Quién nos diera que todo fuese verdad.
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 09/11/2015 10:28:50
por Nelson Sganzerla - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Verdad, una palabra antigua y medio en desuso en los días de hoy, en nombre de la verdad mucho se practica de maldad, mucho se grita y mucho se disimula en retóricas que no son ni pizca verdaderas.
Procuro siempre en mis textos hacer una analogía evidenciando lo que somos, o lo que al menos parecemos ser, en relación a la vida.
O sea, seres humanos con cierta racionalidad, si bien dotados de profundos sentimientos, que si estuviesen empleados en el bien, harían este mundo que habitamos más leve y colorido. Un mundo como a la naturaleza que nos brindó nuestro Creador, cuando en seis días creó todo lo que ahí está, con tanta perfección de detalles, y al séptimo descansó, a fin de cuentas, quién sabe, quizá el Creador no sea de hierro.
Pero volviendo al punto inicial, ¿habéis notado que cuando se trata de naturaleza no existe la mentira de la Creación? No existe aquella vieja frase, que como humanos siempre procuramos utilizar, como:
¡Veré lo que puedo hacer! Y sabemos que en las entrelineas de esa frase está la afirmación ¡no lo haré! Y eso es así.
Como seres dotados del poder del raciocinio, siempre encontraremos una manera de burlar ese raciocinio.
En cambio, en tratándose de naturaleza todo se encaja, nuestro Creador nada hizo que no dispusiese el tiempo oportuno para su realización.
Tanto para el microcosmos como para el macrocosmos, en todo hay una verdad, un tiempo para que se verifique el propósito de toda la Creación, pero nosotros, el Bicho Hombre, burlamos ese tiempo, procuramos anticipar el proceso de la Creación y de nuestra conveniente verdad.
El Bicho Hombre viste la Toga de la Justicia y en nombre de ella forja sentencias, manipula palabras, socavándolas y tergiversándolas a través de las leyes, que ha creado él mismo para que haya una salida conveniente a sus intereses escusados, y en ese momento él comete falta contra la verdad.
Hemos tenido ejemplos recientes en relación con lo que digo.
El Bicho Hombre crea instituciones, que a los ojos del Creador no es posible con una mínima inteligencia llamar serias, pero es capaz de dar un valor a esas mismas instituciones, que a ojos de los laicos – y por qué no decirlo, incautos – se convierten en paradigma de buena fe y de valores verdaderos, éticos y morales, por encima de toda sospecha.
El Bicho Hombre, cuando ha llegado y se ha instalado aquí, todo lo ha falseado, ha tratado de crear subterfugios, por medio de una institución denominada prensa, que tiene el don de la escritura, miente, manipula y forja su mentira como si fuese verdad, y convierte la verdad del Creador en una grande y sensacionalista mentira.
Así las masas son una vez más conducidas como ganado, hacia el pasillo del matadero social.
Esa mentira dicha en nombre de la verdad, que aquí enfatizo, ya sucedía y yo diría que hace dos mil años, con Jesucristo, cuando él se indispuso totalmente contra el poder de su época, y destruyó el gran mercado en el templo del Creador.
Allí fue donde él empezó a ser crucificado, por estar totalmente en contra de los que detentaban el poder entonces.
¿Qué hay que sea verdad en los tiempos de ahora? Yo diría que la mentira está instalada en cada institución, instalada y creada en el mundo, la manipulación de la información invade las veinticuatro horas los hogares de aquellos que se dejan llevar por el discurso, tanto de la derecha como del centro o de la izquierda; el poder por el poder burbujea en cada discurso, proferido lo mismo en una plaza que en una churrascada de amigos.
La humanidad, el Bicho Hombre ha perdido el sentido de grupo, está a merced del más indigno e irrespetuoso sentimiento en relación al prójimo, las religiones están siendo manipuladas por verdugos, que más día menos día aparecerán y gritarán ser los dueños de la verdad absoluta.
Y como en el Apocalipsis, veremos cada vez más hermanos contra hermanos, hijos contra padres. Cárceles en que sus habitantes crean un estado paralelo, por no creer ya en las mentiras de un Estado fallido y deteriorado por la corrupción.
Gobiernos que ya no gobiernan por el simple hecho de que ya no saben qué hacer y cómo detener esa crisis institucional instalada por el propio Bicho Hombre.
Ciudades, barrios y calles a merced de ciudadanos que ya no soportan esa diferencia de clases, donde muy pocos tienen mucho y muchos muy poco. Y ya no creen en el discurso mentiroso de esas instituciones, que encubren la miseria instalada alrededor del mundo.
Estamos sucumbiendo como Raza Humana, estamos muriendo poco a poco en nombre de una falsa verdad, que no es más que una mentira.
Y quién nos diera que todo eso que predican fuese verdad.
Piensa en ello...
Nelson Sganzerla