Quien no sabe para dónde va acaba donde no quiere
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 30/07/2012 14:33:33
por Aurora de Luz - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Las gentes viven en su mundo interior propio y transportan tal mundo para el mundo exterior. Ellas no ven a los demás tal como son de verdad, sino tal como suponen que son. Lo mismo ocurre con las situaciones; ellas no son capaces de contemplar cómo de verdad se están produciendo, sino que las ven tal como imaginan que ocurren. A menudo basadas en sus experiencias pasadas o en cómo les parece que son las cosas. Pero nunca tal como son de verdad.
No consiguen tener tal exención de sus pensamientos de la cabeza para analizar y ver la vida de verdad tal como es. Por eso digo que las gentes crean sus propios infiernos y paraísos. No importa vivir en un lugar hermoso, si la cabeza de la persona es una basura, así es como verá el mundo a su alrededor. Nunca nada va a estar bien, no importan los esfuerzos de los demás.
Y no es en el momento de su desencarnación cuando se decidirá si la persona va para el umbral, para las tinieblas o para la luz. La persona ya está, en su día a día, ligada con el umbral, las tinieblas o la luz. Y esto se refleja directamente en su mundo interior y, como consecuencia, en su mundo exterior.
Es preciso tener mucha fuerza interior para lograr mantenerse lúcido y conducir la vida hacia senderos más iluminados. La mayor parte de la gente no tiene idea siquiera de lo que pueda ser esto, simplemente llevan su vida en el día a día, son arrojadas de un lado a otro, según la marea. Y quien no sabe para dónde va acaba donde no quiere.
Y podéis creerme, hacen falta muchas ganas de mantenerse lúcido y de conducir la vida hacia un lugar mejor. El mayor reto es hacerlo a diario, las 24 horas, pero vale la pena.
Llega incluso a ser cómico observar desde fuera la vida, la inmensa mayoría que aún no está lúcida, ver cómo inevitablemente caminan hacia el dolor, y cuando éste llama a su puerta, no comprenden por qué han caído en él.
La observación es una valiosa enseñanza. Hacerse mejor cada día es valioso, principalmente cuando empezamos a recoger los frutos. Y lo mejor es ver que nada de aquello que dicen todos por ahí es cierto. Nada de aquello que habías planeado ha salido, pues la vida ha seguido rumbos totalmente diversos, y salió mejor aún de lo que habías planeado. Y te das cuenta de que todo aquello que un día quisiste y consideraste bueno para tu vida, en realidad estaba equivocado, y de haberlo conseguido, hubieras llegado inevitablemente al dolor. Con esto acabas conectándote todavía más a tu interior y siguiendo tu intuición más profunda, que no es más que la espiritualidad y tu yo superior guiándote por la vida, no por el camino más fácil, sino por aquel camino que va a iluminarte más como espíritu eterno que eres.