Quitando Piedras de la Mochila
por Jaime Benedetti em STUM WORLDAtualizado em 03/06/2008 17:37:00
Traducción de Teresa - [email protected]
De tanto buscar nuevas formas de vivir, nuevos esquemas, nuevas filosofías de vida, he acabado por descubrir una que mucho me agradó y he pasado a utilizarla como referencia de vida y si queréis utilizarla también en vuestras vidas, ¡considero que será muy bueno! ¡Lo aconsejo! ¡Funciona conmigo! ¡Puede funcionar con vosotros!
Siempre he pedido que la vida me diese algunas cosas que yo consideraba importantes para mí y ella nunca me las ha dado. Yo pedía una cosa y ella me daba otra y empecé a percibir que lo que ella me daba, era mucho mejor que lo que yo pedía. Yo acababa por gustar de lo que recibía. ¡Ella me agradaba!
¡Es increíble, yo le pido una cosa a la vida y la vida me da otra mejor!
Dejé de pedir basándome en las necesidades de mi ego y adopté una postura totalmente receptiva y ella continuó dándome cada día cosas buenas, siempre sorprendiéndome y agradándome con sus regalos maravillosos.
¡Pasé a tener la sensación, la percepción de que ella me protegía, de que me daba justamente aquello que realmente yo necesitaba y habría de serme útil!
¡Descubrí el milagro!
He percibido sin querer el juego de la vida, que funciona de la siguiente forma:
Empecé a quitar de mi vida cosas que me hacían daño, que me ponían triste, que me atormentaban, me hacían infeliz. Empecé a quitar hábitos negativos, lugares e incluso personas que yo ya no quería en mi convivencia y notaba que a cada movimiento que yo hacía, la vida venía y me daba algo nuevo, mejor, haciéndome ser feliz. Ella me daba premios.
¡Pasé a utilizar un método infalible de conducir mi vida!
Haré una Analogía para explicar como funciona el progreso y servirá también como ejemplo:
Quitando Piedras de la Mochila:
“Imaginemos tener que hacer una larga caminata de 50 kilómetros con una mochila llena de piedras... 30 kg de ellas. Al comienzo incluso sería bueno para fortalecer la musculatura de las piernas, pero pasados unos 5 kilómetros ya estaríamos exhaustos y empezaríamos a sentir sed.
Pensaríamos entonces en aliviar unos 5 kg de piedras y sustituirlos por una garrafa de agua. Muy bien, ahora tenemos espacio para cargar agua que mate nuestra sed. Pasados otros 10 kilómetros empezaríamos a tener hambre y podríamos entonces quitar otros 5 kg de piedras y sustituirlos por algunas frutas (una manzana, una pera, tres plátanos, dos naranjas). Al llegar a la marca de los 20 kilómetros ya tenemos espacio en la mochila para agua y frutas, pero está llegando la noche y va haciendo frío y podremos quitar otros 5 kg de piedras y colocar en su lugar una manta y una chaqueta de lana. Ahora hemos llegado a la marca de los 30 kilómetros pero los 15 kg de piedras que todavía quedan, constituyen mucho peso y nos estamos quedando exhaustos y podríamos en este momento arrojar fuera otros 5 kg de piedras y con ello aumentar nuestra provisión de agua, alimentos y ropas, pues todavía faltan por andar unos 20 kilómetros. A estas alturas ya hemos caminado unos 30 kilómetros y tenemos una mochila con 30 kg de “herramientas” necesarias para nuestra andadura, pero todavía nos quedan 10 kg de piedras. Muy bien, estamos logrando ir adelante, pero empezamos a avistar a otras personas que también están haciendo el mismo recorrido y ellas van con sus mochilas todavía llenas de piedras y no consiguen librarse de ellas... están exhaustas... tienen sed... hambre... frío... tendremos que ayudarlas... ¿Qué hacer? Vamos a tirar los 10 kg de piedras que van en nuestra mochila y con ello podremos cargar más agua, alimentos, ropas y ayudar a otras personas que por alguna razón no consiguen librarse del fardo con que van cargadas en sus mochilas, pues tal vez ellas todavía no estén preparadas para librarse de ese peso, o no sepan cómo hacerlo. Y así continuaremos haciendo nuestra caminata, felices y en paz, al poder ayudar a otras personas.”
¡A nosotros corresponde echar fuera las piedras que pesan en nuestra mochila y la vida se encargará de proveernos lo que necesitamos para vivir!
¡Así es la vida! ¡Ella siempre nos dará lo mejor! ¡Ella nunca dejará que nos falte nada!