Que fue lo que vi en esta persona?!?
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 20/05/2006 10:14:48
Traducido por Melissa Park - [email protected]
Usted se interesó por alguien que, en principio, no tiene nada que ver con usted. Alimenta creencias diferentes a las suyas. No tiene ni gustos parecidos. Lleva de una manera la vida completamente adversa a todo lo que usted practicó hasta ahora.
No estoy hablando de valores de base, tales como honestidad, carácter, ética y sentido común. Estoy hablando de dinámica, de modos de interpretar las circunstancias y el futuro.
¡Pues bien! Aún así, las diferencias continúan, aparentemente, inmensas. Como si entre ustedes hubiese un abismo que imposibilitaría cualquier aproximación. Pero cuando se dan cuenta, están uno en los brazos del otro y se sienten bien. ¡Muy bien!
Hay dos posibilidades, una: o ustedes realmente son muy diferentes y este encuentro trae una gran e importante lección, con el fin de que usted aprenda que más allá de sus verdades, existen otras que pueden ser muy válidas. Y ahí vale citar la providencial frase de Saint Exupéry:
“Aquel que es diferente a mí no me empobrece: me enriquece”.
O... ustedes no son tan diferentes como parece. Muchas veces, consideramos como diferencias lo que, en verdad, son características complementarias. Siendo así, este encuentro trae una gran luz, con la finalidad de que usted perciba un interesante hecho sobre si mismo: no todo aquello en lo que cree, ¡realmente cree!
¿Confuso? ¡Ni tanto! Lo que estoy diciendo es que muchas veces la gente va asimilando creencias que no son nuestras. Alguien nos dijo que las relaciones tenían que ser de determinada manera y nosotros simplemente creímos, como si aquello fuera “cierto”.
Sucede que, a lo largo de la vida, inevitablemente vamos construyendo nuestras propias creencias sobre todo, especialmente sobre el amor, y si no estuviéramos atentos a lo que ya asimilamos, algunas verdades internas se tornan contradictorias; y el problema es que ellas actúan concomitantemente sobre nuestros pensamientos, sentimientos y nuestras elecciones.
Resultado: usted cree que desea relacionarse con un determinado tipo de persona e invierte todo su discurso en esta creencia. Pero, mientras... cuando menos espera allá está, sintiéndose atraído justamente por un tipo muy diferente.
Si eso sucede con usted, ya puede parar de sentirse tan inadecuado. Más que rebelarse contra si mismo, considerándose tonto o loco, aproveche la oportunidad. Reflexione: ¿que sentimientos le despierta esta relación? ¿Como lidia con ellos? ¿Cuanto acepta y acoge esas contradicciones que lo perturban?
Deténgase un poco en estas cuestiones e intente mantenerse, tanto cuanto pueda. Observe al otro. ¿Que tiene él para enseñarle? Obsérvese a si mismo. ¿Que es lo que tiene que aprender? ¿Cuanto puede crecer con esas diferencias? ¿Como puede tornarse mejor aún al permitirse experimentar lo nuevo?
Recuerde: nada es definitivo. Nada es para siempre. Hoy, tal vez, usted pueda descubrir una nueva verdad escondida en algún lugar dentro de usted mismo... y acabará dándose cuenta de imponer lo que le parece cierto, no es tan enriquecedor como dejar que la vida le muestre que todos nosotros -invariablemente- ¡Somos diferentes!
En esta medida, puede convertirse en alguien mucho mejor después de un encuentro donde el gran objetivo sea, dar lo mejor de usted con la intención de ser y hacer feliz, independientemente de juzgamientos que, en última instancia, ¡No favorecen en nada!