¿Qué hacer con mi mediumnidad?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 03/07/2015 08:39:01
por Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
"Y para decirlo bien,no fue sólo la tristeza lo que sentí, no, en un lapso de tiempo pude absorber sus alegrías y aspiraciones, todos sus sueños realizados y asimismo todas las frustraciones. Fue como si nos convirtiésemos en íntimos desde hace tiempo”. (Autoría desconocida)
A continuación transcribo un correo de una joven lectora del STUM, que relató su drama, mantenido en sigilo hasta el momento del envío de su mensaje.
“Estaba leyendo un texto tuyo sobre mediumnidad y vi tu dirección electrónica, por eso el contacto. Hace siete años yo tuve una experiencia que nunca he tratado de comprender lo que fue. Estaba sentada ante mi computador y, de repente, empecé a escribir lo que parecía ser la carta de un hombre fallecido que quería decir a su esposa que deseaba verla feliz, para que ella siguiese adelante, pero aquello no formaba sentido para mí, que ni siquiera conocía a nadie que hubiese fallecido recientemente. Me sentí asustada al principio, y busqué un centro espiritual, pero no tuve conversación alguna con nadie sobre lo ocurrido.
En aquella época yo aún frecuentaba la Iglesia Católica y fui a misa. Yo formaba parte del diezmo, por eso siempre tenía cerca bolígrafo y papel. Pero yo ya no era capaz de atender a la misa y empecé a escribirme notas a mí misma, en las cuales ponía “sigue tu don”. No obstante, yo nunca lo seguí por miedo.
Otro acontecimiento, hace siete años, siendo yo aún pequeña, entré en mi cuarto, vi un espíritu, pero fue algo extraño, porque fue como si yo hubiese entrado en el cuarto y visto donde el espíritu estaba. Era otro ambiente, yo veía un fondo con mucha naturaleza y un hombre con abrigo y sombrero que me sonreía. Hasta hoy me pregunto si aquello fue real, si es posible o fue imaginación.
Yo no entiendo mucho de estas cosas y a menudo deseo profundizar y conocer. Ayer estaba en mi cuarto y vi un rostro mirándome dormir (eso fue cuando desperté). Sinceramente, no sé si son señales, si debo buscar ayuda.
En relación a los mensajes psicografiados de Francisco Cândido Xavier, referencia mundial en lo que se refiere al ejercicio de la mediumnidad, en 1990 el criminólogo y grafocopista Carlos Augusto publicó en el periódico científico de la Universidad Estatal de Londrina, un estudio comparando una nota de Ilda Mascaro Saullo, fallecida en 1977, con un mensaje psicografiado por Chico Xavier el año siguiente. Sus conclusiones son categóricas:
“El mensaje psicografiado por Francisco Cândido Xavier el 22 de julio de 1978, atribuido a Ilda Mascaro Saullo, contiene, según demostración fotográfica, en número y calidad, considerables e irrefutables características de génesis gráfica suficientes para la revelación e identificación de Ilda Mascaro Saullo como autora del mensaje puesto en cuestión”.
En mayo de 1976, en la ciudad de Goiania, un mensaje psicografiado por Chico Xavier, firmado por una persona muerta, fue utilizado por primera vez como prueba para exculpar a un acusado, hecho que ha quedado marcado en la historia judicial del país.
En el libro “Chico Xavier – Una Vida de Amor”, de Ubiratan Machado, Chico Xavier describe su primera experiencia psicográfica en un centro espírita:
“La noche del 8 de julio de 1927, como todos los viernes, hubo reunión en el Centro Espírita Luis Gonzaga. Todo transcurría normalmente, cuando Doña Carmen Perácio, que presidía los trabajos, dijo que un espíritu querría comunicarse conmigo. Obedecí al consejo y, de inmediato, un amigo espiritual escribió 17 páginas, sirviéndose de mi mano, con gran sorpresa por mi parte, pese a haber registrado fenómenos mediúmnicos en mi experiencia personal desde la niñez”.
Y sigue Ubiratan Machado con su comentario sobre la primera experiencia mediúmnica de Chico en un centro espírita:
“Todo aprendizaje es un ejercicio de paciencia y humildad. Chico percibió eso cuando los mensajes psicografiados empezaron a menudear. El ejercicio era extenuante. El médium debía amoldarse, por decirlo así, a las manos de los espíritus. Chico sentía como si un cinturón de hierro le fuese comprimiendo la cabeza poco a poco. El brazo parecía mineralizarse, convertirse en barra de hierro, pesado, pero arrastrado por una fuerza muy grande. Quedaba extenuado. El estado psicológico oscilaba entre extremos de buen humor y mal humor. ¿Habría intervención del médium en los mensajes recibidos? Es posible. Tanto es así que, durante los cuatro años que duró el aprendizaje, los espíritus no firmaron los mensajes. Durante esos años, Chico trabajó firme en el Centro Luis Gonzaga, entonces situado en casa de su hermano, José Cândido.
COMENTARIO
La palabra miedo proviene del término latino “metus”. Se trata de una perturbación angustiosa ante un riesgo o una amenaza real o imaginaria. Es una emoción que se caracteriza por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, sea éste presente o futuro, real o supuesto.
Por tanto, tener miedo de asumir aquello que se desconoce, o sea, la mediumnidad, es perfectamente comprensible si consideramos que somos influenciados durante toda la vida por una cultura que nos lleva a creer en algo teniendo como referencia “la prueba de Santo Tomás”, o sea, “ver para creer”, pero con los ojos de la materialidad.
Sobre la mediumnidad, la médium Zibia Gasparetto registró:
“La mediumnidad es un regalo, una herramienta más para el progreso del hombre”.
En tal sentido, el centro espírita kardecista es referencia en lo que atañe a la profundización y estudio del fenómeno mediúmnico, y en él existe extensa bibliografía científica al respecto, pero también la experimentación práctica, que enseña a quien se inicia a lidiar con las energías y situaciones que lo envuelven, promoviendo el equilibrio y la búsqueda de la armonización.
Quien siente las sensaciones pre-mediúmnicas necesita esos conocimientos. Si tú deseas comprender lo que te ocurre y equilibrarte, es momento de superar el miedo o dejar de lado cualquier prejuicio religioso y tratar de conocer la verdad de las cosas, que sólo se producirá mediante la experiencia.
Por tanto, si ese es el deseo de la persona portadora de sensibilidad abierta, ésta tiene mucho que hacer, empezando por profundizar en los estudios para que el ejercicio de la mediumnidad consciente sea un factor de equilibrio y de evolución en su andadura existencial.
