PULSOS ENERGÉTICOS
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 30/08/2012 12:08:28
por Carmem FARAGE - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
En el mundo físico, todo lleva más tiempo construirlo, pues hay que vencer la inercia de la materia. En el astral todo se hace rápidamente. Acostumbrémonos a manejar cantidades de “materia prima” del manantial cósmico, en beneficio de nuestras transformaciones y de los que nos rodean.
No hay misterios en operar energías mentales y cósmicas, ni debe haberlos. Descarta cualquier idea de ritual o dogma. Se trata de un simple y amoroso querer fundamentado en la seguridad de que lo que se quiere será obtenido o realizado.
Solo acuérdate de la ley de acción y reacción. Nunca emplees esta fuerza para actos fuera del amor, pues todo se vuelve contra ti, más temprano que tarde.
La mente es una factoría de fuerzas, energía radiante, onda en propagación, como nos dice Einstein, regida por las mismas leyes a que está sujeta la energía electromagnética. Siendo así, sabemos que la energía mental tiene vector de flujo, el pensamiento tiene dirección y punto de aplicación.
Con base en esta ley, podemos plasmar aquello que deseamos en el campo sutil y aguardar su concretización en el plano físico.
Al considerar el plasma cósmico, se produce una reducción de frecuencia en su masa, de modo que este plasma, ya ahora transformado en energía radiante por acción de la energía grosera lanzada por el cuerpo físico, mediante el acto de la voluntad, pasa a funcionar como onda portadora. Se convierte en flujo continuo bajo el comando de la mente. Como es un flujo en forma vectorial, se comporta del mismo modo que el vector de Poynting:
Sigma=K.Z
Donde Sigma representa el vector activo. K (Kapa) indica el plasma cósmico y Z (Zeta) el flujo eléctrico más pesado.
Cada vez que comandamos y cadenciamos, por conteo (1... 2... 3... 4... 5... 6... 7), la proyección de energía se condensa, se agrupa en un haz y da dirección a las energías de esas dos fuentes principales. A Z (energía animal) y K (plasma cósmico), el vector de flujo resultante será responsable por el “milagro”.
La energía libre en el cosmos es plástica, se condensa y se aglutina en obediencia a una voluntad firme y experimentada. La aglutinación se produce al compás del conteo. Cada número pronunciado es pulso energético destinado a producir un segmento de lo que se pretende crear.
Avanzando el conteo, 1... 2... 3... 4... 5... 6... 7, pausadamente, parte por parte, se llega al resultado final – que suele ser asombroso, de tan rápido.
Al final del conteo, o sea, de los pulsos formadores, vemos creado aquello que queremos.
CURA APOMÉTRICA:
“Señor, puesto que una vez más, no ya en los bosques de Francia, sino en las estepas de Asia, no tengo pan, ni vino, ni altar, yo me elevaré por encima de los símbolos hasta la pura majestad de lo Real, y os ofreceré, yo, vuestro sacerdote, sobre el altar de la Tierra entera, el trabajo y el sufrimiento del mundo”. Teillard de Chardin.
Se trata de la nueva terapia que utiliza los principios de los pulsos energéticos para, activando la mente, en desdoblamiento, realizar curaciones.
Normalmente, cuando dormimos, se produce una separación entre el cuerpo físico y el cuerpo mental. Podemos reproducir esto conscientemente. Técnica anímica, no relacionada necesariamente con la mediumnidad. Es nuestra mente creando.
Acompañados del terapeuta, hacemos todo el trabajo mental que nos libertará de energías destructivas en el presente y en el pasado, plasmando energías para el futuro.
La Cura Apométrica es una técnica aplicable a cualquier persona, sin límite de edad, salud, estado mental o resistencia que pueda ofrecer. Fácil de aplicar, tiene incuestionable eficiencia.
Con el uso de nuestras propiedades mentales, iremos abriendo ventanas cósmicas cada vez más poderosas y nunca antes imaginadas, hacia el Hombre del futuro que prescinde de la medicina por saber entrar en armonía con el fluir del universo.