Salud, la verdadera prevención
por Sergio Scabia em STUM WORLDAtualizado em 25/09/2006 14:48:20
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Serán los exámenes clínicos y los análisis de laboratorio periódicos la única garantía para mantener una salud perfecta?
Dicen que envejeciendo aprendemos a vivir mejor. Depende.
Conozco personas que con 70 años son jóvenes y conozco viejos de 30.
La diferencia está solamente en nuestro coco, en la sintonía mental que nos permitimos escoger. Podemos sintonizar una melodía celestial o un Rock de mala muerte, podemos permanecer con sentimientos amorosos y compasivos o inarmónicos y destructivos. La opción es siempre nuestra. Podemos hacernos un chequeo cada seis meses o podemos optar por vivir en armonía plena todos los días de nuestra vida.
Hablando de chequeos, quiero aquí contar un caso:
Hace pocos años perdí a Francisco, amigo y maestro.
Fue un lunes, 8 de agosto.
Probablemente preocupado con alguna cosa (que él no explicó a nadie), se fue a hacer un largo y completo chequeo en la Beneficencia Portuguesa.
Salió de allí con un resultado que merecía celebración: estaba todo perfecto, incluso aquella fastidiosa glucemia estaba bajo control. En el camino de vuelta a su casa compró una tarta y una botella de champán. Cenó alegremente con la esposa y la hija, comió la tarta y brindó con el
burbujeante néctar francés.
Sobre las 10 de la noche, mientras estaba mirando la televisión, Francisco notó acidez estomacal y pidió a su esposa un Alka Seltzer. Cuando ella regresó de la cocina con el efervescente, se encontró a Francisco ya reclinado en la butaca.
Recuerdo que en el velatorio – en la propia Beneficencia – los médicos
responsables por el chequeo no conseguían darse paz con lo ocurrido. ¿¡Cómo había podido pasar el fallecimiento de Francisco si todos los signos vitales y los análisis hechos pocas horas antes garantizaban una salud perfecta!?
La respuesta es sencilla: estaba encerrada otra bellísima misión aquí en la tierra. Sólo eso.
Ahora, piensa conmigo: ¿no es realmente maravilloso partir de aquí de una
forma tan extraordinaria, sin sufrimiento, junto a los seres queridos, en tu propia casa y tras haber celebrado convenientemente con champán? Se despidió de las personas queridas y “regresó a la otra Casa”.
Dejó aquí añoranzas y una obra de Grafología de inestimable valor.
Dejó para muchos también otra lección importante: cuando llega la hora es
imposible no responder a la llamada.
¡Hasta allá, estimadísimo Francisco!