¿Quién explica las tragedias?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/03/2013 12:02:16
por Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
"La función del dolor es ensanchar horizontes para que realmente vislumbremos los concretos caminos amorosos del equilibrio". (Hammed)
Obra del acaso o fatalidad son los términos que empleamos para entender lo que de hecho nos impacta emocionalmente y nos asusta. A pesar de todo, al denominar ciertos acontecimientos trágicos que provocan la muerte colectiva a muchas personas, ¿estamos buscando la verdad de los hechos, o únicamente intentando explicar aquello que desconocemos en su profundidad?
Si lo verificamos en el ámbito de las posibilidades, las tragedias con muertes colectivas pueden ser provocadas por la naturaleza o bien por el propio hombre, de forma voluntaria o involuntaria. Cuando ocurren, los sentimientos de culpa y de pérdida suelen causar gran dolor y sufrimiento a familiares y amigos de las víctimas, aparte de la conmoción que produce en la sociedad.
El trauma psíquico frente al siniestro es una marca profunda que exige de los profesionales que lidian con la conducta humana mucho tacto para administrar situaciones que exponen las secuelas del trágico acontecimiento.
Sin embargo, ni siquiera las ciencias de la conducta humana, que tienen una función imprescindible en esos momentos de angustia y desesperación, consiguen explicar en su trascendencia las verdaderas causas de las muertes colectivas.
Pasado el período de consternación, la necesidad de readaptación inherente al ser humano nos estimula a seguir adelante, puesto que, a pesar de los pesares, la vida continúa con todas sus obligaciones y compromisos que sintetizan nuestra búsqueda del bienestar.
Algo, no obstante, permanece oculto, alejado del campo de visualización humana: son los invisibles bastidores de las tragedias, o sea, aquello que, pese a estar alejado del escenario de los acontecimientos que envuelven el aspecto físico de la desencarnación colectiva, explica lo que ocurre en el ámbito trascendental de tales acontecimientos.
Explicación, punto de vista o perspectiva, que únicamente la creencia en la inmortalidad del espíritu puede esclarecer. En caso contrario no hay lógica o teoría capaz de responder al inmenso interrogante que representan las grandes tragedias humanas. Situación que provoca rebelión, perplejidad, duda y desesperación, pero que tiende a acomodarse ante la máxima de que "la vida sigue" para los que han quedado. Paradoja que contraría la evolución humana basada en el principio natural de que el hombre es un buscador de respuestas para aquello que detenta su conocimiento. Verdades y descubrimientos que alimentan su ego y su espíritu.
En esta lógica, una invisible línea que separa la dimensión física, material, de la dimensión extra-física, inmaterial, se convierte en punto de partida para aquellos que buscan las verdades contenidas en el amplio conocimiento relativo a las tragedias que encierran mortandad de humanos.
El Espiritismo y sus obras codificadas por Allan Kardec han sacado a la luz lo que antes era tiniebla y se han convertido en referencia como fuente de investigación. En "El Libro de los Espíritus", Kardec pregunta y los espíritus responden sobre eso que denominamos "misterios de la vida". En el capítulo X el tema "Fatalidad" provoca la pregunta 859 de Kardec a los espíritus: ¿Hay acontecimientos que deben producirse forzosamente y que la voluntad de los espíritus no puede conjurar? Respuesta: Sí, pero que tú, en el estado de espíritu, viste y presentiste, al hacer tu elección. No creas, no obstante, que todo lo que sucede ha de estar escrito, como se dice. Un acontecimiento es casi siempre la consecuencia de algo que hiciste por un acto de tu libre voluntad, de tal manera que, si no hubieses practicado aquel acto, el acontecimiento no se verificaría. Si quemas un dedo, esto es únicamente consecuencia de tu imprudencia y de la condición de la materia. Únicamente los grandes dolores, los acontecimientos importantes y capaces de influir en tu evolución moral son previstos por Dios, porque son útiles para tu purificación y tu instrucción.
En relación a las "Penas Temporales", cuestión 984, el codificador pregunta: Las vicisitudes de la vida ¿son siempre la punición de las faltas actuales? Los espíritus contestan: No, ya lo hemos dicho, son probaciones impuestas por Dios, o elegidas por vosotros mismos en el estado de espíritu y antes de vuestra reencarnación, para expiar las faltas cometidas en alguna otra existencia. Porque jamás la infracción de las leyes de Dios, y sobre todo de la ley de la justicia, queda impune; si la justicia no se hace en esta vida, se hará necesariamente en otra. Por eso aquel que es justo a vuestros ojos se ve frecuentemente afectado por su pasado.
Por tanto, las tragedias que encierran muertes colectivas de personas son explicables cuando trascendemos la barrera intrauterina del ser inteligente, en busca de respuestas y verdades. Aquello que a nuestros ojos podría parecer "fatalidad o injusticia", trae en la estela del acontecimiento, un significado profundo y compatible con las leyes divinas relativas a su aceptación por parte del propio espíritu como forma de rescatar las deudas para con su pasado. Así estará abreviando reencarnaciones y acelerando su andadura en la senda del progreso.
En tal sentido, la dinámica espírita, en la teoría y en la práctica de sus reuniones mediúmnicas, lidia continuamente con casos que envuelven muertes colectivas, cuyos espíritus necesitan orientación, esclarecimiento de su situación, y orientación posterior hacia el acogimiento de los equipos espirituales.
En estos casos, generalmente, no son todos los que necesitan ayuda para acceder a la Luz, sino aquellos que se muestran desorientados o confusos tras el desenlace físico. Son situaciones en las que el dirigente de la reunión mediúmnica necesita mucho tacto y sensibilidad en el empleo de las palabras o en la orientación de la cuestión.
La experiencia de la Psicoterapia Interdimensional y demás métodos terapéuticos que trabajan con la regresión de memoria extra-cerebral y/o el contacto espiritual del mentor, han venido revelando muchos casos en que los pacientes acceden a situaciones pretéritas por las cuales han venido a desencarnarse de forma trágica y colectiva. Muchos de ellos informan que el suceso estaba previsto incluso antes de que se reencarnasen para aquella vida.
Las tragedias, por mucho dolor y sufrimiento que causen a las familias, a los amigos de las víctimas y a la sociedad de forma general, traen en su estela la solidaridad y la fraternidad como energía envolvente. Experiencia que afecta a la mente, al corazón y a la conciencia de los que prosiguen en su jornada vital.En la vida nada ocurre por casualidad y todo tiene una razón de ser y de suceder. Las muertes colectivas, así como aquello que las envuelve, forman parte del aprendizaje en el proceso evolutivo del ser dotado de inteligencia, conciencia y libre albedrío.