Quien no lucha por lo que quiere, no merece lo que desea
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 20/06/2009 20:09:05
por Nelson Sganzerla - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Párate un poco a pensar en tu vida, deja a un lado por un instante tu correría, aquellos quehaceres automáticos, tales como despertar, ducha, desayuno y salir como si tuvieses que librar a alguien de la horca.
Ten calma… El día transcurrirá con o sin ti y tu prisa. ¿Te has relajado? Pues bien, ahora dime: ¿qué quieres para tu vida? ¿Qué consideras que puedes o no hacer para mejorar y cambiar tu vida?
¿Te encuentras estupendamente así como estás? ¿O deseas hacer algo más? Quizá terminar aquel curso de idiomas que se te ha quedado allá atrás y que habías prometido retomar tan pronto como tuvieses tiempo o dinero… ¿en cuál de las dos situaciones te encuentras hoy? ¿Con tiempo o con dinero? Si estás sin los dos, lo siento, pero las cosas no andan muy bien.
Y aquella gimnasia que habías decidido empezar al comienzo de este año, tan pronto como pasaran los carnavales. ¿Te acuerdas? Supongo que ya has empezado y ya tienes unas condiciones físicas fuera de serie, hasta el punto de correr medio maratón… Si esto no ha ocurrido, lo siento, pero las cosas todavía no andan bien.
Ah, aquella dieta, que habías programado después del día en que fuiste a la playa y te negaste a quitar el pareo, sentada todo el tiempo, prometiéndote a ti misma que el próximo verano estarías linda y maravillosa en un bikini de estreno ¡y aquel pareo nunca más! Enhorabuena, si has cumplido lo programado… Si no lo has hecho, nuevamente algo no anda bien.
¡Y tú, mi viejo! Que habías prometido a tu novia, esposa, madre, hija, que ibas a dejar de fumar después de las vacaciones merecidas – al fin y al cabo, las vacaciones son las vacaciones – y cómo ibas a estar sin dar aquellas caladas acompañadas de la cerveza fría, en la playa, en el churrasco con los amigos, en el fútbol, en la pesca o en la mesa del billar.
Supongo que la ley de prohibición del tabaco en lugares cerrados no te ha afectado, al fin y al cabo eres un ex fumador; si aún te está afectando, algo también anda mal.
La vida está hecha de conquistas, ya sean personales, como aquellas en que decidimos modificar actitudes, hábitos, vicios, comportamientos que no nos parecen buenos, o bien grandes conquistas, un nuevo amor, un hijo, un nuevo trabajo, un diploma que tanto hemos luchado para tener, una nueva casa, un nuevo coche, una quinta en la montaña, una casa en la playa.
Conquistas interiores, modificaciones en nuestra visión de la vida, cambio de los valores que teníamos profundamente enraizados en nuestra mente, una mejor calidad de vida, menos trabajo, más tiempo con la familia, participar en acciones sociales.
Esto mueve la vida. Y es por esto por lo que debemos luchar, con todas nuestras fuerzas. No estamos aquí para ser apáticos en relación a nuestra vida, tenemos que vivenciarla, caminar con pasos de Abanderado desbravando selvas, descubriendo mundos, conociendo personas, otras culturas, otros lugares, permitiéndonos cambiar.
¡La vida es luchar por aquello que podemos realizar!
Cuando crees que no puedes, o cuando crees que sí puedes, ten la seguridad de que las dos alternativas son verdaderas. Por tanto, cree siempre en aquello que quieres y lucha para que se realice.
Así es como funciona la mente, si tú no la dominas, ella te dominará. Desecha todas las posibilidades de que las cosas no salgan bien, aleja tu mente del negativismo, adopta la postura de un(a) vencedor(a) y el mundo abrirá las puertas para que tú pases. Haz por merecer todo lo que deseas y lucha por ello.
Piensa en esto.