¿Qué sociedad es esta?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 14/11/2009 10:43:48
por Nelson Sganzerla - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Hoy me he despertado indignado. Hay días en que nos despertamos así, con cierta indignación por todo a nuestro alrededor.
Indignado con tantos sapos como nos hacen engullir.
Indignado con tanta mentira, tanta palmadita en la espalda.
Indignado con tanta gente por las esquinas pidiendo una monedita.
Indignado con tanto empleo sumergido, en cada parada de autobús o pasadizo en nuestra ciudad.
¡Sí! Lo sé... Ya me he parado a pensar... Indignado, con la camisa planchada y la ropa lavada es muy fácil estar. Indignado, teniendo una calidad de vida por encima de la media en nuestro país, es tranquilo estar.
Ocurre que a las personas les da vergüenza decir que están bien de vida, les da vergüenza valorarse como individuos. No quieren mostrarse como realmente son y como viven. La mayor indignación es lo que la sociedad hace de las personas, en qué transforma la sociedad a las personas.
En general, quien no vence en la vida ve con desconfianza aquello que su semejante ha conseguido.
Ignoran el derecho que también tienen de conseguir ser victoriosos; se preocupan de la vida ajena.
- ¡Nuestro vecino debe andar metido en algún negocio sucio!
- ¡No trabaja, siempre está en casa!
Cuanto más hacen esto, cuantas más energías gastan con esto, más se meten en el atolladero.
Yo diría que después de la Iglesia, el gran problema y el gran freno de la humanidad es la sociedad. En nombre de esta sociedad hipócrita las personas se ven tullidas de sus sueños considerando que nunca tendrán nada en la vida, a ejemplo de lo que dice la mayoría de las personas simplonas:
- ¿Qué se le va a hacer? Dios lo ha querido así.
- ¡El dinero no da la felicidad!
- ¡Yo no soy ambicioso!
En nombre de esta sociedad las personas son adoctrinadas para ser infelices, pues la felicidad viene siempre acompañada de tristezas, por tanto, no es posible ser siempre feliz.
¿No es lo que dicen?
En nombre de esta sociedad, las personas deben aprender a agachar la cabeza ante todo y todos; al fin y al cabo, ha de haber respeto. Respeto para con los poderosos, respeto para con los mayores; ¿no es esto lo que nos enseñan a lo largo de la vida?
En nombre de ese respeto, de los poderosos, de los gananciosos, todos mayores – pues los canallas también envejecen – somos masacrados por ese poder vil, por ese río de basuras.
Nos vemos alejados de las cosas básicas en nuestra vida y cada vez más esos señores, que la sociedad nos enseña a respetar, pasan con sus comitivas de escoltas al lado de nuestras ventanas.
En nombre de esta sociedad, nuestros críos aprenden en los colegios de exclusiva a cultivar el prejuicio contra los más necesitados, creyendo que pueden faltar al respeto a todos cuantos no se encuadran en su clase social.
En nombre de esta sociedad, los portadores de alguna necesidad especial son víctimas de prejuicio en su convivencia social y poco o nada se hace en favor de una mejor calidad de vida para esas personas.
En nombre de esta sociedad, los sin hogar son apaleados y trasladados a lugares lejanos como si fuesen perros sarnosos.
Nos enseñan a ser mediocres, a no valorarnos como ciudadanos y como individuos; a no luchar por nuestros ideales.
¡No quieras esto para ti! Valórate, cree en tu sueño y en tu ideal de vida. No seas mediocre como desgraciadamente tantos lo han sido y tantos lo son. Conquista tu espacio, no envidies a tu semejante. Tú puedes tener todo lo que él tiene e incluso mucho más.
¡Descúbrete, sé grande y sé tú! Piensa en esto.
Mucha Paz
