¿Qué actitud tomar en una relación violenta?
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 30/11/2018 10:04:38
Traducción de Teresa
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Como principio, ningún tipo de violencia física debería ser permitida o disculpada por la víctima.
Cualquier persona que se halle en una relación de ese orden, urgentemente necesita reunir fuerzas para salir de ese drama lo más rápidamente posible.
Buscar ayuda terapéutica competente para poder reprocesar los traumas vivenciados, así como el por qué de haberse envuelto en una situación de abuso es de gran valía, y aunque se produzcan tentativas de ayuda psicológica a la pareja, la quiera aceptar o no, la víctima debe mantenerse en una distancia segura.
Cuanto más sumisa y cuanto más miedo de recibir las agresiones, más los abusadores se deleitarán sabiendo que el terreno está abonado para que ellos se manifiesten, siendo que las agresiones tenderán a evolucionar con el transcurso del tiempo. La mayoría siente un placer sádico al ver a sus presas sucumbir en sus sufrimientos de dolor y de miedo.
En el caso de los narcisistas perversos, psicópatas, éstos no dejarán de actuar, mientras no hagan diluirse por completo todo lo que pueda tener significado en la vida del otro.
En el momento en que las víctimas se quejan, tomando actitudes de lucidez, atreviéndose a romper la relación, ellos suelen moderarse en su acción, con el fin de invertir las verdades. Por otra parte, si la información que las víctimas ofrecen a la pareja es que incluso cuando reclaman, y hagan lo que hagan, aún así continuarán en la relación, entonces el mensaje es que ellos literalmente podrán hacer todo lo que se les antoje con ellas, sin freno ni temor alguno.
Por mucho que el mundo esté evolucionando en la cuestión de la igualdad, tanto para mujeres como para hombres, que muchas veces también son víctimas de violencias físicas inferidas por sus parejas, parece que la posibilidad de amparo oficial todavía es lenta, puesto que en tales situaciones existe bastante humillación y vergüenza por parte de las víctimas, y, por otro lado, aún hay mucho descrédito. A decir verdad, por mucho que se hable al respecto, aún es difícil encarar semejante perversidad y violencia en parejas que a menudo son consideradas ejemplo de impecabilidad. También existe una gran dificultad en las víctimas, para asumir, incluso ante sí mismas, lo terrible de su situación de maltrato.
Podemos mejorar estos escenarios, en la medida en que todos estén más concienciados sobre los tipos de violencia existentes y sobre la posibilidad de denunciar. Cuantas más personas se sensibilicen, menos espacio habrá para que se produzca cualquier tipo de violencia física, dentro de casa, en familias y entre las parejas.
Uno de los factores que ayudarían mucho sería quitar todo romanticismo a los celos, ya que esto hace a determinadas personas suponer que tal comportamiento puede ser mirado como algo normal. Los celos, hasta hace algún tiempo, podrían ser concebidos como demostración de protección, pero cada vez se hace más evidente que esa pauta de conducta forma parte de un esquema de aprisionamiento emocional.
Muchos aún están luchando para perpetuarse en posiciones de mando por no saber aún generar otros mapas existenciales.
Artículos como este son fundamentales para despertar a los que aún duermen y para crear espacio en las mentes de aquellos que niegan la realidad de que somos todos iguales en esta breve jornada terrena.
La enfermedad psicológica que origina este tipo de violencia generalmente se produce en los bastidores, donde las intimidades son reveladas y donde los abismos emocionales suelen manifestarse.
¡Cuanto más despiertos, mejor!
