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¿Qué eliges para 2010?

por Rosemeire Zago em STUM WORLD
Atualizado em 18/01/2010 14:54:52


Traducción de Teresa - [email protected]

Estamos empezando un nuevo año, y que sea repleto de aprendizajes, reflexiones, aciertos, perdón, éxito, salud, paz, amor y, principalmente, que cada cual despierte para una vida con más consciencia. En fin, que cada uno consiga aquello que desea, y para eso lo importante es rescatar quienes somos verdaderamente, nuestra esencia, aquella parte nuestra que no tiene manipulaciones, miedo, culpa, que solo hace adormecernos y aprisionarnos.

Y tú ¿sabes qué es lo que quieres para tu vida? Deseamos mucho para los demás, pero ¿será que nos paramos algunos minutos a reflexionar sobre lo que deseamos para nosotros? Independientemente de la época del año, es importante alguna que otra vez analizar el rumbo que estamos dando a nuestra propia vida. ¿Será que lo que estás haciendo habrá de llevarte a conquistar lo que deseas? Y ¿qué es lo que deseas? No, no respondas por impulso, sin reflexionar en lo que esa pregunta significa. Me refiero a tus más profundos anhelos. ¿Logras identificar qué es lo que te gustaría que cambiase en tus relaciones, en tu trabajo, en tu forma de conducir tu vida, en ti mismo? ¿Te sientes feliz en este momento? No te apresures a responder esas preguntas, sino que empieza a pensar un poco más sobre ellas.

Algunas personas empiezan el año haciendo muchas listas de lo que deben o desean hacer, pero al final de cada año ¿cuánto de esa lista ha sido realizado? ¿Qué es lo que nos lleva a ser tan exigentes, tan críticos, que mal conseguimos cumplir con aquello a que nos hemos comprometido? ¿Será que realmente buscamos lo que nuestra esencia quiere, o bien lo que nos han hecho creer que debemos querer? No, no es una pregunta fácil de contestar. Muchos están tan presos al pasado, con sus resquemores, resentimientos, culpas, llevando consigo una historia de reclamaciones y fracasos, que se sienten cada vez más cansados para continuar.
Otros se preocupan tanto por el futuro, por planes a largo plazo, por aquello que necesitan conseguir, que no logran siquiera pensar hacia dónde están encaminándose, simplemente van haciendo, trabajando mucho, ocupando el tiempo para, sobre todo, no sentir. Y el momento presente parece nunca existir. Sí, el pasado es importante para que comprendamos nuestra historia, nuestros sentimientos, es parte importante de nuestra vida, y muchas veces vivimos las consecuencias de lo que hemos elegido allá atrás, pero una vez comprendida la lección de todo lo que hemos pasado, superado, y por encima de todo, aprendido, podemos permitirnos estar solamente en el presente. ¿Y el futuro? Claro que también es importante, hay planes que deben hacerse ahora para que podamos alcanzar algo, pero lo que vayamos a cosechar estará determinado por lo que elegimos ahora, en el momento presente. Y ¿por qué estamos siempre en el mañana? Porque nos dejamos contaminar por la velocidad de la tecnología y de la información y queremos siempre batir nuestro propio récord, haciendo cada vez más cosas en menos tiempo. Y ¿qué conseguimos con eso, aparte de estrés, ansiedad, y consiguientes síntomas y dolencias? ¿No es hora de reflexionar de otra forma y descubrir que somos nosotros el mayor agente de nuestra curación y felicidad?

¿Te has ejercitado alguna vez en permanecer un poco más en este momento? Hazlo ahora... durante algunos segundos deja todas tus preocupaciones de lado, tranquiliza tu mente y tu corazón... observa todo tu cuerpo... ¿está tenso o relajado? ¿Tienes la frente contraída, los labios tensos, las arcadas superior e inferior de tus dientes, cerradas? ¿Y tus hombros? Suelta cada músculo de tu cuerpo... suelta tus hombros, déjalos caer... Observa tu respiración... ¿es jadeante o tranquila? Respira sin prisa... Y tus latidos cardíacos... ¿están a ritmo acelerado? ¡Cuánta tensión! Relájate... ¡hazlo solo algunos segundos y comprueba la diferencia!

Ahora procura acordarte de un momento feliz... puede ser de cuando eras niño... jugando... ¿con qué jugabas? Tu infancia ¿fue triste, infeliz? Incluso habiendo tenido mucha tristeza, aún así has tenido algún momento de alegría. Recuérdalo y trae aquel sentimiento al momento presente, tú puedes. ¡Permite que te contagie! Seguramente lucirás en tu rostro una ligera sonrisa... ¿Eres capaz de recordar cómo te entregabas a aquello que hacías? ¿Quién elegía los juegos? Seguramente jugabas a lo que te gustaba... Y ¿por qué ahora ha de ser diferente? Rescata tu voluntad de elección, sin interferencias de nadie. Rescata sobre todo tu capacidad de entregarte, de ser simplemente tú mismo, con la diferencia básica de que tú en este momento no necesitas a nadie para dictarte normas, para decir a qué horas debes comer, qué ropa ponerte, qué sentimiento debes y puedes sentir. ¡Siente tu vida, tu vida!
Ah, ya no soy un niño, eso ha pasado hace mucho tiempo, estarás pensando. ¡Pero aquel crío alegre que fuiste un día aún existe, y él como nadie sabe vivir el momento presente! Él tiene la sensibilidad de valorar una flor, un día de sol o de lluvia, un abrazo, un cariño, una taza de chocolate en un día frío. Y qué bueno era raspar con la cuchara la tartera en que se había hecho la pasta de las trufas, ¿te acuerdas? Piensa en el niño que fuiste un día, no para llorar o lamentarte, sino para aprender a valorar las cosas sencillas de la vida y tú, hoy un adulto, sabes que la vida está formada de las pequeñas grandes cosas, pero que el paso de los años nos hace olvidar y sufrir. Sí, las personas nos hacen daño, nos decepcionan, nos lastiman. Pero podemos elegir entre llorar, permanecer rumiando lo sucedido, pensando en cuánto nos gustaría que sucediese, o bien decidir ser feliz hoy, ahora, en este momento. ¿Qué es lo que eliges?...

Por más difícil que este momento pueda ser, solo depende de ti el tipo de sufrimiento que te permitirás sentir. ¡Recuerda que los frutos que vas a cosechar mañana dependen de las semillas que elijas hoy! Y entre tantas semillas, ¿qué tal elegir semillas de amor, perdón, fraternidad, compasión, y liberarte de todo, sí, todo, todo cuanto te lastima, hiere, aprisiona? Puedes vivir la alegría, ella estará dentro de ti, solo que adormecida por tantas limitaciones y manipulaciones en que nos han hecho creer. ¡Despabílate, despierta para ti mismo, permitiéndote y comprometiéndote a vivir simplemente en la verdad de quien tú eres realmente!


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zago
Rosemeire Zago é psicóloga clínica CRP 06/36.933-0, com abordagem junguiana e especialização em Psicossomática. Estudiosa de Alice Miller e Jung, aprofundou-se no ensaio: `A Psicologia do Arquétipo da Criança Interior´ - 1940.
A base de seu trabalho no atendimento individual de adultos é o resgate da autoestima e amor-próprio, com experiência no processo de reencontrar e cuidar da criança que foi vítima de abuso físico, psicológico e/ou sexual, e ainda hoje contamina a vida do adulto com suas dores.
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