¡Que tire la primera piedra quien nunca ha tenido un secreto!
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 28/08/2006 15:27:32
Traducción de Teresa - [email protected]
Siempre que conversamos sobre temas como prejuicios, juicios anticipados y personas que evalúan la vida ajena de modo parcial y, por tanto, injusto, automáticamente nos dejamos a nosotros mismos fuera de la conversación, como si nunca hubiésemos hecho eso; solamente ‘los otros’.
Los temas preferidos para ese tipo de conversaciones son los que se refieren a la religión y a la opción sexual. Somos los primeros a identificarnos como imparciales, sabedores de que debemos respetar las diferencias y no juzgar a las personas. Sin embargo, sabemos que la verdad no es exactamente esa.
¡Hacemos enjuiciamientos, sí! ¡Hablamos de la vida ajena, sí! ¡Actuamos, muchas veces, con prejuicio, sí! Por eso, pienso que, más que abolir este comportamiento de nuestra rutina, deberíamos aprovecharlo para reflexionar acerca de que también nosotros podríamos ser ‘blanco’ de conversaciones como estas.
A fin de cuentas, cada uno juzga a partir de sus propias creencias. Así, conceptos como ‘cierto’ y ‘equivocado’ son imponderables y absolutamente personales. Claro que existe una ética mayor y que ella reza ‘respetarnos los unos a los otros, sin destruirnos’. Así, el consejo es: antes de condenar al otro, intenta, aunque no sea más que por un instante, colocarte en su lugar y entender que las actitudes de cada uno tienen apenas un objetivo - ¡ser feliz!
¿En cual religión? No lo sé. ¡Cada cual tiene la suya! Dios es una Luz de Amor. ¿¡Cómo podríamos tú o yo decir que “mi” Dios es más Dios que el “tuyo”?!? ¿No sería demasiada megalomanía? ¿¡No sería intentar atisbar un todo que solamente Él puede?!?
¿Con cual opción sexual? Tampoco lo sé. ¿Si tan poco sabemos sobre nuestras propias angustias y contradicciones internas, cómo podríamos juzgar y condenar al otro? ¿¡Por qué nos habríamos de considerar dueños de una respuesta absolutamente cierta para todos, si no conocemos las razones de cada cual?!?
Estas ponderaciones son fruto de lo mucho que me han conmovido las premiadas películas “El Secreto de Broke Back Mountain” y “Orgullo y Prejuicio” , que tratan sobre el amor, soledad y opciones sexuales; y también de una experiencia muy rica vivida en mi propia casa, después de haber asistido a “Mar Adentro”, que trata sobre la vida, muerte, Dios y opciones personales.
He podido notar, al participar en debates acerca de esas películas, cuánto nos perdemos en razones sin fundamento, en certezas que no existen, en respuestas que no son las nuestras cuando intentamos juzgar a las personas. Cuanto evaluamos el secreto de las personas, olvidándonos de los nuestros.
¿Quién nunca ha tenido un secreto? ¿Quién nunca se ha encontrado con un sentimiento tan íntimo, tan difícil y tan suyo, que no ha sabido cómo y con quién compartirlo? ¿Quién nunca ha tenido miedo de ser juzgado a causa de una opción?
Deseo que consigamos librarnos de esta manía de colocar rótulos a las personas como si ellas fuesen aquello. Palabras… apenas palabras. Lo que realmente importa, el contenido de cada cual, está mucho más allá de ellas.
Leo Buscaglia ha escrito:
“Basta que oigas un rótulo para que pienses que lo sabes todo sobre una persona. Nadie jamás se toma el trabajo de decir: “¿Ella llora? ¿Siente? ¿Entiende? ¿Tiene esperanzas? ¿Ama a sus hijos? Palabras…”.
Que nadie tire la primera piedra, porque en el lugar más íntimo de nuestro corazón, todos nosotros tenemos secretos. ¡Y que esta comprensión sirva para convertirnos en personas con bastante más grandeza de lo que hemos sido!