Saliendo del capullo...
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 03/02/2012 14:58:35
Traducción de Teresa - [email protected]
Ayer por la noche estaba así un poco preocupada… y ya iba por ese camino, cuando me di cuenta de que solo me preocupaba por imaginar que los mismos elementos de mi realidad de hoy estarían presentes en los próximos días… y en los próximos meses… y años… Pensé que solo contaría con los recursos del pasado conocido…
En el mismo momento, algo se ensanchó dentro de mí y recordé que estamos en un Universo de infinitas posibilidades…
Fue muy clara la forma en cómo me sentía antes… y después de esa percepción… vi que es cierto que somos responsables por crear nuestra realidad, día tras día con los mismos elementos del pasado, casi no dando oportunidad a lo nuevo.
Noté que ese momento de percepción fue una gran liberación… Antes me sentía presa como si estuviese en un capullo que no quería abandonar… que me limitaba solo a lo conocido y, aun así, parece que se hacía más limitado por temores y preocupaciones…
Después me sentí libre y abierta a todas las posibilidades… En un segundo de lucidez el capullo se rompió y yo volé…
Y es que las transformaciones, tan necesarias, a veces no son muy fáciles y podemos apegarnos a lo que es preciso dejar… prolongando el tiempo del capullo, retrasando el vuelo de la mariposa… el vuelo de la libertad…
Nuestra naturaleza es sabia, y… cuando estamos listos para dar otro paso adelante, donde podemos tener una perspectiva más amplia de nuestra realidad, esto se verifica suavemente cuando no nos resistimos al fluir natural de la vida, o… no tanto… cuando nos resistimos e intentamos retener a toda costa lo que ya pasó…
En esos casos es cuando el Universo suele tirar de nuestra alfombra… y algo inesperado y aparentemente malo nos llama la atención hacia las transformaciones necesarias…
Nos acostumbramos tanto a esos capullos en que ya no cabemos que… aun estando estrujados e incómodos preferimos permanecer allí antes que arriesgar una inmersión en lo desconocido…
Aun sin perspectiva alguna, hay situaciones en nuestra vida que nos prenden hasta el punto en que algo sucede para hacernos ver que realmente es hora de cambiar y de alzar nuevos vuelos.
Saber fluir con los ciclos hace nuestra vida más leve y sin esfuerzo… pero casi siempre nos agarramos a los bordes intentando retener el tiempo… las cosas… las personas… y no nos damos cuenta siquiera de que la vida pasa y nosotros permanecemos estancados y presos a lo que pasó.
Cuando cambiamos de ciclo es como si llegásemos a un nivel un poco más arriba de donde estábamos… en el ascenso a la montaña… y desde allí nuestra vista alcanza un poco más lejos y podemos ver más claramente las cosas… que eran verdad, hasta entonces, ahora… vistas desde ese punto, ya no lo son…
Aprendemos que las verdades que nos alimentan en determinados momentos no son las que nos alimentan en otros… en esa realidad de no permanencia todo se va transformando, a medida en que nos abrimos hacia esas transformaciones…
Podemos prendernos a los capullos que nos sirven de morada… y de camino… durante nuestra jornada aquí… pero el capullo no es una morada permanente y es pura pérdida de tiempo y de energía creer que lo es…
Dejar ir lo que pasó, sin juzgar y con Amor, por entender que era lo que necesitábamos aprender en aquel momento, pero que ya ha cumplido su papel… nos deja libres para sumergirnos por entero en las infinitas posibilidades que se presentan cuando soltamos las ataduras del pasado y nos abrimos al riesgo y a la maravilla que es vivir sin garantías… en el presente…