¿Qué nos llevaremos para el otro lado?
por Sergio Scabia em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:07
Traducción de Teresa - [email protected]
Esta pregunta y otras más sobre el mismo tema se hacen cada vez más frecuentes cuando el camino de la vida sobrepasa un determinado marco y percibimos objetivamente que podríamos "volver para la casa del Padre" en cualquier momento.
Aunque tengamos la conciencia de la Unidad, de que nada se pierde, está claro que las implicaciones son innumerables, pues aunque estemos más libres del apego, de los lazos emocionales y sentimentales, la continuidad de la misión pesa y esperamos que quienes vengan a asumir nuestro puesto continúen la siembra de la Verdad por todos los rincones.
Ahora bien, ¿a cuántas personas conoces que estén listas para retornar a la Fuente sin problemas, ligeras y libres de fardos y trabas diversas, inteligentes hasta el punto de llevar consigo únicamente buenos sentimientos, Amor incondicional, serenidad y paz?
No es preciso ser vidente para saber que la mayoría no quiere ni saber de hablar de tales cosas, mucho menos de prepararse decentemente para hacer que su vida valga la pena, permaneciendo agarrada con uñas y dientes a sus posesiones, desdeñando tantas informaciones hoy disponibles en todos los idiomas y medios.
El resultado de eso está a la vista de todos.
Una sociedad profundamente injusta, que discrimina, separa, controla, saca el jugo a sus ciudadanos y cuyos gobernantes y líderes - en su mayoría - actúan únicamente en causa propia. La acumulación de riquezas por parte de esos grupos de intocables impunes impide tener una vida digna y decente a la población, que recibe salarios y jubilaciones de vergüenza. No me refiero específicamente a un determinado país, es algo general, un modelo perverso que afecta principalmente a los latinos, incluso Italia, España y Portugal.
¿Qué es lo que motiva a esos seres sombríos?
¿Es que desconocen que tendrán que ajustar las cuentas del Dar y Recibir?
Nada material van a llevarse consigo, pero creo que sí van a llevarse muchas cosas. obsesores, egrégoras cargadas de odio, rencor y resentimiento (entre otros), aparte de manifestar una energía densa y pegajosa, sin contar aquellas vibraciones predominantes y perniciosas que eran su marca registrada en vida; en resumen, un fardo bastante pesado.
¿Cómo conseguir entrar en la mente y en el corazón de tantas personas egoístas y ambiciosas para que las simientes de la compasión, de la honradez, de la unidad, que están en el aire puedan brotar? Las frecuencias vibratorias que el Nuevo Ciclo Planetario está consolidando ¿serán capaces de penetrar en el blindaje energético de esos individuos?
Espero y deseo que sí, pues, aparte de la población y de los Reinos de la Naturaleza, nuestro planeta, nuestra Madre Tierra, ya no soporta tanta depredación, maltrato y niveles crecientes de contaminación ambiental.
Y vayamos adelante, con fe, esperanza, coraje y determinación. Hagamos bien nuestra parte, manteniendo la vibración elevada y el corazón sintonizado en el amor puro, todo el día, todos los días que nos restan. Viviremos en un astral elevado, aprovechando todas las infinitas situaciones que la vida nos ofrece, y en nuestros puestos, absolutamente, en forma en el momento de la llamada del Padre. Para entrar en la sintonía correcta no me canso de recordar a los amigos lectores "las Cartas de Cristo" y el "Códex", que han venido de la misma Fuente de la Vida, referencias preciosas y fundamentadas para orientar de forma correcta y próspera - en todos los sentidos - nuestra existencia terrena. Manuales de uso para todas las situaciones y momentos, que es preciso estudiar a fondo y aplicar en la andadura por la Tierra, viviendo de esta forma en total plenitud nuestro infinito potencial creativo.
Namastê (El Dios que existe en mí saluda al Dios que habita en Ti).
Puede bajar tu versión del "Códex" pinchando sobre el idioma español
Puede bajar también "Las Cartas de Cristo"
Agradezco aquí a los queridos y pacientes Guías y a toda la pandilla que permite que este Website exista: Rodolfo, Sandra, Teresa, Marcos, Anderson, Ian, Lidiane. ¡y Tú!
