Rigidez del Espíritu - Inflexibilidad del Cuerpo
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 17/10/2014 08:58:35
por Nadya Prem
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Eres persona muy rígida y controladora? Si tu respuesta es sí, podrás sufrir o haber sido ya acometida por problemas articulares.
¿Qué es lo que nos hace flexibles? Los movimientos de nuestro cuerpo son proporcionados por las articulaciones.
El Sistema Articular está formado por un conjunto de articulaciones, que son puntos de contacto entre dos o más huesos. La movilidad, sin embargo, produce una fricción, que es suavizada por el Sistema Articular mediante la existencia de las bolsas sinoviales, que actúan como amortiguadores entre los huesos y los tejidos de su entorno.
Los taoístas consideran las articulaciones como portales o centros de energía ch’i, en los cuales ésta es generada y almacenada. El estancamiento de esa energía produce la rigidez. Los tendones también forman parte de ese proceso y, en la MTC – Medicina Tradicional China, el hígado es responsable por el flujo energético saludable de las articulaciones y tendones en general.
Mientras que para la medicina convencional las dolencias articulares son consecuencia del sistema autoinmune, de causas desconocidas o de sobrecargas, la medicina china atribuye, en la gran mayoría de los casos, las afecciones articulares a factores climáticos. Algunas personas sienten dolores en las articulaciones sólo cuando hay cambio de clima.
Según la ciencia psicosomática, los dolores y problemas en las articulaciones son fruto de la rigidez de pensamiento.
Mente crítica en demasía, se queja de todo, está siempre infeliz. Hay un bloqueo de manifestaciones, de llanto o de enojo, por ejemplo, y la negación a lidiar con asuntos antiguos, pero que causa mucha incomodidad.
Las emociones reprimidas causan acumulación de fluidos, y los meridianos, que son los ríos por donde fluye la energía ch’i, entran en estancamiento. Imagina las articulaciones como las curvas de un río, que en su curso natural sufre más resistencia en esos puntos. Si contenemos una emoción, ella queda represada. El cuerpo se retrae, contrayendo la reacción emocional, como en el caso de la ira.
Cuando estamos enojados, nuestro cuerpo inmediatamente se “traba”, las articulaciones se enrigidecen y permanecemos listos para “atacar”. Un animal antes de lanzarse al ataque contra su presa, reúne toda su energía, para entonces dirigirla a su objetivo.
Vamos a vivenciar esa emoción en este momento. Busca algo que detone en ti la emoción del enojo. Acuérdate de algo incómodo, de la última vez que lo has sentido y cómo el enojo se adueñó de ti. Pon esa emoción en tu cuerpo. Percibe la retracción que se produce en todas las articulaciones. ¿Has visto?
A menudo pasamos por sufrimientos que no sabemos cómo lidiar. Criados con un sentido de autocrítica muy fuerte, intentamos implosionar esas emociones negativas. Al reprimir ese lado más sombrío de nuestras emociones, confinamos al inconsciente ese aspecto de nuestro ser, que debería ser traído a la consciencia.
Nuestros cuerpos sutiles acumulan toda la carga energética no extravasada y las enfermedades se manifiestan a partir del cuerpo astral hasta albergarse en el cuerpo físico.
El enojo es una emoción muy fuerte y, como un volcán cerrado, hace implosión en nuestro ser provocando enorme estrago. En los cuerpos energético y emocional, desestructura el aura. La rigidez es un disfraz, una postura mental que afecta a la postura corporal.
Volverse flexible significa aceptar las imperfecciones, los vientos y tempestades de la vida de forma más resignada. Abrir mano de controlar a sí mismo y a la vida, considerando la dualidad de todas las cosas y ensanchando la visión que integra los polos positivo y negativo.
Algunas personas traen en esta vida el Karma de aprender a ser más flexibles. Puede ocurrir que, dentro de la familia, los hijos u otros parientes sean totalmente contrarios a las convenciones de lo rígido y eso le obliga a cambiar su postura. En el trabajo, se ve en situaciones que exigen estar abierto a los cambios.
Desapegarse de las verdades que el ego arrastra permite que la energía fluya y abra espacio para acoger nuevos conocimientos y conceptos.
Reconéctate con la naturaleza a través de la técnica Wei Wu Wei. El principio es muy sencillo, te enseñaré una práctica para ayudarte:
. Siéntate en un sitio tranquilo e incorpora un bambú, siéntete bambú.
. El bambú está plantado en el suelo y arquea humildemente frente a un vendaval.
. Acepta su condición y deja a la naturaleza fluir.
. Balancea tu cuerpo de un lado a otro, hacia delante y hacia atrás, haz movimientos circulares sin moverte del centro.
Esa práctica es poderosa y posibilita al cuerpo y a la mente una nueva interpretación. La rigidez trae en sí el orgullo. El bambú nos enseña la humildad.
Vivir de forma diferente, hacer de otro modo, experimentar algo que vaya más allá de las propias creencias.
Aprender una danza nueva, leer un libro que nunca se pensó leer, ir a un lugar a donde nunca se ha ido y no juzgar.
Salir de la rutina proporciona una revolución interior. Salir de la zona de confort, en la cual la mente y el cuerpo ya se han enviciado. Crearás nuevas estructuras de conexión en tu mente y saldrás del automatismo reactivo.
Volverse más flexible hace multiplicar los recursos disponibles en el camino de las realizaciones personales y profesionales. Permite abrirnos a lo nuevo, enriquece y expande.
Estar disponible para los cambios en todos los aspectos de la vida. No insistir en algo que está ultrapasado, que ya no sirve más.
Deja fluir la vida en ti y transforma la energía contenida en las emociones en actitudes positivas y creativas.