¿Qué piensan de los hombres las mujeres?
por Adília Belotti em STUM WORLDAtualizado em 10/04/2008 14:02:21
Traducción de Teresa - [email protected]
No es que yo considere que han de alimentarse viejos resentimientos entre hombres y mujeres. Al contrario. Las mujeres de mi generación han aprendido desde la cuna a vivir en un mundo jerarquizado en función de los géneros: se fumaba para imitar a los niños, se trabajaba “sólo porque era necesario reclamar para nosotras un espacio que era de ellos”, e imaginábamos que la libertad llegaba en moto por una carretera sin fin, y vestía cazadora de cuero, casco y llevaba bigote… Hubo una época en que ser como los hombres era todo lo que queríamos, aunque ellos no pudiesen llorar como nosotras, ni expresar emociones, ni andar por ahí sin armadura, ni elegir otra vida que morir de tedio en alguna fábrica…
Hoy, desde que Rosiska Darcy de Oliveira ha publicado su libro Elogio de la Diferencia – otras muchísimas mujeres han reflexionado sobre esa cuestión de géneros, está claro, pero el libro de Rosiska es uno de mis favoritos – ¡me gusta pensar que caminamos hacia un mundo en que será al fin posible vivir la “diferencia sin jerarquía”! ¡Viva! ¡Seguro que llegamos allá!
Mientras tanto… cae en mis manos un librito de esos pequeños, de bolsillo, con 365 reflexiones de mujeres acerca de los hombres y algunas son de veras simpáticas… pero ¿será que expresan realmente lo que nosotras, mujeres, pensamos de los hombres? He seleccionado algunas frases del libro para que juzgues y opines:
Una mujer sin un hombre es como un pez sin bicicleta, de Gloria Steinem, periodista americana y feminista.
¿Qué problema tienen al fin los hombres? ¿Será que piensan que se les van a caer los pelos del pecho si paran un día para preguntar el camino?, Erma Bombeck, humorista, que habría dicho también: “Dios creó al hombre. Pero yo podría haberlo hecho mejor”…
El mejor indicador del carácter de un hombre es
a) como trata él a las personas que lo amenazan y
b) como trata a las personas que NO lo amenazan, Abigail Van Buren, escritora de comienzos del siglo pasado.
Cuando una mujer se comporta como un hombre, ¿por qué no lo hace como un hombre gentil y agradable? Dorothy Eden, escritora inglesa.
De una vez por todas, chicas, cuando un hombre dice “te llamo” y no llama, él no se ha olvidado, no ha perdido tu número, no se ha muerto. ¡Él simplemente no ha querido telefonearte! Rita Rudner, comediante.
Muéstrame una mujer que no sienta culpa y yo te mostraré un hombre, Erica Jong, escritora y educadora.
Él era como un gallo que creía que el sol había salido sólo para oírlo cantar… George Eliot (seudónimo de Mary Ann Evans), escritora inglesa.
Esas mujeres…
Imágenes de mujer
Súper-delgadas, altísimas, serias, muy serias, implacables en sus poses casi inconcebibles para otras mortales del mismo género… por más que soñemos con mujeres normales, saludables, que ríen y exhiben sus imperfecciones, las imágenes de las topmodels danzando escuálidas en las pasarelas alimentan nuestra (baja) autoestima.
Hoy, sin embargo, he recibido en mi Outlook una imagen de mujer de otros tiempos que me ha hecho recordar que somos algo más que un estereotipo de nosotras mismas…
Las Gibson Girls personificaban el ideal de belleza femenina que encendía la imaginación de los poetas y románticos de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. La popularidad de esas figuras lánguidas, de caderas anchas y pecho abultado, cintura fina, envueltas en telas diáfanas, siempre con los cabellos sujetos, de modo displicente, en lo alto de la cabeza, era tanta que ellas se han convertido en sellos en los EUA. Se llamaban Gibson Girls porque la primera de esas figuras nació en un dibujo del ilustrador americano Charles Dana Gibson, que vivió entre 1867 y 1944.
Muchas mujeres de ensueño han posado como Gibson Girls, incluso Anaïs Nin ¿lo sabías? La Primera Guerra Mundial, sin embargo, empujó a esos bellos y misteriosos seres hacia el limbo y trajo a escena a un ser femenino más urbano, más práctico, más masculino, chic, más tipo Coco Chanel…
Después, ya conocemos más la historia, hemos ido adelgazando, hemos cambiado el misterio por cierto aire enfermizo…
Para leer más, visita la web Eye Witness to History.com, por cierto, excelente fuente de buenas informaciones sobre la historia que a veces escapa a los libros… (en inglés).