¿Quiénes son los abusadores emocionales perversos y cómo actúan?
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:25
Traducción de Teresa
[email protected]
Los Manipuladores, Narcisistas Perversos, Psicópatas Sociales, Sociópatas e otros del mismo espectro, como regla general y para atraer a sus futuras presas, se sirven de manipulaciones emocionales que al principio tienen por objetivo hacer que sus víctimas los valoren de modo grandioso, al mismo tiempo que las seducen elogiándolas, y mostrando ser absolutamente necesarios para ellas. Si éstas necesitan de alguien para charlar y compartir problemas, ellos saben hacer que esto suceda; si la víctima-objetivo tiene un anhelo especial, ellos lo respaldan y así sucesivamente en lo que quiera que ellas necesiten. Funcionan como verdaderos camaleones infiltrándose en las emociones ajenas, complementando lo que falta de modo incuestionable y es de ese modo como van gradualmente ganando terreno y poder a sus presas.
Sus esquemas de actuación, para quien los conoce, son de fácil detección; en la segunda fase, cuando ya saben que han trincado a sus presas, empiezan a articular en su conducta algunas breves desapariciones, o hacen ciertos silencios amenazadores como si ellas les debiesen algo. Todo eso va sucediendo al mismo tiempo en que sutilmente van lanzando al aire alguna palabra de minusvalía que las descalifique.
A medida en que el tiempo va pasando, se van haciendo de más y más importantes, como si únicamente ellos fuesen los dueños de la verdad. Las víctimas, a su vez, se van haciendo cada vez más dependientes, necesitando más y más una mirada benevolente de aprobación.
Cuando el terreno ya está bien "ablandado" empiezan a hacer observaciones grotescas, cambiando drásticamente de humor, culpándolas e irritándose fuertemente si osan quejarse. Como resultado del abuso emocional perverso, paso a paso las víctimas empiezan a estar tensas y horrorizadas por las amenazas, hasta el punto de olvidar quienes un día fueron.
Para ya no entrar, o bien para salir de un ciclo tóxico de abuso de esta clase, observa si tu compañía afectiva te echa la culpa de todo, te confunde, encontrando argumentos negativos y de modo distorsionado sobre lo que has hecho, si no deja de hablar hasta el punto de que olvidas o dudas si dijiste o no dijiste algo, hasta el punto de que te dejas a un lado, olvidándote de ti misma en nombre de calmar a tu supuesto compañero sentimental.
Una de sus tácticas es la de responsabilizarte siempre por el mal humor que se le ha quedado y por las broncas ocasionadas.
Innumerables veces podrías deshacerte pidiendo referencias de por qué él está de mal humor y él sádicamente permanecer en silencio mientras tú te destruyes en absoluta desesperación. No hay regla sobre cuál será su reacción, pero una cosa es cierta, el objetivo siempre será el de "romperte las piernas" o "tirarte de la alfombra" como tantos dicen que sucede, cuando menos se espera y cuando más entregado se está en efecto, y por tanto desarmado.
Observa si en ciertos momentos tú has empezado a dudar de ti mismo, llegando a pedir disculpas aun teniendo la seguridad inicial de no haber tenido culpa.
Cuando las víctimas se encuentran totalmente debilitadas, el descarte será total aun cuando permanezcan con ellos, no restando sombra alguna de respeto.
Uno de los peores momentos es cuando la pareja aparece en público; él siempre impecable, no dejando la más tenue duda de cuán buen mozo y educado es él, y ella una pobre destrozada, aunque todavía intentando mantenerse de pie y bien, hasta por estar confusa sobre toda la trama, y también por la dificultad de creer que haya podido caer en una ratonera como esa.
Los psicópatas, abusadores, narcisistas perversos y otros del mismo espectro, son rehenes de sí mismos, de esos sombríos temas emocionales que incesantemente los rondan en los sótanos de sus conciencias sin mostrar la cara, pero comandando un espectáculo de actuaciones macabras.
Si bien son funcionales y saben lidiar con las cuestiones de la realidad, no se puede perder de vista que mentalmente son unos enfermos. Sería importante para la vida de ellos que legítimamente pudiesen tener alguna conciencia de cuán rehenes son de sí mismos. Desgraciadamente, es difícil que entren en contacto con tales aspectos, siendo que la mayoría continúa en la inconsciencia, procediendo como verdaderos predadores.
Para las víctimas, es importante saber cómo son, y tratar de rescatarse por medio de terapia competente, a fin de reconocer y procesar cuáles fueron los hilos emocionales sueltos que sirvieron de cebo para que se envolviesen en una película de terror de esa clase. ¡Sin culparse, acogiéndose en sus dolores y abriendo espacio para tener un verdadero renacimiento en vida!
*Aunque el artículo se ha escrito en la versión femenina, queda declarado que los hombres igualmente pueden ser víctimas de la misma clase de situaciones abusivas y pasar por los mismos aflictivos contextos emocionales y con las mismas posibilidades de rescate.
¡Cuanto más despiertos, mejor!