¡Quien busca encuentra!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 23/10/2015 08:13:52
por Gisela Campiglia - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
De forma consciente o no, ¡quien busca encuentra!
Mientras algunos encuentran problemas, otros descubren soluciones.
¿Qué has venido encontrando en tu vida?
Hay personas que aprecian mucho su salud, están siempre actualizadas sobre los síntomas y tratamientos de diversas dolencias. Sin embargo, pese a la tentativa de protegerse, esas personas son las que se enferman con más facilidad. Hay mujeres que desean intensamente encontrar a un hombre maravilloso, buscando realizar el sueño de vivir un gran amor.
Sin embargo, como esas mujeres consideran que no hay hombre bueno, encuentran un compañero problemático, y acaban por vivir una relación que desgasta. El punto en común en ambos tipos de persona es la creencia en lo negativo, la creencia en la posibilidad de que se produzcan situaciones que traen dolor y sufrimiento.
Ciertamente nadie desea encontrar problemas, pero las creencias negativas inconscientes dan como resultado el concretizar de las adversidades en nuestra vida. ¡Para realizar nuestros mejores deseos no basta con querer!
El primer paso es creer que nuestros deseos pueden realmente materializarse. Esto parece obvio, y sin embargo no es así de sencillo. Deseo y creencia son cosas diferentes; yo sólo creo que consigo realizar mis deseos cuando mi autoestima está fortalecida. Es preciso confiar en nuestra competencia para lograr la realización de nuestros propósitos. Debemos también creer en nuestro merecimiento para recibir lo mejor de la vida. Es corriente oír la afirmación de que la vida es dura e injusta, o sea, ruin. Aquellos que no confían en su propia capacidad y alimentan una creencia negativa sobre la vida, no serán capaces de hacer efectivos sus sueños.
El segundo paso es pedir a Dios que nos ayude a realizar nuestros objetivos. Haz oraciones pidiendo signos, claves sobre cuál es el mejor camino a seguir. Solicita en tus plegarias que esas instrucciones vengan de manera fácil y clara. Por ejemplo, a través de un libro que serás intuido a leer, de una película a la que asistas, o de un amigo que te ofrezca un consejo. Pide y permanece atento para captar y seguir las orientaciones enviadas.
El tercer paso es proceder, ejercer acciones que hagan viable la conquista de tus deseos. No sirve de nada desear un nuevo empleo y permanecer de brazos cruzados, sólo rezando sin distribuir tu currículum en el mercado de trabajo. Dios actúa a través de ti; ¡es preciso que hagas tu parte! Los actos que vas a realizar deben estar siempre alineados con tus propósitos. Si tu deseo es hacerte con un empleo, invierte en un curso de perfeccionamiento profesional, pasa a formar parte de grupos relacionados con tu área de interés, tanto en las redes sociales como de forma presencial.
El cuarto paso es controlar la ansiedad, queremos ver nuestros deseos realizados con rapidez. No obstante, todo movimiento se verifica a través de un proceso y eso demanda tiempo. Mantén en optimismo y la dedicación en la búsqueda de la realización de tus deseos. Esa etapa funciona como una prueba de fe; si mantienes la buena voluntad y el foco, ciertamente cosecharás buenos resultados. El deseo tiene que recorrer un camino, salir del plano mental para manifestarse en el plano material. Sabemos que en la tercera dimensión las cosas tardan más en suceder, situación que no ocurre en el plano espiritual, donde todo sucede de forma instantánea. Como todavía no sabemos controlar nuestros pensamientos negativos de manera precisa, esa característica de la dimensión física es una verdadera bendición en nuestra vida. Vive esa fase con tranquilidad y firmeza para realizar tus metas.
Tus creencias y tu posicionamiento de vida determinan el hallazgo de problemas o de soluciones en tu vida.
