aquella parte de nosotros que es la responsable por la inspiración o las percepciones creativas, y que emana directamente de nuestro Yo Divino.
La frase sugiere algo muy significativo, pues nos recuerda la importancia de estar totalmente presentes en cada momento de nuestra vida. Dejar que la vida suceda sin nuestra participación consciente, es una forma confortable de eximirnos de cualquier responsabilidad por nuestro destino.
Sabemos que existe una parcela de nuestra vida sobre la cual no tenemos conocimiento alguno ni posibilidad de interferencia, ya que pertenece a la esfera del destino. No obstante, podemos decidir si vamos a continuar como víctimas de la angustia y del sufrimiento, o trabajar para ampliar nuestra consciencia de que existe en nosotros un Ser que ya es totalmente perfecto, calmo, equilibrado y feliz.
Dejar que la vida suceda sin cualquier actuación por nuestra parte, significa creer que nada puede hacerse para tornarla mejor, o que no tenemos poder para acceder a la felicidad que ya existe dentro de nosotros.
Al despertarnos cada día, esta frase puede ser un recordatorio para que actuemos como protagonistas de nuestra vida, en vez de simplemente contentarnos con el papel de figurantes.
“Transfórmate a ti mismo… transforma el mundo
Nosotros podemos cambiar el mundo entero, pero no por la lucha. No esta vez. ¡Ya basta! Tenemos que cambiar este mundo por la celebración, por la danza, por el canto, por la música, por la meditación, por el amor, no por la lucha.
Lo viejo tiene que cesar, para que lo nuevo surja, pero, por favor, no me interpretes mal. Ciertamente lo viejo tiene que cesar, pero lo viejo está dentro de ti, no fuera. No estoy hablando de las viejas estructuras de la sociedad, estoy hablando de la vieja estructura de tu mente, que tiene que cesar para que no nuevo surja.
Y es increíble, inimaginable, inconcebible, cómo un simple hombre, abandonando la vieja estructura de la mente, crea un espacio tan grande para que muchos transformen sus vidas. Un simple hombre transformándose a sí mismo, se convierte en un desencadenador. Y entonces, otros muchos comienzan a cambiar. Su presencia se convierte en agente catalizador.
Esta es la rebelión que yo enseño: tú abandonas la vieja estructura, tú abandonas la vieja codicia, tú abandonas el viejo idealismo. Tú te vuelves una persona silenciosa, meditativa, amorosa. Tú serás más una danza, y entonces verás lo que sucede. Alguien, más tarde o más temprano, se unirá a ti en la danza, y después, otras personas más.
¡La alegría es contagiosa! Ríe y verás a otras personas comenzando a reír. Así pasa con la tristeza; ponte triste, y alguien, mirando para tu rostro serio, de repente se tornará triste. Nosotros no somos separados, estamos juntos, ligados.
Así, cuando el corazón de alguien comienza a reír, otros muchos corazones empiezan a ser tocados, algunas veces incluso corazones distantes”.
OSHO, The Guest
