Qué hacer cuando nos sentimos presos...
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:30
Autor Isha Judd
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Traducción de Teresa
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Cuando interiorizamos en la búsqueda del crecimiento, es normal sentir a veces que no conseguimos avanzar lo suficiente. Aquí tienes algunos recordatorios para ayudarte a romper con esa inercia:
. Haz ejercicio: aunque sea lo último que deseas hacer, ¡pues esto va a ayudar mucho! Hacer ejercicio acaba con el estancamiento emocional.
. Haz algo bobo: baila un poco, aúlla a la luna. Nos sentimos presos cuando tomamos todo demasiado en serio, presos por la densidad del barullo mental. Reírse un poco de uno mismo ayuda a salir de ese estado de ánimo.
. Encárate con tus miedos: a veces no hacemos esfuerzo alguno para enfrentarnos a una situación que exige cambio o tener que hablar con alguna persona; el rechazo provoca miedo. Di tu verdad. Vas a descubrir que, si bien tu franqueza y rectitud puedan causar conflicto temporal, al final vas a sentir más confianza y amor.
. Sé honesto para contigo mismo: quedamos presos cuando rehusamos mirar las partes de nosotros mismos que por lo regular ocultamos. Pregúntate qué es lo que temes. Verte cara a cara contigo mismo sólo puede dar lugar a más amor y crecimiento.
. Solicita apoyo: el universo está esperando para atenderte, sólo tienes que pedir. Escucha tu universo y a las personas a tu alrededor. Puede que el soporte que recibas no sea lo esperado, pero siempre recibirás aquello que te es necesario. A menudo las cosas que más necesitamos oír son las más difíciles de aceptar. Deja que las palabras calen en ti.
. Reinvéntate: cuando el desafío de cambiar viene del interior, muchas veces decimos: "Yo soy así", o algo semejante. Esto es perder la oportunidad para responder al cambio, y es como dibujar una línea en la arena: estamos limitando nuestra capacidad de crecer y hacernos mejores.
La transformación muchas veces se depara con resistencia interna, porque, pese a que nuestras limitaciones son incómodas, estamos acostumbrados a ellas. Si bien nuestras prisiones mentales nos restan libertad, nos hacen sentir seguros. Si tú quieres experimentar la transformación, echa un vistazo a aquellas situaciones en que dices o piensas cosas como: "Yo soy así", y observa cómo utilizas esas respuestas como disculpa para mantenerte aferrado a viejas costumbres.
. Abraza tu estancamiento: Si haces todo lo anteriormente mencionado y aun así te sigues sintiendo preso, quizá sea hora de rendirte a tu estancamiento. Basta quedarte intensamente presente con ese peso, esa inercia. No hay nada erróneo en eso. Si intentas romper el impasse que se ha convertido en un nuevo drama, ríndete y sé quien tú eres, aquí y ahora. Haciendo así verás que el peso más rápidamente se disuelve.
La verdad es que los estancamientos no existen. Sólo son un lugar a donde llegamos cuando rehusamos movernos. Pese a ello, tenemos el poder de romper con esa resistencia. Si quieres poder hacerlo, sírvete de las herramientas mencionadas aquí para continuar transformándote.
¡Hasta la próxima semana!
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