¿QUIÉNES SON LOS OBSESORES?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 21/08/2018 09:34:15
Autor JOÃO LUIZ SPOSITO
[email protected]
Traducción de Teresa
[email protected]
Bien, este es un tema delicado, que a todos aquellos que se dispongan a leer este artículo les exigirá abrir la mente y el corazón, para poder juntos ensanchar el ángulo de visión y comprensión en referencia a este tema, tan presente en la humanidad desde tiempos inmemoriales.
Un espíritu obsesor, según el Espiritismo, es un espíritu desencarnado que se ocupa temporalmente de causar trastornos perjudicando la vida a las personas (los vivos); esto sólo es posible cuando éstas se hallan en sintonía con el obsesor.
Decimos "temporalmente", porque todo espíritu obsesor llegará, tarde o temprano, a la conclusión de que el mayor perjudicado con la obsesión es él mismo, toda vez que, mientras se dedique exclusivamente a perjudicar a otros, permanecerá estancado en su camino evolutivo.
Pero entonces, ¿quiénes son esos obsesores?
En su mayoría, son personas corrientes que vivieron en la Tierra, tuvieron sus vidas, tuvieron familias, en fin, una vida como la de tantas otras personas.
Estos hermanos nuestros, denominados obsesores, por lo regular tuvieron sus vidas en la Tierra marcadas por las cualidades negativas exacerbadas, el materialismo extremo, arrogancia, sed de poder, codicia, espíritu vengativo y egoísmo sin límites entre otras muchas imperfecciones de carácter.
Al desencarnar, esos espíritus, todavía presos y como imantados a los deseos terrenos enraizados en ellos y regados por las características negativas de sus actos, sus hábitos y actitudes de cuando estaban encarnados, se ven atraídos como verdaderos imanes hacia los vivientes, los encarnados que vibran en la misma frecuencia que ellos.
Esa es la principal y más corriente forma de obsesión entre desencarnados y encarnados.
Pero hay también otras muchas formas de obsesión, como la que se produce entre dos seres encarnados, una de las más peligrosas, porque habitan la misma dimensión física y la interacción es plena, pudiendo ser realmente desastrosa; aunque vale resaltar que las causas son siempre las mismas, la sintonía, la compatibilidad de vibración o frecuencia entre ambos seres, en este caso vivos, encarnados.
Hay muchos espíritus obsesores que, valiéndose de ocasiones, se aprovechan de los encarnados que suelen estar en el lugar equivocado en la hora equivocada.
Los muchos obsesores, por ejemplo, que desencarnaron por la convivencia con el mundo de las drogas, alcohólicos, viciados en el juego, el sexo o la violencia durante sus vidas en la Tierra, serán obsesores de vivos en los bares donde se sirven bebidas alcohólicas, locales donde se consumen drogas, donde se practican juegos de azar o sexo desenfrenado, como la prostitución, entre otros; allí irán a alimentarse de los fluidos emanados por los vivos.
Es un estado de vampirismo energético donde los obsesores sin cuerpos físicos se esfuerzan por utilizar las sensaciones viciosas que vivieron en la Tierra, aunque esta vez sirviéndose de los cuerpos de los vivientes, los encarnados, sorbiéndoles el ectoplasma cargado de vibraciones provenientes de las actividades viciosas.
Pero entonces ¿cómo podemos liberarnos de los obsesores?
La respuesta es sencilla: llevando a cabo una reforma interior, cambiando las costumbres viciosas, negativas, que los atraen, suprimiéndoles el alimento, elevando pensamientos de modo positivo, alejándose de violencias, odios, venganzas, desarrollando amor incondicional y perdón; así ellos, por falta de sintonía, se alejarán e irán a la búsqueda de los desavisados, en pos de alimento vibracional.
Procediendo así, el ser encarnado va a sustituir su compañía obsesiva por la de los seres de amor y luz que mucho nos pueden ayudar en nuestras vidas, en nuestros trabajos, en nuestras familias, nuestra salud física, mental y espiritual, también en nuestras realizaciones personales y en nuestra misión en la Tierra, ayudándonos con amor y abnegación.
Pero es preciso subrayar que estos hermanos nuestros, que viven sus vidas obsesoras y perjudican tanto a sí mismos como a los que vibran en la misma frecuencia que ellos, no son esencialmente malos, sino que están viviendo en la oscuridad de su ignorancia de las leyes espirituales del universo y están necesitados de ayuda, de amor incondicional.
Por tanto, apreciado lector, cierro este artículo con una pregunta para reflexión:
"Estando enterado de esta verdad, ¿qué tipo de compañía quieres tener en tu vida?"
Sed felices a partir de vuestras propias elecciones.
Paz y luz para todos.