SE ACABÓ EL AÑO... Y ¿QUÉ HAS HECHO DE BUENO?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 22/12/2011 07:09:52
por Bruno J. Gimenes - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
En esta época del año es muy fácil percibir que la gente empieza a cambiar el ritmo de trabajo, algunos ya están pensando en las vacaciones, otros pensando en las fiestas, otros aún, reflexionan que otro año más ha llegado al fin. El año nuevo llegará dentro de algunos días, con él nuevos planes, nuevos proyectos, nuevas metas y mucha expectativa para volver a empezar y hacerlo mejor. Promesas y planes, muchos de ellos en vano.
¿Cuántas promesas has hecho en el año pasado? ¿Cuántas de ellas has cumplido? ¿Qué has estado haciendo? O mejor, ¿qué es lo que de bueno y de bien has estado haciendo? Definitivamente, tenemos que comprender que el final o principio de año son ilusiones necesarias para organizar nuestra vida y nuestra rutina, sin embargo, no hace falta esperar al primero de enero para pensar en un nuevo plan de vida o hacer una reflexión, ¡esto hemos de hacerlo todos los días sin excepción!
Al llegar esta época, fácilmente nos dejamos llevar por el psiquismo del fin de año, acabamos olvidando también que esta época, en teoría, debe ser para celebrar el nacimiento de aquel que fue el mejor intérprete que haya tenido el Cristo: ¡Jesús! Por eso, el fin de año debería ser para pensar acerca de nuestra jornada, y en especial, si estamos tomando las decisiones correctas, sobre todo que nos estén ayudando a alinearnos con la misión de nuestra alma. ¿Conoces tú la misión de tu alma? Y si la conoces ¿la estás cumpliendo?
Tenemos que alinearnos con nosotros mismos. Es preciso acceder a nuestra esencia espiritual para encontrar la felicidad real y duradera, porque si no la encuentras de dentro para fuera, ciertamente empezarás a demandar a otras personas la responsabilidad por tu felicidad. Quizá también empieces a enfocar únicamente la parte material, el consumo, la vanidad, la hipersexualidad o incluso el exceso en buscar los placeres de la vida.
No te estoy diciendo que tengas que ser santo o santa de ahora en adelante. Tampoco sacando la conclusión de que eres un pecador y necesitas ahora encontrar el camino de la luz para librarte del infierno. De veras que no.
Pero es preciso que busques tu verdad, la verdad de tu alma. Es preciso que encuentres el motivo por el cual estás en la Tierra, es preciso que sientas el amor, porque el amor es la causa de todo.
Sé feliz, pero has de saber que lograrlo exige dedicación, planificación, acción y disciplina. Tienes que proyectar una idea mental de vida feliz y vivir en actitud de completa sintonía con ese enfoque.
El año se acabó y el próximo está en puertas, entonces ¿cuáles serán tus nuevas promesas?
Promete que vas a buscar la felicidad, no prometas que vas a buscar algo a fin de que te traiga ese estado de espíritu, porque el secreto es ser, no estar.
Piénsalo con cariño, sé que no es fácil y honradamente no lo creo posible para los excesivamente racionales y tampoco para los pesimistas, pero si te dedicas a esa búsqueda, el resultado aparecerá.