Reinventando la vida - creando lo nuevo verdadero
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 27/11/2010 12:55:36
por Teresa Cristina Pascotto - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Antes de iniciar esta lectura, sugiero que desees conectarte con la Luz Divina. Entra en sintonía con la Mente y el Corazón de Dios. No es preciso hacer nada de especial para que esto ocurra, no esperes ponerte en un estado "zen", no esperes nada, tan solo desea hacer esa conexión, entregándote a tu Yo Real.
La mayoría de notros han experimentado sensaciones de estancamiento y dificultades en las realizaciones en nuestra vida y por más que hayamos intentado revertir ese cuadro, nada hemos conseguido. Todas las tentativas en ese sentido, pese a generar algún pequeño resultado, inevitablemente nos conducen al mismo punto: insatisfacción y frustración. De nada sirven nuestros esfuerzos, pues nunca conseguimos hacer efectivos los cambios deseados.
Lo que ocurre es que, aunque parezca que estamos haciendo movimientos y tentativas diferentes, las creencias a partir de las cuales creamos esas acciones son siempre las mismas, basadas en nuestras referencias anteriores, por experiencias que hemos vivido.
A pesar de sufrir por las limitaciones que esto conlleva, preferimos crear posibilidades siempre con base en esas referencias, antes que intentar crear lo nuevo verdadero, sobre el cual no tenemos referencia alguna, y corremos el riesgo de perdernos de nosotros mismos.
La actitud adecuada para llevar a cabo acciones, que nos traigan los verdaderos cambios que deseamos, está basada en el principio de que "nada sabemos". Todo nuestro conocimiento adquirido hasta entonces sirve tan solo como base, como una plataforma para llevarnos a una cota superior. Si intentamos crear a partir de los conocimientos que tenemos, nos mantendremos aherrojados a las bases limitadoras y nada creativas, y siempre estaremos haciendo las mismas cosas, de forma diferente, pero cosechando los mismos resultados.
Si deseamos cambiar de veras nuestra vida, no habrá otra salida a no ser reinventar la propia vida. Esto significa crear lo nuevo verdadero. Pero lo nuevo real no tiene ninguna base o referencia anterior. Parte de la "nada". La base de lo que hemos vivido hasta ahora tan solo nos ha conducido al momento presente, pero ahora solo nos dará soporte para subir a nuevos niveles. Refuerzo que es solamente una base y no una referencia.
Crear verdaderamente no tiene nada que ver con transformar, modificar o hacer lo opuesto a lo que hay. Crear en el sentido divino de la palabra significa hacer a partir del "cero absoluto de la Mente de Dios". La Mente de Dios contiene la luz de la creación, a partir de donde lo verdaderamente nuevo es creado.
Sé que para algunos este lenguaje es extraño, y que pensarán inmediatamente "¿cómo hacerlo?". No hay una fórmula de cómo hacer, pues esto también estaría basado en nuestras antiguas formas de hacer, pensar y crear.
El medio para que esto sea posible es procurar comprenderlo al principio solo como un concepto, y desear que este concepto se integre a tu presencia divina, tu Yo Real, dentro de tu mente divina, y que ésta se una y se integre a la Mente y al Corazón de Dios. Esta actitud de aceptar lo nuevo - sin cuestionar y sin juzgar, sino tan solo acogiendo el nuevo concepto y observando el impacto que causa dentro de nosotros - podrá ayudarnos a percibir y sentir si esto forma sentido en algún lugar dentro de nosotros, a pesar y a despecho de que nuestra tozuda mente quiera exterminar cualquier posibilidad de que encontremos medios para cambiar nuestro patrón. Si forma sentido, por mínimo que sea, podremos gradualmente asimilar y aprehender ese concepto, ya no con la mente, sino con el corazón. Es nuestro corazón el que tiene que comprender, con el apoyo de la mente entregada, el significado real del concepto de crear lo nuevo a partir del cero absoluto.
No podemos querer comprender la luz de la creación con las limitaciones de nuestra mente, en la tercera dimensión. Solamente con la consciencia expandida y abierta a lo nuevo divino, es como conseguiremos alcanzar la comprensión que no tiene necesidad de conceptos ni de palabras.
La comprensión ocurrirá si observamos una actitud humilde ante lo nuevo, sin juicios, con el deseo de sentir y, en esa actitud de entrega, sin resistencias por parte de nuestro yo inferior, podremos vivir la experiencia de esa realidad. No habrá cómo definir, ni cómo explicar.
No es necesario estar de acuerdo o comprender plenamente lo que yo digo, pero es adecuado que escuchéis con vuestro corazón y percibáis cómo os sentís ante eso. Si hay desazón, sugiero que cuestionéis el motivo de esa resistencia. Si hay consuelo, significa que algo dentro de vosotros está conforme con lo que digo, sin que sea preciso comprender racional y plenamente. Esta es la experiencia divina. Es sentir estas palabras, sentir lo que el corazón dice y entregarse. Deseando abrirse a lo nuevo divino y verdadero.
Así, con esta conexión a lo nuevo que existe en la Mente y en el Corazón de Dios, en concordancia y sintonía con nuestra presencia divina, nuestro Yo Real, podremos desear crear lo nuevo verdaderamente nuevo y divino en nuestra vida. Debemos desear estar alineados con la Luz divina y, en esa conexión, entregarnos para que la Luz haga el trabajo de transformación y apertura a lo nuevo dentro de nosotros.
No soy dueña de la verdad, nada puedo garantizar. Esta es una verdad para mí, la cual se manifiesta a partir de lo que he vivido dentro de esta experiencia en mi vida. Cuanto más me permito y me abro a lo nuevo, más maneras logro encontrar de hacer verdaderamente diferente mi vida, sin ninguna referencia anterior ni tampoco a partir de racionalizaciones. Simplemente me alineo y me conecto tal como he descrito, y pido a Dios que guíe mis pasos, mi mente y mi corazón en el sentido de ayudarme a crear lo nuevo y a recoger los resultados anhelados, que me llevan siempre a aproximarme, cada vez más, al cumplimiento de mi misión de vida. He venido cosechando resultados divinos e iluminados.