Salud y Autoestima
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 18/09/2018 08:12:54
Traducción de Teresa
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La relación entre nuestra salud y el nivel de autoestima que tenemos es un hecho innegable. Cuanto menor sea la confianza en sí mismo y en su poder, más angustia y ansiedad se experimentarán.
Estos sentimientos están directamente relacionados con la baja inmunidad. La capacidad del cuerpo físico para defenderse de amenazas representadas por virus y bacterias depende, esencialmente, de nuestro estado emocional.
Aunque muchos lo duden, la somatización de las emociones a través de desequilibrios en el cuerpo físico es innegable. Nuestro cuerpo responde de modo directo a cómo nos percibimos y reaccionamos frente a los acontecimientos externos.
Si la confianza en nuestros talentos y habilidades está fortalecida, esta sensación de poder se convertirá en la energía predominante en nosotros, tanto emocional como físicamente.
¿De qué modo podemos hacer que nuestra autoestima se vuelva sólida? La dimensión de esta tarea dependerá de cómo hayamos lidiado con esta cuestión en nuestra formación.
Cuanto más pronto tomemos conciencia de la importancia de crear un sistema de creencias positivo – donde los errores sean encarados como meros instrumentos de aprendizaje – más pronto nos libraremos de la inseguridad.
Los resultados de esta transformación se harán sentir no sólo en nuestra salud y vitalidad, sino en todos nuestros emprendimientos en la vida. Los sentimientos de realización, plenitud y paz serán la consecuencia natural de este proceso.
Alcanzar un estado de equilibrio y armonía debería ser el objetivo básico de todo ser humano. Desgraciadamente, muchos aún no se han dado cuenta de que conseguirlo depende, fundamentalmente, de la visión que tienen de sí mismos.
“El primer indicio de la salud de alguien es su aceptación de sí mismo… Todas las tentativas de encajarnos en los marcos de otros son síntomas de una mente enfermiza.
Los supuestos ideales que se enseñan al hombre y las inspiraciones que se le dan para que siga a otros, no le permiten aceptarse a sí mismo – y entonces su jornada seguirá, desde el inicio, un rumbo equivocado.
Por eso digo: elígete, acéptate, búscate y desarróllate. Excepto ser su propia esencia, no puede existir un ideal para nadie”.
Osho