Presencia Amiga
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 04/09/2013 13:50:44
por Fernanda Santos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
No siempre basta una buena intención, sino que hace falta un conjunto de actitudes para cambiar un paradigma. La influencia espiritual se debe a una aptitud para captar las energías de nuestro entorno, y esa influencia, dependiendo de nuestro nivel vibracional, puede ser buena o mala.
Pese a que nuestros guardianes y amigos espirituales siempre quieren nuestro bien y siempre andan por cerca, haciendo lo mejor que pueden, a menudo somos nosotros quienes no permitimos que actúen en nuestra vida, somos nosotros los que no damos oídos a sus influencias o inspiraciones. Y como el libre albedrío es sagrado y también muy respetado por esos amigos nuestros, estamos libres para proceder como mejor nos parezca, pero no siempre será para nuestra evolución o beneficio.
El exceso de pensamiento, la exacerbación de lo mental, aleja y no deja espacio para que nuestros mentores puedan estar en contacto con nosotros. Todos tenemos nuestro ángel guardián, amigo fiel y tan noble que, aunque pasemos toda una existencia ignorando su presencia, cuidado y cariño, no se marcha y no deja de velar por nosotros.
No debemos nunca pensar que estamos solos. No es necesario ser médium vidente para percibir esa influencia feliz que nos eleva la vibración, como esta que estoy recibiendo mientras tecleo este texto. A menudo, cuando estoy perdida en mis pensamientos, tratando de controlar el fluir de la vida, me olvido de la presencia tan amiga y preocupada de mi protector, que quiere estar siempre a mi lado. Me olvido de él, me olvido de que soy Dios, soy el destello divino, Dios está presente en mí, en la llama trina que vibra dentro de mí; entonces, siento miedo, abandono, tristeza y melancolía. Imagino, entonces, cuánta tristeza causo a mi protector y a mi Creador. Pero Dios, en su suprema sabiduría y amor, y mi Guía, en su sabiduría y conocimiento de mis limitaciones de humano encarnado en esta Tierra de pruebas y expiaciones, continúan, incansablemente, levantándome a cada paso del camino.
Deja en silencio tu mente y tu corazón. Capta la vibración suave y feliz de tu protector, déjate llevar por su inspiración. Tu alma sabe a dónde debe ir, no dejes que tu mente interfiera en ese camino. El pensamiento eleva, nos hace adquirir conocimientos, desarrollar el raciocinio, crear, aprender y compartir los conocimientos. No obstante, cuando utilizado en exceso, cuando olvidamos que es una herramienta que nuestra alma emplea para vivir en este mundo causal, y pautamos toda nuestra existencia en oír a ese tren desenfrenado que es la mente, olvidando dejarla en silencio para escuchar el alma, entonces estamos en problemas.
Empieza por cinco minutos al día. O a cada momento en que estés enfaenado en una actividad rutinaria, como por ejemplo, fregar los cacharros. Deposita toda tu atención en aquella actividad. Si surge un pensamiento, pídele que se aleje. Y enfoca la atención. Percibe que mientras estás sentado, leyendo esto, tu cuerpo está, en alguna forma, tenso. Suelta toda tu musculatura, entrégate. Empieza por esos pequeños ejercicios, diariamente. Llegará un momento en que sentirás que es natural estar así frente a la vida. Y entonces percibirás, con mucha más facilidad, la inspiración que se te da todos los días, la amistad y compañía que no has sabido aprovechar hasta ahora. Tú no estás solo. Nunca lo has estado, nunca lo estarás.
